Cuatro años de cárcel para el programador de una página de descargas en Alemania

Uno de los programadores de la página de descargas Kino.to, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Leipzig en Alemania, a casi cuatro años de prisión, acusado de infringir masivamente derechos de autor. El informático se ocupaba de la parte técnica de la web desde que comenzó.

EL joven declaró que no era consciente de hacer nada ilegal, ya que creía estar en el marco de la alegalidad, un vacío legal en el que no hay regulación específica. Sin embargo, el juez que presidió la sala señaló que “uno no puede refugiarse en la alegalidad” y añadió que el trabajo del informático era vital para que el portal funcionara correctamente.

El fundador de la página web curiosamente aún no ha sido llamado a declarar. Mientras, el acusado se mantuvo en todo momento dispuesto a colaborar, lo que ha conseguido que el tribunal se posicionara a favor de cumplir la pena en régimen abierto.

La defensa está satisfecha porque el informático se librará de la cárcel. La web, que fue denunciada en 2011, distribuía películas, series y documentos con derechos de autor. La popularidad del sitio le llevó a tener hasta cuatro millones de usuarios únicos diarios y unos ingresos considerables a través de la publicidad.

El problema principal en este caso es interpretar qué es estrictamente ilegal y qué es alegal. En España la piratería conlleva ánimo de lucro, por lo que compartir archivos, con o sin derechos de autor (en principio) no puede ser objeto de sanción. No obstante, para intentar cazar a cuantos más mejor, se ha creado la ley Sinde-Wert, cuya efectividad para reducir la ‘piratería’ está por ver. Véase el caso de SeriesYonkis, cuya estrategia para burlar la legislación, consiste en enlazar desde una página clónica (Series Coco), de manera que en caso de cierre por infringir derechos de autor, solo se vería afectada la segunda.

Hay muchas maneras de burlar la ley. Sin embargo, es la ley misma la que falla. En pocos países se tiene una legislación clara sobre el tema y está recayendo en las manos de los jueces el discernir qué es violación de copyright y qué no lo es. Lo ideal sería tener unos parámetros claros sobre ello. Sin embargo, como bien sabemos, hecha la ley, hecha la trampa, e Internet es algo difícil de controlar, por mucho que los gobiernos de casi todos los países se empeñen.

Vía | El Mundo
Foto | Criterion

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