El peor enemigo de Windows 10 es Windows Update

El peor enemigo de Windows 10 es Windows Update

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El peor enemigo de Windows 10 es Windows Update

El pasado fin de semana Microsoft decidió retirar la Windows 10 October 2018 Update y pausar el lanzamiento progresivo de la actualización en todos los equipos. Esta decisión se tomó tras varios reportes de usuarios cuyos archivos estaban siendo borrados después de instalar la última versión del sistema. Todavía no sabemos cuándo se reanudará la entrega de la actualización.

Esta no es la primera vez que una actualización mayor de Windows 10 viene con algunos problemas aislados, de hecho, la de abril de 2018 pasó por borrar escritorios, causar más bugs con parches para arreglar bugs, impedir la instalación en ciertos SSD, o hasta bloquear equipos por usar Cortana y Chrome. Y no, Windows 10 no es un terrible sistema operativo a pesar de esas historias, es más bien que tiene un sistema de actualizaciones terrible.

¿Qué haces Windows Update?

Windows Update es tan ineficiente, que una de las advertencias de Microsoft más recientes tiene que ver con prevenir al usuario al momento de actualizar en caso de que no tenga suficiente espacio en disco, puesto que Windows Update es incapaz de verificar automáticamente si hay espacio para descargar e instalar los archivos de de una nueva versión.

Así que si tienes un equipo con poco espacio de almacenamiento libre, o ya de por sí con un disco pequeño, las actualizaciones de Windows 10 pueden fallar en tu ordenador. Pero no contento con esto, igual te llena el disco con los archivos que descarga y no puede instalar, porque las actualizaciones no se pueden desactivar o retrasar por mucho tiempo.

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Las políticas de actualización

Windows Update Desastre

Con Windows 10 Microsoft decidió que todas las actualizaciones del sistema deberían ser obligatorias. Esto es algo bueno y malo a la vez, y la razón es simple: Windows 10 no hace distinción entre las actualizaciones de seguridad y las de nuevas características.

Que las actualizaciones de seguridad sean obligatorias y se descarguen e instalen sin siquiera preguntar al usuario más allá de avisar de un reinicio, es algo que tiene más positivos que negativos, a cambio de una molestia menor de vez en cuando tienes un sistema parcheado y protegido la mayoría del tiempo.

Ahora, que esto aplique de la misma forma para actualizaciones de características justamente como las que recibimos dos veces al año, unas que tienen un historial bastante desastroso, tiene más negativos que positivos.

Windows 10 necesita empezar a separar las actualizaciones de seguridad de las de características

Si usas Windows 10 Home, la versión más común entre ordenadores personales de gama baja y media, no existe niguna opción para desactivar o pausar las actualizaciones automáticas. Esto quiere decir que no hay forma de evitar (sin trucos y piruetas) que Windows descargue actualizaciones y las instale, sin importar que no tengas espacio en disco o que la actualización tenga problemas con tu equipo.

Si usas Windows 10 Pro, puedes retrasar las actualizaciones, pero solo por tiempo limitado. Al menos existe la opción, y el usuario puede hacer esto (de forma manual) si prefiere esperar a que la última versión se encuentre en un estado más estable.

Y al final del día, si el usuario decide pausar o desactivar las actualizaciones por completo justo para evitar los problemas de una actulización de abril o de octubre, termina haciendo lo mismo con sus actualizaciones de seguridad. Un problema termina creando otro.

Lo vamos a resolver con inteligencia artificial

Windows 10 Update

Aparentemente lo que menciono ahí arriba no tiene suficiente lógica para Microsoft como para ser aplicado. Los de Redmond han preferido optar por entrenar una inteligencia artificial para mejorar la forma en la que recibimos actualizaciones de Windows 10.

De hecho, para enviar la actualización de abril 2018, una IA de Microsoft seleccionó los equipos que tendrían la mejor experiencia para ofrecerles la actualización primero. Por eso es que no todo el mundo recibe la última versión de Windows 10 al mismo tiempo.

Incluso si solo el 0.1% de los usuarios de Windows 10 tienen problemas al actualizar, esa cifra representa unas 700.000 instalaciones

Una IA también será la responsable de cambiar la lógica de reinicio de Windows 10 a la hora de instalar actualizaciones. El modelo predictivo está pensado para incluso adivinar si el usuario se levantó del ordenador por una taza de café y regresará pronto para así evitar reiniciar en el peor momento.

Y todo esto suena muy bien, pero mientras tanto, ¿por qué parece no ser posible lanzar actualizaciones más estables?. Incluso si solo el 1% de todos los usuarios de Windows 10 tienen problemas con su ordenador, esto representa al menos 7 millones de instalaciones.

Windows 10 se encuentra actualmente, según Microsoft, en más de 700 millones de dispositivos, esto quiere decir que el más mínimo margen de error afecta a mucha, mucha gente. Gente que va a estar molesta con Windows.

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