Glovo pagará 23.000 euros a la familia del repartidor fallecido pese a no formar parte de su flota, y surgen más dudas sobre su modelo

La tragedia de la muerte del repartidor de Glovo se ha agrandado al conocer gracias a la compañía que no estaba registrado como repartidor. Aunque parezca increíble, el uso de cuentas compartidas habilita a que personas que no cuentan con cuenta de Glovo (ni generalmente están dadas de alta como autónomos ni tienen papeles en España) puedan hacer repartos en nombre de los titulares.

Glovo no permite esta práctica, pero tampoco está haciendo esfuerzos por mitigarla. El año pasado ya se publicaron artículos como este en El Confidencial, donde se destaparon estas prácticas ilegales para Glovo, que por tanto conoce desde entonces, como mínimo, y que son un reflejo de cómo la precariedad que ya de por sí sufren sus repartidores se agrava sin control.

El mismo diario, en una información publicada ayer, también explicaba que, Glovo, que ha afirmado que correrá con los gastos del seguro pese a que el repartidor fallecido no formaba parte de su flota de riders, compensará a la familia con 23.000€. Es la cifra que sale de su información oficial de seguro privado: 20.000€ por accidente mortal, más 3.000 euros por sepelio (gastos de entierro). Por supuesto, es menos de lo que se contemplaría en el caso de que los repartidores tuvieran contrato.

Un problema difícil de controlar, pero que debe ser prioridad número uno para las empresas de delivery

Si uno de los mayores peligros a los que se enfrenta un repartidor de Glovo es al de los posibles daños físicos, debe ser prioridad número uno de la empresa acabar con las prácticas de las cuentas compartidas, pues bajo un servicio que se está prestando en nombre de Glovo pueden ocurrir desgracias como la que ha sufrido este joven y viceversa, que un repartidor, en bicicleta o moto arroye a un tercero que quede herido de gravedad.

Hoy en día comprobar la identidad de forma proactiva, como necesita un sistema como este, no es nada sencillo, pero tal y como decía Zuckerberg "si no podemos proteger tus datos, no merecemos estar a tu servicio", si Glovo no puede proteger de forma efectiva a sus repartidores, y comprobar que efectivamente son sus repartidores, quizá no merece prestar servicio.

Tal y como ha pasado con las redes sociales, las empresas de reparto no pueden hacer como que la realidad de su servicio en el mundo no va con ellos

Y en este sentido de la propiedad y la seguridad, sin entrar a fondo en el asunto de los contratos, Glovo podría, por ejemplo proporcionar bicicletas en buen estado, ofrecer al menos un servicio de reparaciones y comprobación de frenos, dar mayores indicaciones de seguridad, etc. Cualquier cosa ayudaría en este sentido, pero también pueden hacer más a nivel de funcionamiento de aplicación. Sin entrar en si sus repartidores son falsos autónomos, pues eso lo dirimen los jueces (y lo denuncian distintos colectivos), el trabajo es precario, y quizá las altas demandas de reparto del sistema, establecido a través de la aplicación, con estimaciones demasiado optimistas de tiempos de entrega.

Los repartidores lo denuncian, mientras que los directivos rechazan que el funcionamiento sea un problema. Según El Confidencial, UGT ha denunciado a Glovo a Inspección de Trabajo, a cuyas conclusiones y actuaciones tendremos que estar muy atentos.

Imagen destacada | Scott Rubin (CC BY 2.0)

Ver todos los comentarios en https://www.genbeta.com

VER 4 Comentarios

Portada de Genbeta