Tras haberse disparado el tráfico de internet en España durante las semanas más duras de confinamiento, la desescalada iniciada hace unos se está traduciendo en un descenso en el uso del ancho de banda en el territorio nacional.
Si con el cierre temporal de centros educativos, empresas y comercios, junto con el traslado de partes de estas actividades a lo digital (incrementos de uso de videollamadas, aplicaciones empresariales, WhatsApp...) y la explosión de los servicios de straming, el tráfico español de internet aumentó alrededor de 40 %, la desescalada está provocando una disminución prograsiva ya palpable.
Basta echar un vistazo a los datos periódicos que proporciona ESpanix, la asociación sin ánimo de lucro de operadores de redes IP conocida como "el punto neutro español", para darnos cuenta de los cambios que se produjeron y de la vuelta a una cierta normalidad. Al menos, de su inicio.
El tráfico de internet también inicia su desescalada tras registrar máximos
La gráfica que nos indica el promedio diario de tráfico de internet en gigabits por segundo muestra elocuentemente el efecto que tuvo la declaración del estado de alarma en España y el inicio del confinamiento. Especialmente, en lo que se refiere al tráfico de bajada, señalado en color verde, aunque también en el de subida representado por la línea azul oscuro
Como podemos ver, mientras que en los meses de marzo y abril de 2019 pasado el tráfico tanto de subida como de bajada se mantenía más o menos estable alrededor de los 300 gigabits/segundo, en los meses de marzo y abril de 2020 la diferencia es tremendamente abultada, con máximos de 498,65 gigabits/segundo de bajada y máximos de 409,17 gigabits/segundo de subida.
España vivió dos semanas de confinamiento reforzado con la suspensión de todas las actividades profesionales no esenciales del 30 de marzo al 9 de abril y eso se nota. Sin embargo, también empieza a notarse que, desde el pasado lunes, cerca de la mitad del país ha pasado a la fase 1 del plan de desescalada, la cual rebaja todavía más las limitaciones de movilidad de la fase 0 y el confinamiento general vivido durante la mayor parte del estado de alarma.
Siguiendo analizando el gráfico anterior, vemos que durante los últimos días el descenso tanto en el tráfico de subida como de bajada es evidente y, aunque no alcanza los niveles previos a la crisis, empieza a normalizarse quedándose por debajo de los 350 gigabits por segundo.
Fue tal el incremento de tráfico vivido inicialmente en España y resto de Europa con las medidas de cuarentena de la población que los operadores de telecomunicaciones españoles se apresuraron a unirse para pedir "un uso racional y responsable de las redes" para poder hacerle frente según explicaron.
Al mismo tiempo, las autoridades de la Unión Europea hacían un llamamiento a las principales plataformas de vídeo bajo demanda para que redujeran la calidad de sus contenidos con el objetivo de no saturar peligrosamente las redes. Una petición que fue escuchada por Netflix, YouTube y Amazon Prime Video, entre otros, cuyos efectos mantienen a dia de hoy.
Para que nos podamos hacer una idea de la magnitud de lo sucedido, podemos tomar como ejemplo las tendencias identificadas a lo largo de las últimas semanas por DE-CIX, principal operador de intercambio de internet del mundo. De acuerdo con sus datos, si antes de la crisis sanitaria el tráfico diario experimentaba un crecimiento de entre el 10 y el 50 % anual, durante la crisis el promedio de tráfico diario ha estado aumentando a estos mismos niveles de forma diaria.
Esto ha provocado picos récord de tráfico, como decíamos antes. En el caso de los datos que maneja este operador de intercambio, durante los momento más duros de la pandemia se han observado picos en ubicaciones como Madrid, donde se han superado los 500 gigabits por segundo, y Frankfurt, el punto de intercambio con mayor tasa de tráfico del planeta, donde se registraron más de 9 terabits por segundo. Cifras realmente enormes.
Más allá del hecho de estar en casa, estos incrementos son consecuencia de un aumento "extremo", así lo califican desde DE-CIX, de herramientas digitales. Desde aplicaciones para videoconferencias o herramientas colaborativas hasta plataformas de vídeo bajo demanda, pasando por el juego online o un mayor uso de las redes sociales. De hecho, según sus datos, durante la crisis los usuarios se conectan con mayor frecuencia y durante periodo más largos. Algo que ha demostrado que pese a que la infraestructura estaba más o menos preparada porque ha resistido, determinados servicios no lo estaban tanto e inicialmente sufrieron el envite que supone una avalancha de tráfico.
Está por ver si la bajada del tráfico que estamos registrando durante los últimos días se acrecenta conforme la desescalada avance y, sobre todo, será interesante comprobar si se igualará a niveles previos a la crisis una vez alcanzada la denominada nueva normalidad. Tal vez el teletrabajo se haya hecho un hueco importante en muchas empresas.
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