Lo que la incursión del periodista en una videoconferencia secreta de la UE nos enseña sobre los fallos de seguridad más evitables

Lo que la incursión del periodista en una videoconferencia secreta de la UE nos enseña sobre los fallos de seguridad más evitables
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Un periodista holandés se coló este pasado viernes en una videoconferencia secreta de ministros de Defensa de la Unión Europea. Una reunión vetada a cualquiera que no formase parte del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE que coordina el español Josep Borrell, alto representante para Política Exterior.

El fallo de seguridad no se encontraba ni en el software empleado, ni en las claves utilizadas, ni en las redes de las instituciones europeas. El error, perfectamente evitable, fue la publicación de una reveladora foto por parte de una de las participantes en la reunión, Ank Bijleveld, la ministra de Defensa de Países Bajos.

El fallo de seguridad no se encontraba ni en el software empleado, ni en las claves utilizadas, ni en las redes de las instituciones europeas: estaba en una foto de una asistente a la reunión

Una foto o un vídeo pueden decir mucho más de lo que pensamos y pueden ser evitables

No es la primera vez que explicamos cómo un inocente contenido audiovisual puede decir a otros mucho más de lo que deseamos cuando lo difundimos.

Una grabación desde nuestro balcón puede revelar dónde vivimos con una mínima información que se muestre si alguien al otro lado lleva a cabo las labores para averigurarlo, igual que una foto cotidiana en la que simplemente se muestra a una política participando en una reunión telemática pruede provocar que cualquier acceda a dicho encuentro confidencial.

En el caso de la ministra neerlandesa, la instantánea ponía en bandeja la brecha de seguridad. En la foto, tal y como detectó el periodista que terminó entrando en la videoconferencia provocando un hilarante momento con Borrell, se podían leer parcialmente las claves de acceso a la videoconferencia.

El la fotografía publicada en Twitter por la ministra holandesa se podían leer parcialmente las claves de acceso a la videoconferencia secreta de Defensa de la Unión Europea

El redactor simplemente las anotó, trató de averiguar la parte faltante —un dígito de un total de seis— y dio con las credenciales concretas.

"¿Sabes que te han metido en una conferencia secreta de Defensa?", le preguntaba el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores a un sorprendido periodista. "Sí sí, lo siento", respondía, anunciando que se iba a marchar. "Es una acto delictivo. Así que mejor sal rápido, antes de que llegue la policía", bromeaba Borrell.

"Esto demuestra una vez más que los ministros deben darse cuenta del cuidado que hay que tener con Twitter", decía con posterioridad Mark Rutte, el primer ministro de Países Bajos. Aunque no hay que tener cuidado con la red social del pajarito, sino con cualquier contenido que publiquemos en la red y que pueda exponer mucha más información de la deseada. Debemos pensar en qué vamos a mostrar, qué es todo lo que se puede extraer de lo que se ve y si estamos dispuestos a correr el riesgo de que esa información pueda ser utilizada por terceros para fines que desconocemos.

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