El horror y el error de la TDT en el móvil: Caso DVB-H

La DVB-H (Digital Video Broadcasting Handheld) es una plataforma tecnológica abierta, algo bueno tenía que tener, que hace compatible la recepción de la TDT en el móvil. ¡La TDT!, con lo buena que es...

De la DVB-H o/y TDT Móvil y otras cataplasmas del viejo Sistema hay mucho que hablar y aquí no os vamos a defraudar, ahora que en todo el mundo se toman decisiones gubernamentales, ajenas al mercado espontáneo que es la red, para repartir frecuencias o decidir sobre la tecnología que hará posible convertir "Internet" en una TV con su concesión de canales de TDT móvil y otras rémoras intervencionistas a la medida de gobiernos, grandes partidos y medios/empresas del oligopolio capitalista.

El ciudadano, como es normal, no entenderá nada, incapaz de seguir el ¿debate? entre un marasmo de siglas y decisiones que no alcanza a comprender aunque quizá le suene esa cara, ¿no?. No será, seguro que no, de ¿una vez? que explicó "algo" a los ciudadanos...

Caso DVB-H. Hace más de dos años, Viviane Reding, entonces comisaria de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información de la Unión Europea, instó a los Estados Miembros a poner en marcha el estándar DVB-H: "lo más rápidamente posible".

Casi no nos ha dado tiempo de familiarizarnos con las siglas de una tecnología que había que "impulsar lo más rápidamente posible" o se impondría a la fuerza, cuando ya está siendo cuestionada y abandonada .

En eso, dicen, el actual Secretario de Estado, ha sido un anticipador. Vaya usted, ahora, a preguntar a la señora Reding, ahora comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, o a algún reponsable local, ¿cuántos euros se habrán despilfarrado en estudios (y algo más) para la implantación en Europa de la DVB-H?. Una tecnología que ya no convence y que "ayer" era una prioridad para la Comisión Europea. Algo bastante raro.

Mientras, el ciudadano corriente, habituado a la tele de la concesión, ni protesta ni entiende, bastante tiene con no ahogarse entre las olas y facturas de este mar proceloso de lo digital, no digamos de la "movilidad", en el que gobierno y corporaciones navegan juntos sin contar media verdad.

La DVB-H, no lo olvidemos, era una norma oficial (una empresa, nada más) cuyos dueños ya bailaban en Las Vegas (pdf), celebrando ser la "norma mundial" de un mercado sideral.

Continuará.

Foto | RafeB

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