La Inspección de Trabajo insiste, ahora en Madrid: los 'riders' de Deliveroo no son autónomos, son asalariados

Teniendo en cuenta el precedente de Valencia, la decisión era de esperar. La Inspección de Trabajo ha mantenido el criterio del fallo anterior y vuelve sobre su postura: los riders de Deliveroo son asalariados, no autónomos. Este órgano laboral dependiente del Ministerio de Empleo se reafirma ahora en la capital, donde el número de repartidores es abultadamente superior al de la capital valenciana, contra un modelo que la empresa digital continúa defendiendo.

Según informa El País, Deliveroo ha recibido una notificación de la Inspección de Trabajo en la que se concluye la existencia de relación laboral entre los repartidores y la compañía. Siendo así, estos autónomos debería estar dados de alta en la Seguridad Social como empleados asalariados, cargando la empresa con los costes propios de tal condición.

Deliveroo recurrirá a la justicia y asegura que la decisión del órgano laboral no tiene efectos jurídicos

La compañía británica va a optar, como sucedió en Valencia, por recurrir a los tribunales para defender su modelo laboral. Un portavoz ha asegurado al diario que ha avanzado la noticia que la decisión del órgano de Empleo "no tiene efectos jurídicos". Determinarlo, dice, queda en manos de la justicia.

"El medio de producción es la aplicación, no las bicicletas ni los móviles"

El periódico apunta que esta nueva decisión casa con lo que esperaban desde las altas esferas del Ministerio de Empleo. Asegura que un alto cargo del departamento apuntó, hace semanas, que "hay coincidencia en los criterios de la Inspección, los servicios jurídicos de la Seguridad Social y los del Ministerio".

Si en Valencia se le exigió a la compañía 160.000 euros por cotizaciones impagadas tras el expediente abierto por la denuncia de Riders por Derechos, dado el mayor número de repartidores de Madrid y el mayor tiempo de operación, se espera que la cuantía reclamada sea notablemente mayor.

Si en Valencia se exigieron 160.000 euros por cotizaciones impagadas, en Madrid la cuantía reclamada se espera mucho mayor

La clave del fallo de la Inspección de Trabajo en la ciudad del Turia, presumiblemente la misma que se ha tenido en Madrid, era que el verdadero medio de producción consideran que está en manos de la empresa y es la propia aplicación. No son, por tanto, ni las bicicletas ni los móviles como defiende Deliveroo. De ahí que se considere a estos trabajadores falsos autónomos, porque la plataforma es en todo momento la parte esencial del negocio.

Partiendo de esto, servicios como Glovo, Stuart o Uber Eats, en los que el modelo laboral guarda estrechas similitudes, podrían correr la misma suerte. De hecho, el sindicato UGT denunció a estos servicios hace un mes ante la propia Inspección de Trabajo.

Imagen | Franklin Heijnen (CC BY-SA 2.0)
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