Así se organiza la guerra digital de ISIS

Autora de secuestros y violaciones, ejecutora de muertes y conocida por sus métodos sanguinarios y vídeos aterradores difundidos a través de las redes; ISIS es, por desgracia, una de las organizaciones terroristas con mayor presencia en los medios. Su repercusión le confiere un poder digital terrible contra el que Occidente no lo tiene fácil.

En su estrategia hay campañas en redes sociales, productoras de vídeo para Youtube -absolutamente conocedoras de los procesos y métodos de producción occidentales-, apps de móvil,infinidad de recursos web y una estructura tan organizada que les hace parecer mucho más influyentes de lo que en realidad son : así funciona la guerra digital del Estado Islámico.

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Islam online

A pesar de la repercusión que tienen sus actos, no son los únicos en el Islam que apuestan por Internet. Existe la falsa creencia occidental de que los devotos de esta religión viven de espaldas al mundo online, cuando en realidad lo abrazaron desde el primer día.

El experto Gary Bunt lleva estudiando y analizando esa presencia digital desde hace más de quince años, en artículos académicos y libros, así como en Virtually Islamic, su blog personal.

Según Blunt, académicos, estudiantes, activistas y predicadores se valen de la red para comunicarse, pues esta "realiza un papel básico en la expresión de la identidad islámica".

Una tendencia que, sorprendentemente para los occidentales puede remontarse a la época del Profeta Mahoma:

"(En esa época) el conocimiento religioso se desarrolló como un sistema abierto en el que, igual que en la Wikipedia, la gente colaboraba para establecer un consenso sobre el saber islámico".

Según Bunt, sin duda una de las voces que suenan más alto en el ciberespacio es la del Corán. Traducciones y comentarios online proporcionan un acceso sin restricciones y la mayoría de instituciones religiosas importantes gozan de una fuerte presencia. En resumen, que en la red encontramos Islam para todos los gustos, por supuesto también enfrentado a la idea extremista del Estado Islámico:

ISIS, de Al Qaeda al califato

Nacida bajo el paraguas de Al Qaeda para combatir la ocupación americana en Irak, el Estado Islámico se independizó el año pasado del grupo, declarando su soberanía sobre Siria e Irak, su califato, un territorio que se organiza como un Estado no reconocido y que controla varias ciudades como Faluya, Al Raqa (la teórica capital) y Mosul, entre otras.

Actualmente se encuentra controlado por radicales fieles a Abu Bakr al- Baghdahi, "califa de todos los musulmanes", quienes reclaman la autoridad religiosa sobre todas las regiones habitadas por estos (los musulmanes).

Protagonista de las últimas noticias sobre el mundo islámico por la decapitación de un arqueólogo en Palmira estos días, el grupo yihadista vuelve a trascender en la red.

La Yihad digital: armados hasta las teclas

Su espectáculo de violencia virtual sigue una estrategia cuidada. A través de su perfil de Twitter, y su aplicación The Dawn of Glad Tidings, mantiene informados a sus seguidores sobre sus últimas acciones. Además, diferencia entre sus audiencias objetivas (target), envía mensajes a grupos específicos, y lleva a cabo un reclutamiento online basado en la publicación de imágenes motivadoras que muestran las supuestas ventajas de formar parte del “califato”.

Tras ellos se encuentra la productora propia del Estado Islámico: Al Hayat Media Center, una entidad que, curiosamente y según el Instituto de Investigaciones de Medios de Comunicación en el Oriente Medio, está dirigida por un excombatiente alemán en Siria: Aka Deso Dogg.

Conocedora del lenguaje occidental (y también audiovisual) es la responsable de un material propagandístico con el que busca adeptos a su causa y la herramienta de comunicación principal de los radicales. Para evitar que sus contenidos sean bloqueados, se vale de los servicios de almacenamiento Archive.org y Justepaste.it.

No podemos perder de vista tampoco el control que ejercen sobre la red y que se ejemplifica en el cierre de acceso a Internet que ISIS llevó a cabo a finales de julio en Raqqa, la ciudad siria que funciona como capital de facto de la organización. ¿Su objetivo? Dificultar a los ciudadanos el contacto con el mundo más allá del califato y controlar todas las conexiones, pues las únicas disponibles se realizaban a través de cibercafés gestionados por la entidad. Otra población, Aleppo, se ve afectada desde marzo por el mismo problema.

