La ergonomía del puesto de trabajo, una asignatura pendiente

El que escribe estas líneas ya peina unas cuantas canas y tiene en su memoria aquellos monitores de 13 pulgadas monocromos en fosforo verde o naranja en el cual quemó sus pestañas en los inicios de su vida profesional.

Por no hablar de las horas dedicadas a los más variados juegos, en un televisor en blanco y negro o a color. O la llegada de las primeros monitores con capacidad de mucho colores pero teniendo que seguir esforzando la vista con las resoluciones a 320×480 o la novedosa VGA con 640×480.

¿Y ahora? Ahora tenemos portátiles en donde nos hacemos criar las más bellas jorobas dromedarias, con grandes y brillantes pantallas que reflejan más que los cromados de una Harley o teclados de saldo que nos destrozan las muñecas.

Es el momento de decir basta.


No esperes, es tu salud lo que te juegas


Es curioso como en las entrevistas de trabajo todos nosotros nos centramos en el sueldo, horario y ambiente de trabajo. Pero muy pocos hacen preguntas como si hay luz solar, cuantos monitores hay por puesto, si se trabaja solamente con portátiles o la calidad de las sillas.

Es decir, el mayor mal para la ergonomía y salud laboral del trabajador de desarrollo de software es el propio desarrollador que, en general, delega en su empresa el proveer de aquellas herramientas de trabajo que hacen de nuestro entorno físico el mínimo necesario para programar.

Cuando, realmente, con esa actitud el físico que se gasta es el nuestro. La vista cansada, la pesadez a partir de la media jornada, el síndrome del ratón, las lesiones en las muñecas o en la espalda por malas o forzadas posturas.

La solución es coger los toros por los cuernos y al igual que un violinista atesora su instrumento que le permite la mejor ejecución; o un jugador de billar sus tacos de mayor precisión; o un pintor sus pinceles y su gama de colores. Así debemos proveernos de las herramientas que hagan nuestro ecosistema físico lo más cómodo y ergonómico posible para poder trabajar a gusto.

Busca las soluciones. Son cercanas.

En mi caso particular el primer y más sencillo paso para mejorar mi entorno de trabajo es adquirir un soporte para el portátil. Que no sea demasiado pesado como para no poderlo transportar, pero tampoco algo endeble. Una estación de anclaje del portátil que me levante la pantalla y que incluya un teclado de verdad. Y no una membrana con poca velocidad y feedback, como el de la mayoría de los portátiles que las consultoras asignan a sus recursos.

Por supuesto un buen ratón, con un movimiento fluido y sin esfuerzo. Mantenle limpias las almohadillas inferiores que la fricción puede producir molestias en la muñeca, sin que te imagines de donde provienen.

El siguiente paso, un buen monitor secundario. De hecho para mí es imprescindible actualmente el tener mi monitor de 22 pulgadas a la izquierda del monitor del portátil, ya que mi productividad tanto picando código como gestionando proyectos se multiplica. Además la vista sufre mucho menos al evitar los reflejos de la pantalla LCD diseñada para ver vídeos y fotos; y no cientos de líneas de código o texto.

A continuación pelea una buena silla. Negocia, patalea o enfádate. Según el momento, el interlocutor o la circunstancia. Hay una sutil relación proporcional entre la calidad de una empresa con respecto a la calidad de las sillas. Tenemos que estar muchas horas sentados en ellas como para que no sean confortables o que puedan producir lesiones. Y es que una mala silla te provoca el síndrome de “sentarse sobre la espalda” o cómo ver el monitor desde el borde de la mesa. También se produce el efecto contrario que es codificar con la nariz a 15 centímetros del monitor. Y todo ello gracias a que el asiento te provoca “irritación de trasero” y no hay quien se esté quieto en la misma postura después de un par de horas sentado.

Lo más difícil, o lo más fácil depende de la situación, es el que tengamos luz del día. Por alguna razón demasiadas empresas de desarrollo de software, o sus clientes, meten a los pica código en las catacumbas como si la vitamina D se generara con la radiación de los monitores. Y es una cosa que debieras tener en cuenta cuando estás realizando la entrevista de trabajo. Si el sitio en donde vas a estar hace un calor de los mil demonios en invierno y un frio de helarse en pleno agosto… porque esas cosas después son muy difíciles de cambiar.

En resumen, da un paso adelante y gástate unos euros en hacer mejor tu entorno físico de trabajo, no dejes en manos de otros tu salud laboral.

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