#eurodiputadoscaraduras con el síndrome de la clase turista, ¿o del banquero islandés?

La ironía y el buen humor, la sátira como contrapoder, no es excepción en el caso de “los eurodiputados pijos y los twitteros cabreados” (Pilar Gassent dixit) que ha sorprendido por su intensidad en el puente de mando del viejo poder que comparten grandes editores, empresarios con comillas y políticos de la decadente partitocracia de las listas cerradas... y de la vergüenza (eurodiputadoscaraduras al margen).

Hasta el punto que el director de El Mundo advertía sobre un escenario revolucionario: “un cambio de régimen por las malas como los políticos no cambien por las buenas”. Pero esa no es la revolución de la generación red que tiene como iniciativa más significativa y concreta a NoLesVotes. Una revolución por las buenas – de domingo y urna (22-M) – que reivindica la democracia y el papel que pueden jugar las minorías y los electores si dan la espalda al bipartidismo como han hecho los alemanes de la región más rica y dinámica de aquel país.

En este sentido, otro periodista de la quinta de la transición y la resistencia al felipismo y al aznarismo, Pablo Sebastián, se expresa con determinación republicana:

Lo que está ocurriendo con los eurodiputados, además en este tiempo de crisis y grandes penurias de los ciudadanos, es una vergüenza escandalosa y merece un escarmiento.

Mientras, Delia Rodríguez nos presenta al “culpable” del #eurodiputadoscaraduras, pero Mayor Oreja acusa a un “comunista portugués” y su compañero Alex Vidal-Quadras se enfreta, solo ante el peligro, a los internautas cabreados defendiendo el vuelo en “business”. Valor y al toro.

En la prensa local son muchos los periódicos que han decidido abrir las compuertas a la indignación desbordante expresada en la red. Por eso a los eurodiputados les llaman: los eurosinvergüenzas que “se comportan como la crema de la aristocracia”: la élite de la casta.

Los gratuitos y los confidenciales hacen las cuentas de la vergüenza, aunque es el titular de ABC el más preciso y sangrante. Y es que se ha hablado tanto de los viajes que se ha olvidado que también votaron en contra de congelarse los sueldos. Entre los eurodiputados españoles la excepción fueron los dos eurodiputados del Grupo Los Verdes/Alianza Libre Europea, Oriol Junqueras y Raül Romeva. Éste último es además el eurodiputado español más activo en la defensa de Internet. Se le quiere y reconoce al de Iniciativa per Catalunya Verds que ya se desmarcó cuando lo del regalo del iPad.

EstrellaDigital.es en su editorial, “#Eurodiputadoscaraduras y el poder de la red”, agradece “a Internet y las redes sociales” que estos actos no queden impunes y generen estado de opinión entre los ciudadanos, especialmente entre los más jóvenes. “Que tomen nota los políticos” recomienda el digital que dirige Germán Yanke.

David Torres en El Mundo (edición de pago) escribía: “el eurodiputado es una evolución lógica del señorito andaluz, la versión mejorada de un orondo obispo medieval, el ectoplasma vivo de aquellas marquesas que se revolcaban en oro y que, cuando el populacho protestaba que no había pan, respondían que comieran pasteles. El eurodiputado ilustra el sentido último de la política, aquel en que el servicio público ser ha transformado en un servicio público, sí, en un retrete lleno de mierda”.

Felicísimo Valbuena de la Fuente, Licenciado y Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Catedrático en la Facultad de Ciencias de la Información, escribe en su blog:

Esos eurodiputados no sólo atraviesan las nubes en sus vuelos. Es que parece que están en las nubes. No se enteran de que las cosas están cambiando mucho. Desconocen la fuerza y la persistencia de los internautas. La Web www.nolesvotes.org logró convertir la votación de los europarlamentarios en un escándalo político, a la vista de la crisis tan profunda que están viviendo los españoles y europeos. Y poco a poco, los eurodiputados se han ido tentando la ropa. Los socialistas quieren ahora votar en blanco. Los populares todavía no se han decidido.

También “en su nube” los ha detectado a los eurodiputados el Periscopio de Rosa María Artal. El corresponsal de El País en Bruselas también los los tiene bien “calaos”: “euroseñorías enfangadas en toda clase de manipulaciones contables para allegar a sus bolsillos el máximo número posible de euros” y “aparentemente ajenos a la situación económica que padecen la mayoría de sus electores” (...) “una sociedad de mileuristas y parados que ha llevado a los eurodiputados socialistas a rectificar pero sin ceder privilegios“.

La modificación registrada es “una rectificación política, sin efecto jurídico”, explica una fuente de la Eurocámara. La votación era indicativa sobre los deseos de la Eurocámara a efectos presupuestarios para el próximo año, para el que reclama una subida del 2,3%, con enmiendas trampa sobre privilegios en las que los socialistas cayeron en tropel. En un intento tardío de salvar la cara, Fernández Aguilar ha explicado “el error en la gestión del voto”.

A esta peculiar y “ejemplar” rectificación, que no lo es, apunta Ignacio Escolar al escribir en su blog que “hay algo más indignante que el resultado de esa votación en el Europarlamento sobre los irrenunciables vuelos en primera: las explicaciones de algunos de nuestros representantes para justificar o corregir lo que votaron”. El síndrome de la clase turista bien puede ser también el primer síntoma del síndrome del banquero islandés:

La gente les abucheaba en el teatro, les tiraba bolas de nieve en plena calle, les lanzaba “piropos” en los restaurantes o les dejaba ocurrentes pintadas en sus domicilios. Salieron pitando de Islandia.

En Nación Red | #eurodiputadoscaraduras y eurodiputados como Raül Romeva

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