Alguien ganó un concurso artístico con una imagen hecha con IA. No se conformó: quiere que los tribunales le reconozcan como artista

El debate de fondo es si introducir prompts tiene intención artística para ponerlo al nivel de creaciones más humanas.

Antonio Sabán

Director

En 2022, un artista digital llamado Jason Allen ganó la Feria Estatal de Colorado (EE.UU.) en la categoría de Artes Digitales y Fotografía con Edición Digital. Había presentado varias obras al concurso, y una de ellas ('Theatre D'Opera Spatial') obtuvo el primer puesto. Sin embargo, en aquel momento no le dejaron registrar la obra ganadora, y lleva tiempo buscando que le consideren artista.

Batalla legal. Al ganar el concurso, como cualquier artista (o persona que se considera como tal), Allen quiso registrar la obra. El problema es que la oficina de derechos de autor de Estados Unidos no lo permitió, al contener el trabajo "más de una cantidad mínima de contenido generado por inteligencia artificial". No contento con dicha consideración, Allen ha presentado una solicitud judicial para que 'Theatre D'Opera Spatial' sea considerado arte y él un artista, según 404media.

¿Qué es arte? En el centro del debate está si un prompt tiene creatividad detrás, y si tal cosa puede ser considerada arte. La argumentación de la solicitud no resulta especialmente sólida, aunque tendrá que ser un juez quien lo sentencie. Los abogados defienden que Allen "creó la imagen proporcionando cientos de indicaciones de texto iterativas [...] para ayudar a expresar su visión intelectual". Pese a demostrar ese detalle, en la oficina siguen sin otorgarle esa consideración.

Quienes están a favor de considerar las creaciones hechas con IA arte argumentan que es una herramienta más de creatividad, como un ordenador, un pincel, una tablet o una cámara. Quienes están en contra consideran que no tiene la intención humana por mucho que se cree o genere a golpe de prompt.

Ya hubo debate en otros áreas en momentos "recientes de la historia": cuando apareció la fotografía, por su realidad mecánica respecto a la pintura mediante tecnología. Ahora es un debate superado, y consideramos arte una película hecha por ordenador o la ilustración digital. Hay quien sí piensa que es arte y tendrá valor futuro, y en 2018 pagó 432.500 dólares por un cuadro pintado por una máquina. Mucho antes de Dall-E 2.

La clave. Como argumenta Allen, iba buscando algo, sus prompts tenían un fin. Si él no introducía los prompts exactos no llegaría a la obra que tenía en mente. Por casos así, se argumenta que puede ser arte en el sentido de que aunque se deja en manos de la máquina el resultado final, es un resultado buscado, con intención. 

El problema, claro, es que es difícil convencer de algo así a la comunidad cientídica cuando los laboratorios de IA han usado obras artísticas, gráficas o en texto, para entrenar modelos. Y todo ello, sin pagar ni pedir permiso por usar las creaciones para entrenar modelos. Los laboratorios lo saben y ya están pagando por haberlo hecho mal: 1.500 millones de dólares en el caso de Anthropic.

Imagen | Jason Allen y captura de MidJourney

En Genbeta | Una imagen hecha con inteligencia artificial gana un concurso de fotografía. Los jueces pensaron que era una playa de verdad

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