"Lo de WikiLeaks son chismes, chascarrillos", lo dice el taxista, ¿a quién escuchará?

En la tertulia matinal, vespertina o nocturna. No falta día sí y día también el argumento de Borge. El ex Ministro del Interior de Nicaragua y socio de Pablo Escobar según los cables de WikiLeaks. "Los embajadores chismean". Alguno más sutil deja caer, "eso es cosa vieja".

El problema es que el chisme incluye datos precisos del seguimiento de los equipos especiales de la DEA que descubrieron que el entonces Ministro del Interior coordinaba las descargas de cocaína que desde Colombia llegaban en los aviones de Pablo Escobar.

Una noticia impactante que también ha pasado casi desapercibida en España. Tengo pruebas. No la conocía un encantador taxista que tiene "todo el día las tertulias puestas". Un tipo informado que se sabía lo de Rubalcaba, "dicen los americanos que es muy educado" y lo de Blanco "no mira a los ojos cuando te saluda". Periodismo "cinco estrellas" a punto de ser incinerado. El taxista me ha prometido que cuanto se ponga internet se "fijará" en los blogs. Otro para la causa.

Chismes, chascarrillos... explican paternalistas y didácticos (risas) al pueblo por la radio. ¡Hasta en Kenia es el argumento oficial!. El chisme global. No me extraña que le quieran quitar plomo. Allí no se andan con bromas, en un rápido vistazo entre "cables kenianos" he visto muertos, fiscales comprados, holandeses e italianos anunciando donde serían las descargas y más muertos por meter sus narices donde no conviene. Policías decentes que investigaban a los malos, sus familias también asesinadas y algún periodista excepcional: valiente.

Me cuentan que en una tertulia se intensificó el argumento "chisme" cuando El País publicó un magnífico resumen de la Corrupción en Palacio. En otra se avanzó un paso más: chismorreos, chismes... y ¡falsedades!.

Quedaban pocas horas antes de la gran revelación, que esa sí que es grave y ha pasado desapercibida, Zapatero intermediando para que se lleve un contrato militar la estadounidense General Electric cuando ya estaba decidido que se adjudicaría a la británica Rolls Royce, como en el resto de países. El taxista no se había enterado. "Pues mire que me extraña con la radio todo el día puesta".

En Nicaragua o Marruecos también se hace así. Banana Republic y la dimisión del Cuarto Poder radiotelevisivo convertido ya en mera caricatura del periodismo de verdad. Por eso El Quinto Poder, el verdadero periodismo digital, llega de la mano de WikiLeaks para dar el sorpasso. Su misión analizar miles de documentos y no tener miedo a la hora de publicar. Periodistas y editores de verdad.

Kristinn Hrafnsson, el periodista que lleva ahora el timón de WikiLeaks y Iain Overton, el maestro del "Bureau of Investigative Journalism" están convencidos que ese es el gran legado de WikiLeaks. ¿El orgullo que sana el cansancio de de Assange?

El nacimiento del nuevo periodismo, que por cierto, se parece mucho al viejo. Cuando los editores eran insobornables y los periodistas tipos listos y duros como el amigo Kristinn y no pedían permiso para escribir esto o lo otro. Había algo por lo que no se pasaba. Trabajar para gente que no es de fiar. Se imagina alguien a un director aceptando trabajar en un periódico en cuyo Consejo de Administración se sientan los que estaban detrás, por ejemplo, de Argentia Trust.

Se imagina alguien a un periodista o editor, como aquellos tipos duros y decentes, trabajando para un trust en el que está el colega de un dictador imputado por genocidio y asesinato de un grupo de misioneros españoles. ¿Se imagina alguien a aquellos periodistas con principios trabajando para Berlusconi , al que Montanelli ya mandó al diablo hace tanto, tanto, tanto tiempo?. Yo no. Digo más, ese será el nuevo compromiso entre lo viejo y lo nuevo. El espíritu de Leonardo Sciascia. Adorable siempre. Adorable Stendhal.

Con Internet, ya sin intermediarios, la gran revolución es posible. Lo mejor de lo viejo. Aquellos ejemplares periodistas americanos o combatientes de redacción que fumaban con Camus, llegaban a casa, sin duda mucho más modesta que la que tiene ahora el tertuliano medio, y besaban a sus hijos emocionados en la seguridad de que al menos, quizá, por ellos, ahora dormidos, valía la pena seguir y no aceptar la autocensura ni la censura.

Ese es también el legado de Assange. Su amistad fuerte, emocionante con Daniel Ellsberg y que dice tanto que dice todo. Se debería elegir también a la pareja del año, sería esta, claro. Algo nuevo ha comenzado. Este uno de los laboratorios. También un gran periodista español prepara el petate hacia la libertad sin trust.

Ha llegado el momento del quinto poder. Los blogs, WikiLeaks, la tecnología y algo esencial: independencia accionarial. "Ahora los medios pueden ser de los lectores". "Es la revolución de Internet que altera el concepto del periodismo, que anticipó la revolución de los blogs. Los medios de comunicación de la gente". Me cuenta mientras mete en el petate una historia de Montalleni que no es la de Roma. Es la de su ruptura con Berlusconi para hacer su propio periódico. Se acabó. Petate hecho. Unos días de descanso y a la carga. Cuando me dijo adiós le escuché sus últimas palabras en territorio español:

Si fuesen periodistas de verdad "no se hablaría de otra cosa" que de la gran noticia que desvela el mapapundi de la realpolitik global filtrado por un joven oficial del ejército de los EE.UU y un hacker-periodista ejemplar: narcopolítica. Pero ya lo explicó el australiano valiente:

Los periodistas les han dejado salirse con la suya

A Julian Assange ciertas élites, no los narcos de medio pelo, lo quieren asesinar. También su familia ha recibido serias amenazas. En Londres preso está. A esa ciudad, precisamente, van llegando nuevos periodistas de los de antes. Aquella ciudad es un imán. Hasta Marx pudo escribir para alterarlo todo. Divago silente cuando el taxista, ya al final del trayecto, me hace una pregunta:

¿han empurado al narcoministro?.
No, parece que el sistema judicial no es de fiar.
¿Los fiscales?

Dimisión de narcopoderes. El analista de inteligencia Bradley Manning es lo que vio a gran escala. En la cárcel está. Cuando entró todavía le atormentaba preguntarse, ¿esto es lo que hacemos en Afganistán e Iraq?. Ya tiene la respuesta. Pronto la condena. Ha pagado por nuestra libertad. Recompensa del valor. ¿Lo tendremos?.


Si Bradley Manning ha hecho lo que se le acusa de haber hecho, lo felicito. Ha mantenido su juramento de defender la Constitución. Daniel Ellsberg.

Foto | Wikimedia Commons

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