La OCDE y sus Principios para las políticas de Internet

La OCDE y sus Principios para las políticas de Internet
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Por OCDE tenemos a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Según la propia organización, su misión es

el promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.

Quizá por ello, tras la "reunión de alto nivel" celebrada en París (¡como no!), la OCDE ha lanzado su propio panfleto sobre cómo deberán ser las políticas para promover la Internet del futuro, que es muy diferente que el futuro de Internet.

Como siempre, empieza asegurando que el dinamismo y la fuerza de Internet residen en su naturaleza abierta, en la facilidad de acceso a redes de alta velocidad y en la confianza de los usuarios.

También menciona la importancia de Internet en la lucha por la democracia o en el respeto por los derechos humanos. Reconoce la importancia de los sectores académico, industrial y de la sociedad civil en el desarrollo y mantenimiento de la red...

Y para no ser menos que la Comisión Europea, el G8, la Casa Blanca, la OTAN y todos los demás, en la página dos ponen lo de "Internet es vital para nuestra sociedad y el funcionamiento de las redes eléctricas, el transporte, la salud y todo lo demás". Esto empieza a ser la "Lista de cosas que los Romanos han hecho por los Judíos" en La Vida de Brian.

Pero ya en la página tres, viene la primera (traducido libremente, la negrita es mía):

[...]A través de la creación de redes de Internet de alta velocidad se puede también ayudar y colaborar en el aumento de disponibilidad de contenido legítimo, además de apoyar la libre circulación de información y conocimiento.

¿Qué es esto del contenido legítimo? Todos sabemos que tras éste perverso eufemismo se esconde el significado real: contenido autorizado ¿Por quién? Vete a saber... Pero el uso de la palabra "legítimo" implica que puede haber algo "ilegítimo", lo que denota "delito".

A partir de ese punto, la cosa es un no parar. El siguiente párrafo empieza de la siguiente forma:

Los principios descritos en este comunicado para la creación de políticas están diseñados para ayudar a preservar la naturaleza abierta de Internet, mientras que se consiguen otros objetivos para con las políticas públicas, como la protección de la privacidad, la seguridad, los niños y la propiedad intelectual, así como el refuerzo de la confianza en Internet.

Cómo no se le había ocurrido a nadie... hay que pensar en los niños... ¡los niños, hay que cuidar de ellos! Porque solamente ello nos devolverá la confianza en Internet... o algo así.

Pero el párrafo sigue (¡y cómo sigue!)

La protección efectiva de la propiedad intelectual juega un rol vital en la estimulación de la innovación y promueve el desarrollo de la economía en Internet. Los principios para la creación de políticas de Internet necesitan tener en cuenta los aspectos sociales, técnicos y económicos únicos del entorno de la red. Está claro que la naturaleza abierta y accesible de Internet necesita apoyo para que surja el beneficio de la libertad de expresión, y para facilitar el intercambio legítimo de información y conocimiento, así como el intercambio de opiniones y puntos de vista entre sus usuarios, incluyendo la investigación y el desarrollo que ha ayudado a extender la innovación a nuestras economías.

Otra vez la mención a la legitimidad del intercambio denota que existe información ilegítima... Nos dicen que podemos hacer de todo, lo que queramos, mientras la información y los puntos de vista sean 'legítimos', y por legítimos volvemos a entender autorizados.

Y entonces empieza la fiesta, pero la fiesta de verdad. Bajo una serie de puntos, redactados con el manual de retórica digno del INGSOC de 1984:

  • Promover y proteger la circulación global de información

  • Promover la naturaleza abierta, distribuida e interconectada de Internet

  • Promover la inversión y competencia en las redes y servicios de alta velocidad

  • Promover y habilitar la disponibilidad de servicios a través de las fronteras físicas (Ni Barnier lo diría mejor)

  • Desarrollar la capacidad para poner a disposición pública datos fiables acerca de los procesos de creación de las políticas (algo de OpenData, que ahora está de moda y vende mucho)

  • Asegurar la transparencia, los procesos justos y la responsabilidad

  • Fortalecer la consistencia y efectividad en la protección de la privacidad a un nivel global (la OTAN y el Departamento de Estado habrán tenido su parte...)

  • Maximizar el empoderamiento individual

  • Promover la creatividad y la innovación

  • Limitar la responsabilidad (legal) de los intermediarios

  • Alentar la cooperación para promover la seguridad en Internet

  • Dar la prioridad apropiada a los esfuerzos para aplicar la ley

Bajo cada punto, se expande la retórica archi-conocida y ultra-comentada: blabla, propiedad intelectual, blabla, lucha contra la pornografía, blabla, protección de los niños, blablabla, generación de contenidos legales, etc, etc, etc...

Uno de los mejores puntos, también por su novedad, es el de las continuas menciones a "promover la confianza de los usuarios en Internet". Dejando al lado la clara conexión con el sistema de identidades confiables de Obama, la perversión de la frase es tremenda. No se trata de 'confiar en Internet', porque no hace falta.

Internet, la red, tiene la confianza necesaria. Son los gobiernos y los estados los que no la tienen, debido en gran parte por sus ansias de control que, últimamente, están llegando a niveles que dan miedo.

¿Pero por qué se habla de 'recuperar y promover la confianza en Internet'? Pues porque previamente se ha criminalizado, repitiendo a derecha e izquierda que Internet es responsable de todos los males del universo, incluido el Terrorismo Internacional, así como del gran incendio de San Francisco en 1900.

Finalmente, con los puntos de limitación de la responsabilidad legal, la cooperación en la seguridad y la prioridad de la aplicación de la ley, la OCDE lanza su bendición para que los ISP y demás operadores de servicio se conviertan en policía, fiscal, juez y jurado en la lucha contra los "contenidos ilegítimos".

[...] los gobiernos pueden elegir reunirse con las partes implicadas para identificar las circunstancias apropiadas bajo las cuales los intermediarios pueden llevar a cabo acciones para educar a los usuarios, asistir a los propietarios de derechos en la aplicación de los mismos o bien en la reducción del contenido ilegal, al mismo tiempo que se minimizan las cargas administrativas a los intermediarios, asegurando la validez legal en sus acciones[...]

El documento termina hablando de cooperación, más cooperación y aplicación de la ley. Por si a alguien se le había escapado en alguno de los párrafos.

Cuando hace algún tiempo ya se avisaba que lo que esta por llegar es una Internet cerrada a cal y canto, una suerte de redes de primera, segunda y tercera división, muchos tachaban de agoreros, de pesimistas e incluso de conspiranoicos.

Las leyes de promoción de Internet, con honrosas excepciones como la holandesa de momento, son una pequeña puerta trasera. "Dejad que ellos hagan las leyes, que yo haré el Reglamento".

La legislación está sujeta a interpretación, por lo que 'legislar para promover Internet', puede servir para colar la retórica que vemos en los documentos del eG8, de la OTAN o de la OCDE. Vean si no el ejemplo de Chile, uno de los primeros países en aprobar la neutralidad de la red por ley... para luego hacer un reglamento que se la cargaba directamente.

Otro ejemplo lo tenemos en los Estados Unidos, que presuntamente aprobaron su propia ley de la neutralidad de Internet, cuando en realidad aprobaron el inicio de su neutralización.

Dos de tres. ¿Casualidad o conspiración? Es necesario cerrar la brecha digital, empoderar de verdad a los usuarios para que sepan valerse solos y no tenga que venir nadie con "medidas para la cooperación en pro de la seguridad". Medidas que, además que no funcionan, son carísimas.

En mi opinión, Internet no necesita ningún tipo de legislación especial. Ninguna. Nada. Cero.

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