Server Core, un Windows sin ventanas

Server Core, un Windows sin ventanas
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Por fin las versiones de servidor de Windows van a ser eso, versiones de servidor. Y es que hasta ahora, todos los Windows que actuaban como servidor (NT, 2000,...) tenían también su parte de cliente. Disponían de gestor de ventanas, herramientas de trabajo,... es decir, los podíamos usar como otro ordenador más mientras actuaban como servidores. Tanto código innecesario abría mucho más la ventana de ataque contra este sistema operativo.

Para cuando Longhorn salga al mercado, lo hará junto a él Server Core, una versión a la que se le ha quitado todo aquello que no sea imprescindible y, la cual, solo podrá actuar como servidor de ficheros, controlador de dominio, servidor de DNS y servidor de DHCP.

Cuando lo instalemos no encontraremos la serie de clásicos programas que vienen con todas las versiones de Windows: Internet Explorer, Windows Media Player, solitario,... (bueno, esto último no va a gustar a muchos administradores). A pesar de eso, el titular de "Un Windows sin ventanas" tampoco es del todo cierto, puesto que si habrá algunas como la gestión de procesos o una linea de comandos. Y es que no es tan fácil desligar a Windows de su interfaz gráfica.

Entonces, ¿cómo se va a gestionar Server Core? Pues igual que se podía hacer hasta ahora, con las mismas herramientas, pero ejecutándolas desde otro ordenador que actuará como cliente. A pesar de eso, el espacio final ocupado en disco ocupa bastante más de lo que cabría esperar, casi 1 GB, aunque eso si, se reduce bastante desde los 5 o 6 GB que necesita la versión completa.

Claro que Server Core no será una versión para todo el mundo. Su manejo e instalación es más complicada que la de la versión completa, así como su administración. A pesar de eso, muestra muchas ventajas para instalarlo en un servidor dedicado que puede estar en cualquier parte del mando y que podremos manejar tranquilamente desde cualquier cliente. Vamos, como cualquier Unix al que se pueda acceder por SSH, aunque en este caso es necesario usar herramientas gráficas. Y ese es uno de los fallos principales que le veo, el no poder retirar del todo la capa gráfica y quedarnos solo con una línea de comandos a la que poder acceder con cualquier emulador de terminal y que disponga de una serie de programas de gestión en modo texto.

Mucho han tardado en Microsoft en darse cuenta de la necesidad de algo así. Y es que, ¿qué sentido tenía tener toda una serie de utilidades instaladas, que no se iban a hacer servir nuca y que debían mantenerse convenientemente actualizadas, al ser una fuente de problemas de seguridad? Queda por ver si con esto Microsoft recupera algo del mercado de servidores que otros sistemas operativos le han ido quitando, cosa que tampoco parece demasiado probable.

Vía | Menename. Más información | RedmondMag.

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