Los repartidores de Deliveroo son asalariados y no autónomos: golpe al modelo de las empresas digitales de reparto

Los repartidores de Deliveroo son asalariados y no autónomos: golpe al modelo de las empresas digitales de reparto

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Los repartidores de Deliveroo son asalariados y no autónomos: golpe al modelo de las empresas digitales de reparto

Cada vez vemos a más jóvenes montados en motos o bicis, con grandes mochilas logotipadas, repartiendo comida en las grandes ciudades españolas. La mayoría trabajan para empresas digitales que ejercen de intermediarias entre clientes y restaurantes en el momento de realizar un pedido a domicilio, pero ellos no son asalariados de las mismas, sino autónomos. Al menos hasta ahora.

Según figura en una reciente acta de liquidación de la Inspección de Trabajo, parte de un expediente abierto a la empresa Deliveroo por varias denuncias presentadas en Valencia, "la calificación que las partes den al contrato no lo define". El documento al que ha tenido acceso El País, asegura que "la relación civil que [la empresa] pretende crear esconde una relación laboral". Lo que señalaría a los riders que forman parte de este proceso como falsos autónomos.

Por ello se exige un pago a la compañía de 160.814,9 euros por cotizaciones no pagadas, más recargos, de un centenar de trabajadores de la capital valenciana.

La figura del "proveedor de servicios" no convence, aunque cabe recurso

Los contratos a los que alude la mencionada acta califican al repartidor como un "proveedor de servicios", siendo ese documento un "contrato de servicios" de un "trabajador autónomo". Por tanto, sobre el papel, queda claro que el empleado no forma parte como tal de la plantilla y debe sufragar sus respectivas cotizaciones, siendo trabajadores por cuenta propia. Todos los costes laborales corren de su cuenta.

Este es un modelo similar al que siguen otras empresas digitales de reparto, pero que no ha convencido a la Inspección de Trabajo en la primera resolución sobre la relación que tienen empleado y empleador en este particular nuevo sector.

En el presente supuesto, no obstante la existencia formal de contratos y facturas entre ambas partes, la relación civil que pretender crear esconde, en realidad una verdadera relación laboral. [...] Debe prevalecer el verdadero contrato sobre el pacto fingido o aparentado.

Las principales razones por las que la relación sería laboral son que el trabajador depende de la empresa para organizar su trabajo, aunque Deliveroo pueda permitir que se elija el horario y la jornada; y que la compañía es la encargada de fijar de forma unilateral la retribución aportando también la infraestructura.

A pesar de que esta acta solamente se refiere a ese poco más de cien trabajadores de Valencia involucrados en este proceso particular, existen otras actuaciones de Inspección de Trabajo en marcha en Barcelona y Madrid.

Deliveroo evitó su primer juicio en España, pero quiere que intervengan los tribunales

La razón social del servicio, Roofoods Spain, pretende recurrir la decisión según recoge la información de El País: "Esperamos que esta propuesta sea revisada en los tribunales y, habiendo ganado ante los tribunales en Reino Unido y Francia, confiamos en que se demuestre que son autónomos".

Aunque, según apuntan, "es una relación que ya no está vigente en España". Tras las movilizaciones de verano de varios grupos de trabajadores, se pasó a considerar a los empleados "trabajadores económicamente dependientes". Esta otra figura, de todas formas, es también rechazada en el acta de Inspección de Trabajo por el caso de Valencia: "Tampoco se adapta, como pretende Deliveroo desde julio de 2017, la figura del TRADE".

Repartidor de Deliveroo
El nuevo contrato de colaboración, lanzado en verano, tampoco convence

Llama la atención igualmente la intención de acudir a los tribunales para que revisen las conclusiones de estas actuaciones cuando a finales del mes pasado Deliveroo evitó su primer juicio en España indemnizando a unos repartidores despedidos, según informó El Confidencial. La intención habría sido evitar que un juez dictaminase si sus repartidores son o no falsos autónomos, ya que una sentencia desfavorable habría sentado un precedente que presumiblemente la empresa no quería encima de la mesa.

Seguros para combatir las críticas

Otras compañías del sector con relaciones similares con sus trabajadores también están siendo criticadas y están tomando medidas para abordar la situación, aunque sin hacerlos asalariados.

Uber Eats, por ejemplo, anunció hace unos días que ofrecería un paquete de seguros a sus repartidores europeos con cobertura para accidentes personales, beneficios en efectivo por hospitalización, daños a la propiedad y cobertura por lesiones de tercero. "Los mensajeros de Uber Eats ahora pueden disfrutar de la libertad y flexibilidad de trabajar en su propio horario con la tranquilidad que brinda la seguridad y la protección adicionales", decía el gerente general de Uber Eats para Europa, Filip Nuytemans.

El ofrecimiento de seguros como mejora laboral no ha detenido las críticas

Sin embargo, algunos representantes de trabajadores ya han dicho que la medida es una maniobra de relaciones públicas. "En la mayoría de los casos los trabajadores no recibirán ninguna cobertura de enfermedad, ya que esta póliza sólo les pagará si están hospitalizados", afirmaba un secretario de la Independent Workers Union of Great Britain.

Semanas antes, también Deliveroo había querido combatir las críticas con un seguro de enfermedad y accidente para los repartidores en Reino Unido por 1,85 libras esterlinas a la semana. Con él, los que no pudiesen trabajar debido a una enfermedad o un accidente podrían reclamar el 75 % de sus ingresos semanales promedio con un máximo de 26 semanas.

Imágenes | Akuppa John Wigham y Franklin Heijnen
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