RapidShare publica su propuesta de "buenas prácticas"

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Tras la desconexión de Megaupload hace unos meses, los cyberlockers optaron por cerrar puertas y permitir bajar ficheros almacenados solamente a sus propietarios.

A RapidShare le obligaron a revisar todos y cada uno de los ficheros que sus usuarios subían a los servidores, y HotFile empezó a temblar, porque era el siguiente en la línea 'sucesoria', y luego vino Google a defender a todos los servicios de descargas.

Ahora, RapidShare ha publicado una suerte de manifiesto anti-piratería, o guía de buenas prácticas, con el fin que sirva de directriz para todos los servicios de cyberlocking y alojamiento "en la nube", y si tiene que ser a expensas de la privacidad de sus clientes, que sea.

La cosa está en que RapidShare se ven a si mismos como un servicio de alojamiento muy similar a Dropbox, y una de las razones que han llevado a la empresa a publicar su manifiesto es la enorme cantidad de material que se traslada del disco duro del ordenador a la nube, lo que aumenta las posibilidades de que algún fichero esté sujeto a copyright de algún tipo.

Éste movimiento está pensado para situarse en una buena posición en tanto a imagen: en RapidShare somos legales y queremos almacenar solamente ficheros "legítimos" (nótense las comillas).

En el documento se incluyen todas las opciones que, según RapidShare, los cyberlockers deberían tener en cuenta en tanto a prevención de infracciones de copyright, la mayoría de ellas contempladas en la legislación, pero algunas yendo un poco más allá.

Una de ellas es dar permiso a los titulares de los derechos para que soliciten la baja del servicio para aquellos usuarios de los que simplemente sospechen que están cometiendo algún tipo de infracción (traducción libre):

Se podría cancelar el servicio a titulares de cuenta o suscriptores no sólo con pruebas de infracción manifiesta, sino cuando una cantidad suficiente de titulares de derechos hayan puesto en duda la conducta de dichos titulares o suscriptores.

Además, también recomienda que los titulares de las cuentas deban proporcionar direcciones de correo validas, para facilitar la comunicación entre los titulares de los derechos y los sospechosos de infracción:

Los servicios deberían requerir cuentas de correo electrónico válidas de los suscriptores y los titulares de cuentas para registrarse. En el caso que un titular de derechos busque al dueño de la cuenta del servicio mediante un proceso legal, el servicio debe tener acceso a la información de contacto válida, facilitando así las pesquisas para el proveedor de servicio de correo electrónico.

Y no sólo esto, si no que también se recomienda que los servicios de alojamiento actualicen su política de privacidad para incluir cláusulas que les permitan inspeccionar los ficheros personales de los sospechosos de infracción:

Las políticas de privacidad deberían establecer la reserva del derecho a inspeccionar ficheros de aquellos infractores que sean acusados repetidamente o de los infractores de los términos de servicio quienes, tras recibir las notificaciones pertinentes por el proveedor del servicio, no hayan corregido su actitud.

Es decir, que RapidShare propone que todos sus clientes sean considerados culpables hasta que se pruebe que son inocentes, descartando su privacidad y se arroga el "derecho" a fisgar entre los datos de sus propios clientes, e incluso de negarles el servicio (¿sin re-embolso?) ante la mera acusación de cualquier titular de derechos de autor.

No se sabe aún cuantas leyes se salta el nuevo manifiesto de RapidShare, ni cómo se verificará la identidad de los titulares de los derechos para que éstos puedan registrar sus sospechas sobre tal o cual usuario.

Por el momento, la industria del ocio puede estar contenta con las acciones de RapidShare, aunque a la empresa más le valdría tener en cuenta a sus propios clientes antes que a los lobistas del copyright. Más que nada, porque la industria no les pagará las facturas, cosa que si que hacen los clientes.

Via | TorrentFreak

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