La Junta de Andalucía abandona a la ciudadanía y a los servicios públicos a favor del despilfarro

En los penúltimos seis años Andalucía se había convertido en una potencia TIC, tanto por el considerable ahorro, más de 200 millones de euros, como porque éstos pudieron invertirse en nuevos servicios, mejores empleos, más innovación,… sino porque además, estaba exportando conocimientos.

Así, muchas de las empresas que habían surgido al calor de la política de la Junta de Andalucía por la independencia tecnológica y la creación de empleo de alta cualificación llevan años implantado soluciones en otras regiones y países.

La marca Andalucía ya no solo era referente de software libre, y por lo tanto de todos los beneficios que ellos conllevan, sino también se había convertido en un referente de innovación tecnológica, de gobierno electrónico y de empresas con un alto grado de madurez.

Sin embargo, una vez más, nuestros responsables políticos y técnicos nos abandonan y se suman al despilfarro, apuestan por las fotos con grandes multinacionales tecnológicos y a ser esquilmadas por éstas, total, es dinero público.

Decía penúltimos, porque desde hace uno parece que los responsables técnicos con el beneplácito de los políticos se hayan propuesto deshacer todo lo construido, y desde entonces todo es DESTRUCCIÓN, como así lo denuncia Andalibre, la asociación que representa al sector, a un montón de empresas andaluzas y a cientos de profesionales que ahora pueden quedarse en la calle:

…La crisis económica y política que atravesamos, la mayor desde la postguerra, … ha profundizado la brecha entre por un lado una ciudadanía y tejido económicos empobrecidos, y por otro unos gobernantes que en sus poltronas parecen seguir viviendo ajenos y distantes a la extrema gravedad de la situación.
En este contexto, desde Andalibre nos vemos obligados a denunciar la actual política tecnológica y económica pública que parece tener su origen en el último cambio de presidencia en el Gobierno Andaluz. Recientemente esta política se ha visto plasmada en la firma del mayor acuerdo de compra de licencias de software privativo jamás realizado por nuestros gobernantes: más de 23 millones de euros a favor de las multinacionales estadounidenses Microsoft y Oracle, adjudicados a dedo y a escondidas del Parlamento y la ciudadanía. …
Un total de 23 millones de euros de nuestros impuestos derrochados en licencias, o casi mejor, estampitas, que simplemente les autorizan a usar un software absolutamente innecesario por haberse visto superado tecnológica y competitivamente por las alternativas libres y gratuitas que lo reemplazan en su totalidad. 23 millones de euros que bien invertidos podrían haber servido para salvar vidas en nuestros hospitales o en nuestras carreteras, haber cuidado de nuestros mayores y discapacitados, haber contribuido a educar a nuestros hijos, o, sencillamente habernos permitido a las muchas empresas y profesionales del software libre andaluz crear, como hemos ya demostrado saber hacer, decenas de miles de puestos de trabajo cualificados, riqueza local y por ende mayor recaudación de impuestos aquí en vez de en Irlanda o esos otros paraísos donde se alojan fiscalmente las multinacionales referidas.
Una vez más un dispendio público de 23 millones de euros en derroche de nuestros escasos y valiosos impuestos, que, para mayor incongruencia, coincide en el tiempo con la petición de rescate financiero que el gobierno andaluz se ha visto obligado a solicitar a Madrid (FLA) por falta de fondos para sufragar su día a día. Un acuerdo que supone la exclusión de nuestras empresas y el último clavo en el ataúd de la tan cacareada iniciativa política del Gobierno Andaluz en pro del software libre. …

Sensación de atraco y estafa a la ciudadanía

En octubre del año pasado, ya en plena crisis, se prefirió dejar de lado el empleo local y las empresas andaluzas y comenzar con la esclavitud (más de 100 millones de euros iban a ser gastados, que no invertidos en una multinacional alemana); posteriormente en marzo de este año se afianzaba esta apuesta sin fisuras por el derroche y el gasto público en detrimento de la sanidad, educación o servicios sociales, mediante un adelanto de 12 millones de euros en un acuerdo mucho más amplio que ahora comienza a visualizarse y que, sin lugar a dudas, esclavizará a Andalucía de por vida y sus maltrechas arcas públicas.

Me temo que lo siguiente serán nuestros escolares los que también dejaran la libertad por la adicción, pues de una u otra manera debe ser parte de esta enorme traición a la ciudadanía andaluza, a sus empresas, a su futuro, progreso…

Sensación de atraco, estafa a la ciudadanía… lo que está claro es que por respeto a la ciudadanía andaluza en particular y a la Sociedad en su conjunto, algún dirigente político debiera decir a qué se debe este despropósito. Más si como dice Andalibre, el acuerdo se ha realizado de espaldas al Parlamento, pues hablamos de la destrucción de un montón de puestos de trabajo, de empresas andaluzas y lo que aún es peor, el futuro de esta región, que hasta hace muy poco era un referente y un modelo a seguir y que ahora, a pasos agigantados pretende regresar a la edad media.


Ramón Ramón es un apasionado del Conocimiento Libre y la Cooperación, Consultor Internacional TIC para diferentes países de América Latina, ex-Vicepresidente de Hispalinux y fundador de Iniciativa Focus. Su presencia en la Red como dinamizador y divulgador es amplia, ha participado en la organización de eventos de carácter nacional e internacional, y escribe cuando sus viajes se lo permite en su blog: Software Libre y Cooperación. Conocedor del desarrollo del Gobierno Abierto en España y el Software Libre a nivel internacional, ha ocupado diversas responsabilidades de gestión y carácter técnico, como los planes de actualización a software libre de distintos municipios de Andalucía.

Ahora también es colaborador de Nación Red.

Portada de Genbeta