Comprar seguidores en Twitter para desprestigiar a otros, ¿nueva forma de ataque político?

Comprar seguidores en Twitter para desprestigiar a otros, ¿nueva forma de ataque político?
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Mitt Romney es el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, que se medirá el próximo noviembre en las urnas al candidato demócrata y actual presidente, Barack Obama. Al igual que Obama, Romney mantiene una vida digital bastante activa en las redes sociales. Normalmente, consigue en torno a 3.000 nuevos seguidores diarios en Twitter, una cifra muy buena y que de vez en cuando ve alguna pequeña subida debido a publicidad que contratan en la popular red social (de hecho, alguna vez me lo han sugerido a mí como cuenta recomendada a seguir).

Pero el pasado fin de semana algo cambió: el sábado, @mittromney vio cómo su número de seguidores se incrementaba casi en 100.000 usuarios, lo que con los 25.000 del viernes y 25.000 del domingo hacían casi 150.000 nuevos seguidores surgidos por arte de magia. Durante ese periodo, la campaña del candidato no contrató publicidad en la red social, y el número de mentions recibidas apenas subió respecto a otros días. Estos nuevos followers, por tanto, habían aparecido de la nada. Y entonces comenzó a correr el rumor: alguien había pagado para conseguir seguidores para Romney.

Si bien no es una práctica muy extendida, comprar seguidores está a la orden del día y existen multitud de páginas que ofrecen estos servicios. Por aquí ya comentamos los motivos por los que esta estrategia es una pérdida de tiempo, y entre ellos estaba uno bien claro: las críticas que se puede recibir si la gente descubre que los seguidores de una cuenta no son reales, sino pagados. No es la primera vez que vemos un caso similar en un político (un rival de Romney en las primarias fue acusado de lo mismo), pero sin duda esta noticia llega en muy mal momento para Mitt, que está intensificando su campaña en estados clave.

¿Ataque o descuido?

Aunque existe gente que se atreve a atribuir esta compra al equipo del candidato, si personalmente tuviera que apostar descartaría esta posibilidad. Es una tontería que, por ganar ese número insignificante de seguidores (sobre todo cuando ya tienes más de 700.000) se jueguen tanto como la credibilidad de Romney y los encargados de su estrategia digital. ¿Un admirador que no tiene mucha idea de cómo funcionan estas cosas? Es posible, y ante la falta de pruebas no se puede descartar, pero yo tengo otra teoría: alguien anónimo que, con dinero de sobra, prefiere desprestigiar al candidato republicano.

En época de elecciones, son muchos los trapos sucios que salen a relucir de todos los que se presentan. Hasta ahora, habíamos visto acusaciones, anuncios negativos y críticas en público, pero nunca habíamos visto un “ataque digital”. Está claro que algo como esto, el descubrimiento de una supuesta compra de followers, perjudica al implicado independientemente de que haya sido él… o no, como parece ser el caso.

¿Y qué ha hecho la campaña de Mitt Romney? La respuesta ha sido rápida y contundente, con un rechazo total de estas acusaciones. Y aún han ido más allá: han pedido a Twitter que investigue el caso y aclare de dónde vienen estos misteriosos seguidores. ¿Adivinaremos algún día quién está detrás? Poco probable pero Twitter debería tomar medidas e intentar paliar este tipo de acciones que cualquiera puede realizar para desprestigiar al rival o a alguien que, simplemente, no le cae bien.

Vía | 140elect
En Genbeta Social Media | Comprar seguidores no sirve de nada

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