Piratas de verdad en las entrañas del Estado

Un hacker que era capaz de penetrar fácilmente en el correo electrónico de cualquier persona

Ahora que El País ha puesto la noticia en un destacado titular de portada es posible que algún diputado o diputada haga su trabajo y requiera a Soraya (por ejemplo) información sobre el hacker de la trama (que protege el CNI) y el ejército de informadores en Hacienda, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Instituto Nacional de Empleo, el catastro, la Seguridad Social, Sanidad, Hacienda vasca, Tráfico, Registro de la Propiedad, juzgados, entidades bancarias, compañías eléctricas, empresas de alquiler de coches, agencias de viaje, compañías aéreas, Movistar, Orange... (incluso estaban a punto de conseguir un infiltrado en Visa), que violaban la privacidad de los españoles y ofrecían/vendían datos protegidos a una poderosa trama criminal de la seguridad privada (en principio).

Recuérdese que una de las iniciativas estrella del equipo de Interior de Rajoy es la Red Azul para compartir datos de la policía con el sector de la seguridad privada. La Red Azul de Cosidó.

Los mejores clientes de la trama eran las entidades bancarias, las aseguradoras, las agencias de cobro de morosos, despachos de abogados y grandes empresas. Pero el presunto hacker de la red explicó a la policía, antes de ser rescatado por el CNI y puesto en libertad, que el dinero que le encontraron en casa procedía de fondos reservados del Ministerio de Defensa, ya que le habían contratado para desarrollar un sistema de interceptación de correos. Eso han contado diversos medios (en letra pequeña).

ACTUALIZACIÓN

24 horas después de llevar a su portada la noticia del escandaloso caso de la red de tráfico de datos (incluidos historiales médicos de niños) en la que aparece implicado un hacker protegido por el CNI, que sería capaz de acceder a cualquier ordenador conectado a la red, el diario El País editorializa sobre el asunto con el título Espionaje en masa:

Cuando una red de espionaje privado ha podido funcionar durante muchos años, sin ser molestada, es que un numeroso y heterogéneo conjunto de personas se creían poco menos que impunes.
Lo triste (además de muy inquietante) es que donde dice red de espionaje privado podía decir red de robo de bebés. Para calibrar el Estado de la Nación.

En Nación Red | El pirata informático que trabaja para el CNI

Portada de Genbeta