La comunidad 'open source', en pie de guerra contra Stallman tras su retorno a la FSF: hay quien quiere renegar de la licencia GNU

La comunidad 'open source', en pie de guerra contra Stallman tras su retorno a la FSF: hay quien quiere renegar de la licencia GNU
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Lejos quedan los tiempos en que Richard Stallman, el legendario fundador del Proyecto GNU, atraía a las masas de los eventos de software libre y ejercía de referente simpático y cercano, portando su popular disfraz de 'San IGNUcius'. O cuando los políticos le premiaban y buscaban la foto con él, como ocurrió hace ya casi dos décadas en la Extremadura de Linex.

Pero en menos de un par de años, la situación ha cambiado notablemente, y el que fuera creador de pilares del open source como Emacs, GCC o Make se ha convertido en un personaje divisivo y polémico del movimiento que un día abanderó.

Hace dos días te contábamos el repentino e inesperado regreso de Richard Stallman a la junta directiva de la FSF (Free Software Foundation), de cuya presidencia había dimitido en 2019 tras unas polémicas declaraciones sobre el Caso Epstein y la difusión de escritos anteriores sobre la edad de consentimiento sexual.

Esa dimisión, en 2019, fue explícitamente celebrada por organizaciones y líderes de la comunidad del software libre, y eso hacía pensar que no todo serían aplausos al viejo Stallman tras su reciente decisión. Él mismo lo vaticinaba, en realidad:

"No tengo intención de volver a dimitir. [...] Algunos de vosotros estaréis felices por eso, y otros pueden estar decepcionados, pero ¿quién sabe?".

Bien, Richard, pues ya lo sabemos: en sólo dos días, la comunidad se ha convertido en una olla a presión de indignación.

Piden que rueden cabezas

Primero fue la junta directiva de la Open Source Initiative (OSI) quien lanzó un duro comunicado contra la decisión de la FSF, con la amenaza explícita de cortar lazos con la misma si no rectificaba:

"La OSI solicita a la Free Software Foundation que responsabilice a Stallman de su comportamiento pasado, le retire de los puestos de dirección y contribuya a hacer frente al daño que causó".

"No participaremos en ningún evento que incluya a Richard M. Stallman y no podremos colaborar con la FSF hasta que Stallman sea excluído del liderazgo de la entidad".

También se ha hecho pública una carta abierta firmada por varios líderes de la comunidad open source, en la que se exige igualmente la dimisión de toda la directiva de la FSF y la expulsión de Stallman de todos sus puestos, incluyendo el de líder del Proyecto GNU; se propone, igualmente, no compartir proyectos ni eventos que patrocine o en los que participe Stallman y la actual directiva de la FSF.

Entre los firmantes destacan líderes actuales o pasados de proyectos como la Open Source Initiative, el Proyecto Debian, la Fundación Apache o la Fundación GNOME; también la firman, a título colectivo, organizaciones como la Fundación Mozilla, la Fundación X.org o el proyecto Tor.

Otras voces destacadas, como la del profesor de derecho digital James Grimmelmann, anunció en su blog que dejará de donar a la FSF y que tampoco tendrá relación con la misma mientras Stallman siga integrando su junta directiva.

"El anuncio de Stallman demuestra que la FSF, como organización, no ha aprendido nada del movimiento #MeToo, y que ha desperdiciado la oportunidad de realizar la reflexión crítica que había facilitado con su renuncia".

¿Un paso demasiado lejos?

La Processing Foundation, responsable de supervisar el desarrollo de varias librerías de software, fue un paso más allá y anunció una decisión que quizá termine generando más polémica que el propio nombramiento de Stallman: la pretensión de dejar de lado el uso de la propia licencia GPL como gesto para distanciarse de su autor (el propio Stallman).

También la Organización para un Código Ético decidió llevar los criterios técnicos al terreno de lo político afirmando que:

"La decisión de la FSF deja claro que las Cuatro Libertades del Software Libre no constituyen un marco ético suficiente".

(Recordemos que las mencionadas cuatro libertades sólo regulan el modo en que se desarrolla y usa el software: libertad de ejecución, de acceso al código, de redistribución de copias y de alterar el programa).

Vía | The Register

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