Hasta 46 mil cuentas de Twitter

Y parece que tienen éxito, pues un reciente estudio de Brookings elaborado por J.M. Berger y Jonathon Morgan, estima que al menos 46 mil cuentas de Twitter fueron utilizadas por sus simpatizantes durante los tres últimos meses del año pasado. Pero el documento fue más allá, pues incluso dio a conocer que la mayoría de ellas habían sido creadas en 2014, cuando el grupo se escindió de Al Qaeda .

La investigación,titulada The ISIS Twitter Census, tuvo en cuenta la demografía de la organización, las métricas de sus partidarios en las comunidades virtuales y examinó los efectos del cierre de cuentas partidarias del grupo terrorista así como las recomendaciones que recibían.

Fruto del análisis de estos parámetros, averiguaron que los citados perfiles disponen de una media de unos 1.000 seguidores, la mayoría de los cuales se encuentran en zonas de Siria e Irak controladas por el grupo armado. ¿Los tuits preferidos? Los que incluían referencias directas a ISIS.

El análisis del idioma de las comunicaciones, asimismo, desveló que un 73% de los adeptos al DAESH empleaba el árabe, mientras que el 18% se valía del inglés y el 6% del francés. Los avatares o imágenes de perfil preferidos fueron los siguientes.

Una dosis de su propia medicina: soldados y ¿geeks?

Teniendo en cuenta que ISIS ha llevado el terrorismo a un punto virtual desconocido hasta ahora, kurdos y estadounidenses han decidido combatirlos con armas similares.

Uno de los datos curiosos conocidos recientemente llegan del corresponsal de guerra del New York Times Rukmini Callimachi, que describe cómo los soldados emplean en el mismo campo de batalla tabletas de Samsung con Android y Google Earth para seguir la estrategia de los terroristas y coordinar el apoyo aéreo. En román paladín: los kurdos suben las coordenadas GPS a la nube y, a continuación, ven caer una lluvia de metal.

Según el periodista, los militares disponen de un sistema propio que incorpora “inteligencia, vigilancia y reconocimiento ISR (plataformas y otros activos, o sea: desde aviones y satélites a aviones tripulados). Un método al que los expertos atribuyen las derrotas de la organización terrorista en Kobani y Tel Abyad, entre otros. Hasta usan una app específica, iSpatial, basada en los mapas de Google.

Otra de las iniciativas, que cuenta también con la colaboración de los Emiratos Árabes Unidos, ha sido la puesta en marcha del Centro Sawab (significa “el camino correcto”), el arma de comunicación con la que se luchará contra la propaganda terrorista. Una Coalición Mundial contra la DAESH que pretende aportar un enfoque "apropiado" sobre la cuestión y dar voz a las voces islámicas (no terroristas, obviamente) más moderadas.

Al margen de acciones oficiales, la periodista Christine Duhaime ha publicado un libro blanco sobre la guerra contra el terrorismo digital, un documento en el que presta especial atención a la batalla librada contra el Estado Islámico y cuyo análisis podría ayudar a comprender en profundidad el conflicto.

Estudiado el contexto, la consecuencia directa de las acciones online de ISIS es, como afirma el secretario de Seguridad Nacional de los EEUU, Jeh Johnson, que “a pesar de no hacerlo físicamente, gracias a la tecnología, el grupo sí consigue llegar a nuestro territorio”. Algo que solo puede frenarse si las comunidades occidentales se involucran para detener la propaganda yihadista, aunque las recetas estén poco claras.

Ahora bien, tampoco cabe olvidar que una fuerte presencia online no significa necesariamente una efectividad y popularidad offline a la misma altura. Incluso, según la BBC, esa misma sobreexposición en redes sociales podría indicar que la organización "carece de un apoyo orgánico fuerte". De hecho, aunque sus acciones en la red tienen gran visibilidad, lo cierto es que su avance militar se ha visto frenado.

Imágenes | Cordon Press

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