La compañía china dueña de Grindr ha vendido la red social por 608 millones de dólares, tras ser obligada a ello por Trump

La compañía china dueña de Grindr ha vendido la red social por 608 millones de dólares, tras ser obligada a ello por Trump
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Parece que el culebrón que rodeaba a la red social Grindr llega a su fin, con una venta de 608,5 millones de dólares, de la que ha informado Reuters.

Según el medio, la compañía china Beijing Kunlun Tech Co Ltd, propietaria de Grindr desde 2016, ha confirmado haber alcanzado un acuerdo de venta del 98,59% de la red social a San Vicente Acquisition LLC. Se trata de un consorcio de inversores del que según Reuters forma parte James Lu, antiguo ejecutivo de Baidu.

Como vemos, la venta no resulta típica en tanto que cuando hablamos de operaciones de este tipo, suele haber grandes empresas detrás. Y no es el caso, aunque podría haber sido, porque fue el Gobierno de Donald Trump el que, en 2019, a través de un organismo que ahora veremos, obligó a Kunlun a vender la red social. ¿El motivo? "Garantizar la seguridad nacional".

De dónde viene esta obligación de venta de Grindr

Grindr

Beijing Kunlun adquirió parte de Grindr en 2016 por 93 millones de dólares. En 2018, se hizo con la parte restante que aún no controlaba. Pero al hacerlo, no pasó el proceso de revisión del Comité de Inversión Extranjera de Estados Unidos (CFIUS), algo obligatorio.

Ello, sumado a noticias como que Grindr permitió a ingenieros chinos acceder a datos de usuarios, alimentó las preocupaciones en Estados Unidos, país de procedencia de la red social. Estas preocupaciones se transformación en la afirmación de que la app constituía un riesgo para la seguridad nacional. Así, el CFIUS, que controla el Gobierno de Trump, finalmente decidió que la compañía tenía que ser vendida antes de junio de 2020.

Fuera más o menos legítima dicha obligación, lo cierto es que el organismo tiene la potestad para ello. El temor del Gobierno, según informaba Reuters el año pasado, es que datos de militares y agencias de inteligencia pudieran quedar al descubierto o ser utilizados en contra de sus intereses, porque al fin y al cabo con un simple correo electrónico se nos puede relacionar.

Anteriormente, sobre Grindr ya habían recaído acusaciones como que la app permitía rastrear a usuarios con precisión de cinco metros, e incluso saber si tenían VIH o no.

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