Egipto vota pero se mantiene el pulso entre militares y los revolucionarios que tumbaron a Mubarak

Egipto vota pero se mantiene el pulso entre militares y los revolucionarios que tumbaron a Mubarak
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Google Egipto dedica su doodle a las elecciones que se están desarrollando hoy en un país que intenta avanzar hacia la democracia después de la revuelta que tumbó a Mubarak. El director de Política Regional de Google en Oriente Medio y el Norte de África, Samir el Bahai, ha explicado que "Internet está desempeñando un papel creciente y significativo, ayudando a alentar el compromiso cívico, y se ha convertido en un mecanismo poderoso para el intercambio de información en Egipto y en todo el mundo".

Precisamente el valiente Wael Ghonim, el ejecutivo de Google en Egipto que fue arrestado por su apoyo a la revolución que tumbó a Mubarak, reaparecía el viernes en las calles con un parche en un ojo como gesto de solidaridad con todos aquellos que han perdido sus ojos durante los últimos seis días de enfrentamientos entre civiles y las fuerzas de seguridad. Un gesto de denuncia sobre la realidad de la "transición ordenada" por el Ejército.

Por su parte los chicos y chicas del Movimiento 6 de abril se han esforzado por hacer llegar a los egipcios los nombres de los caciques de Mubarak que se presentan camuflados de demócratas en las listas electorales. Con la red otra vez como arma los revoluciónarios digitales han conseguido que ocho partidos retiren de sus listas a dos mil candidatos.

Mahmud Afifi, miembro del Movimiento 6 de abril, asegura que "Egipto necesita hoy hacer efectivas las esperanzas que nacieron con la Revolución. No debe haber un retorno al pasado, ni en los métodos, ni en la figura de los candidatos que representarán al pueblo". Son los esfuerzos de lo mejor de la sociedad civil egipcia por contribuir a que el largo proceso electoral que hoy se ha iniciado consiga hacer pasar la página de la dictadura.

Los revolucionarios que desde la red y desde las calles tumbaron a Mubarak critican el pacto implícito entre el ejército y los Hermanos Musulmanes para mantener en pie la agenda electoral pero se muestran divididos sobre un boicot total al proceso electoral que no consideran precisamente ejemplar.

Tantawi

Es el inquietante y autoritario ministro de Defensa de Mubarak, el mariscal Mohamed Tantaui, responsable directo de la violación sistemática de los derechos humanos, el que tutela el extravagante proceso electoral que se ha iniciado hoy en Egipto (con siete fechas diferentes para votar) y las elecciones presidenciales en el horizonte pero puestas en cuestión.

Los militares quieren asegurarse que el proceso electoral no altera sus prerrogativas políticas. Para eso han preparado un borrador constitucional con una serie de propuestas de mínimos que establecen la supremacía del poder militar sobre el poder civil. Por eso las últimas protestas en las calles y el regreso a Tahrir. Además se han reservado la elección directa de 10 escaños del Congreso.

42 muertos y cientos de heridos es el aterrador balance de las últimas jornadas de protestas contra el poder militar que mantiene en la cárcel a miles de presos políticos, entre ellos los blogueros Maikel Nabil o Alaa Abd El-Fattah.

El mariscal Mohamed Tantaui ha rechazado la presencia de observadores internacionales y no ha cumplido su promesa de derogar la Ley de Emergencia antes de la cita electoral. Hoy ha vuelto a advertir que no tolerará a los alborotadores, pero los únicos altercados o incidentes en la jornada electoral de hoy están siendo provocados por la falta de papeletas, la descarada compra de votos, el reparto de propaganda electoral de algunos partidos y las razonables quejas de muchos ciudadanos que no se fían ni del juez que se encuentran en el colegio electoral (garantizando la limpieza del proceso) ni de lo que pueda pasar con su votos después de introducirlo en la urna. La crónica que ha enviado la agencia EFE parece justificar sus temores:

En una sala apartada, entre vasos de té y humo de cigarrillos, un juez desconfiado retenía a los periodistas en la entrada mientras daba órdenes a los miembros de mesa, que se apresuraron a poner todo en orden.
Eso no evitó que una vez dentro, el periodista viera cómo uno de los funcionarios introducía varias papeletas de golpe dentro de una urna.
"Aquí mando yo y yo decido quién entra y quién no", dijo en la sala contigua otro de los jueces supervisores, que se negó a dar su nombre e impidió filmar la votación.

La agencia Efe también fue testigo de cómo un hombre de mediana edad apostado a la entrada de una mesa electoral entregaba dinero de forma subrepticia a una persona que acababa de depositar sus papeletas en la urna del colegio Samaya, en el popular barrio cairota de Bulaq. Esa misma persona abordó luego a otros votantes a su entrada en el colegio.

En Nación Red | La revolución de los blogueros egipcios que movilizó al pueblo hasta tumbar a Mubarak

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