Mubarak ha hablado a la nación esta noche: asegura que 'no dimitirá'


Después de varios días de protestas masivas. Desde el “día de la ira“, el viernes pasado, hasta la marcha del millón (que ha hecho honor a su nombre) de hoy. Mubarak ha decidido dar la cara por televisión por segunda vez y ha asegurado que no dimitirá, pero que no se presentará a las próximas elecciones, tal como le dijo Obama que hiciera.

Aunque no se sabe lo que puede pasar en los próximos días con el dictador cuyo partido formaba parte hasta hoy de la Internacional Socialista, se han visto toda clase de movimientos diplomáticos. Por ahora Mubarak se niega a reconocer la realidad, y su tozudez puede tener consecuencias sangrientas.

La llamada Comunidad Internacional, ha apoyado tímidamente la revuelta popular. Mientras Europa ha callado hasta el último momento, la Administración Obama ha jugado un papel importante impidiendo que Mubarak usara a ejercito para reprimir brutalmente la revuelta como era su intención. EEUU ha apoyado siempre a Mubarak y ha subvencionado militarmente al régimen, pero después de sopesarlo han decidido no ponerse en contra de la población, y de la opinión pública mundial. Porque, hoy en día gracias a las redes sociales y a los medios ciudadanos, todos sabemos lo que está pasando antes por Internet que por los mass media. Ya no es como antes.

Ante la demostración de fuerza ciudadana y el ambiguo apoyo dado por el ejército, Mubarak ha decidido que hablará hoy a la nación Egipcia, y por ende a todo el mundo que espera su marcha, con la excepción de Israel. Donde la desesperación crece por momentos. Ya que toda su estrategia militar ha estado basada en descontar un ataque desde Egipto. Régimen que ha apoyado siempre, y de donde provienen sus conductos de gas. Ahora que la situación se ha tornado imprevisible, al jefe de estado mayor israelí les pone mucho más que nervioso que el más que probable sucesor de Mubarak sea un Islamista.

Los Hermanos Musulmanes, que es la principal fuerza política en la sombra, respondió a la pregunta de Reuters: ¿Si se formara un gobierno de transición, quién podría dirigirlo? con un claro candidato: Sami Enan, el jefe del ejército, un Islamista. Lo cual hace temblar a más de un sillón en Israel. Muchos han visto en ésta revolución analogías con la que ocurrió en Irán, que acabó por traer al poder a los fundamentalístas del Ayatollah Jomeini. Lo que está claro es que, ésta marea de expresión popular es legítima, aunque después degenerase en extremismo religioso, si se da el vacío de poder y la ausencia de apoyo internacional que se dieron en Irán.

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