Japón tenía medidas proteccionistas que permitían a las empresas seguir hacia delante aunque no fueran triunfando, pero esto se está acabando
Japón está haciendo un gran cambio en su cultura empresarial. El país, además de buscar que la gente pueda tener un mejor equilibrio entre el trabajo y su vida personal para atajar los graves problemas de depresión que el estrés ha traído, ahora también está dejando morir a empresas cuando no son rentables.
Este país tradicionalmente ha protegido mucho a los negocios, aunque no tuvieran ganancias, ahora se decanta porque el mercado se regule sin el proteccionismo estatal. Bloomberg, un medio reconocido económico, ha recogido qué está pasando a este respecto.
El Banco de Japón sin tipos de interés... ya no
Por ejemplo, la estación de esquí Zao Onsen cuenta con un negocio tradicionalmente familiar para alojar a turistas. Tiene 30 habitaciones y prosperó durante el auge económico de Japón tras la Segunda Guerra Mundial. Gente de familias adineradas iban allí mucho en el pasado. Pero desde los años 80, tras el estallido de la burbuja económica japonesa, comenzó una decadencia del negocio.
Como explican ellos mismos, pasaron a ganar lo básico "para pagar los intereses de sus deudas, uniéndose a la creciente cantidad de empresas que sobrevivieron en parte gracias a que el Banco de Japón recortó los tipos de interés a cero para que los prestatarios no incumplieran sus préstamos".
Y eso tuvo consecuencias generalizadas. Tanto que se calcula que en 2010, casi una de cada cinco empresas iban tirando gracias a los rescates y otras ayudas financieras. Pero, según el mencionado medio, no iban abordando sus problemas fundamentales. En 2008, profesores de economía de Japón y de Estados Unidos, acuñaron el término "empresas zombi" para este tipo de negocios que el país apoyaba pero que no estaban llevando a ninguna ganancia.
Para la cultura japonesa, como explican los expertos en la idiosincrasia nipona, las empresas sienten un fuerte compromiso a sus empleados, y es que estos, a cambio ofrecen lealtad a sus empleadores. Es una norma no escrita que rige la economía.
Aumentan los tipos de interés por primera vez en 17 años.
En marzo de 2024, el Banco de Japón aumentó los tipos de interés por primera vez en 17 años. Eso, explicaba la prensa local, puso fin a la era histórica de tipos de interés negativos en el país. Los bancos centrales utilizan los tipos de interés negativos como política monetaria para estimular el crecimiento económico y combatir la deflación. Esta política implica la imposición de cargos a los bancos comerciales e instituciones financieras por mantener grandes reservas.
A su vez, se incentivó a los bancos a gastar y prestar dinero a la economía, en lugar de ahorrar. En 2014, mientras se enfrentaba a presiones deflacionarias, el Banco Central Europeo se convirtió en el primer gran banco central en implementar tipos de interés negativos. En los años siguientes, varios otros bancos centrales, incluido el de Japón en 2016, siguieron el ejemplo y redujeron los tipos de interés por debajo de cero.
Con su decisión de marzo de 2024, Japón se convirtió en el último país del mundo en poner fin a una política de tipos de interés negativos. El Banco de Japón (BOJ) afirmó que la economía se ha "recuperado moderadamente" y que es "muy probable que los salarios sigan aumentando de forma constante".
Según el Foro Económico Mundial, el problema en el país era profundamente estructural: el estallido de la burbuja económica y sus secuelas en la década de 1990; la rápida disminución y envejecimiento de la población (una situación que aunque ahora está muy extendida, en aquel momento ninguna economía avanzada había experimentado como tal), y la China emergente y el consiguiente aumento de las importaciones baratas
Qué está pasando con el nuevo cambio
Ahora el Gobierno japonés ha entrado de lleno en la idea capitalista donde las empresas poderosas reemplazan a rivales débiles, como explica el reportaje. Todo el proteccionismo tradicional va perdiendo fuerza.
Incluso, afirman desde Bloomberg, hay reguladores que han estado presionando a las empresas para que cambien esto y se centren en ganar dinero. Por ejemplo, Kazuyoshi Komiya, consultor que ayuda a pequeñas y medianas empresas a recuperarse considera que "Japón ha sido sobreprotector" con esas empresas a las que él ayuda y ha declarado públicamente "que el sector debería llevar a cabo una regeneración saludable".
Una información representativa es que en 2024, el número de las bautizadas como empresas zombi comenzó a disminuir por primera vez en siete años. En el año fiscal que finalizó en marzo, las quiebras aumentaron un 13%, hasta alcanzar las 10.070, la cifra más alta desde 2014.
En todo esto, hay un cambio de política que influye. Desde la Segunda Guerra Mundial, Japón se ha forjado una reputación de refugio global para los inversores, en parte gracias a un sistema político basado en el consenso, liderado por uno de los partidos políticos más exitosos del mundo. Pero el centro se está desmoronando y la derecha populista y muy conservadora ha ido ganando mucho poder.
Imagen | Foto de Rob Maxwell en Unsplash
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