Nueva Zelanda tiene unas políticas muy restrictivas para el talento inmigrante y las empresas han pedido a los ministros un cambio. Así serán las novedades
A pesar de que el discurso contra la inmigración está siendo una baza de muchos líderes del mundo para desviar la atención de otros problemas que sus países y su gestión política sufren, los movimientos migratorios son parte natural de la historia de la humanidad. Recientemente, un estudio realizado por Indeed, portal de búsqueda de empleo, mostraba que el talento nómada está cayendo porque mucha gente decide que prefiere no mudarse de país a lugares donde poder recibir insultos por ser inmigrantes.
Aun así, hay países que están viendo que necesitan de personas extranjeras para que su economía pueda seguir funcionando. Naciones como Japón, tradicionalmente cerrada a la gente de fuera, aislada en su isla donde llegar sin visado no era posible, está ahora fomentando la llegada de profesionales nacidos en otros países con muchas medidas para atraerlos y ayudarlos a aprender el idioma. La última en unirse a esta tendencia es Nueva Zelanda.
En el caso del país oceánico, al ser también una isla muy alejada de otros países del mundo y en medio del océano, la llegada de personas de otros países solamente puede ser con un visado. Y el país está viviendo un problema demográfico partiendo porque sus propios ciudadanos también deciden buscar otros destinos del mundo en donde llevar a cabo su vida.
En el año fiscal que finalizó en junio de 2025, se estima que 71.800 ciudadanos neozelandeses emigraron, frente a los 67.500 del año anterior y la cifra récord de 128.750 salidas un año antes. Con este panorama, las empresas han comunicado a los ministros del país que están siendo los migrantes trabajadores los que mantienen la actividad en marcha pero se enfrentan a opciones de residencia limitadas por culpa de las leyes que el país tiene que restringen los derechos de las personas extranjeras.
Cómo será el cambio en Nueva Zelanda
Con esto, Nueva Zelanda flexibilizará las restricciones de residencia mediante reformas migratorias que irá aprobando de manera gradual en este 2025 y luego en 2026, ya que el país enfrenta una salida récord de ciudadanos y una grave escasez de mano de obra en sectores clave.
Las autoridades afirman que el objetivo es eliminar los umbrales salariales para muchos puestos de trabajo, flexibilizar las normas para trabajadores menos cualificados, ampliar la duración de algunas visas y crear dos nuevas vías de transición del trabajo a la residencia diseñadas para retener a los comerciantes y trabajadores con experiencia que ya contribuyen a las empresas locales.
El gobierno argumenta que los cambios ayudarán a los empleadores a retener a su personal en un momento en el que las empresas tienen dificultades para cubrir turnos, mientras su población local emigra en masa a otros países.
El Gobierno ha anunciado hace unos días los primeros cambios cambios en la Visa de Residente de la Categoría de Migrante Calificado que ayudarán a los empleadores a retener a los trabajadores calificados. Se introducirán dos nuevas vías de residencia bajo la Visa de Residente de la Categoría de Migrante Calificado (SMC). Vía de Experiencia Laboral Calificada: para migrantes en puestos calificados (niveles de habilidad 1 a 3) con al menos 5 años de experiencia laboral directamente relevante, incluyendo 2 años en Nueva Zelanda, con un salario al menos 1,1 veces el salario medio.
Y luego habrá la "Vía de Oficios y Técnicos" para migrantes en puestos específicos de oficios o técnicos que posean una cualificación relevante de Nivel 4 o superior y tengan al menos 4 años de experiencia posterior a la cualificación, incluyendo 18 meses en Nueva Zelanda con un salario igual o superior al salario medio. Además, los solicitantes deberán cumplir otros requisitos para la residencia, como salud, reputación y el requisito de inglés.
Los requisitos de experiencia laboral en Nueva Zelanda se reducirán ligeramente para algunas vías de acceso actuales. Este cambio reduce la cantidad de experiencia laboral en Nueva Zelanda requerida para la mayoría de los migrantes, de un máximo de 3 años a un máximo de 2 años. Esto ayuda a mejorar la competitividad internacional.
Otros cambios también incluyen la eliminación del requisito de tener un salario mayor al solicitar la residencia. En su lugar, los migrantes solo tendrán que mantener el mismo salario medio durante todo el período requerido de experiencia laboral en Nueva Zelanda. "Estos cambios entrarán en vigor en agosto de 2026 y proporcionaremos información detallada próximamente", anuncian en su web oficial.
Como explican fuentes oficiales, el mensaje es claro: Nueva Zelanda está flexibilizando ciertas restricciones de residencia para retener a quienes ya aportan valor. Para muchos migrantes y sus empleadores, este cambio podría convertir un buen empleo en un plan a largo plazo, que ayude a estabilizar empresas y comunidades en un momento en que el país necesita ambos.
Nueva Zelanda tiene una ventaja: buen equilibrio entre la vida y el trabajo
Cabe mencionar aquí que par el país, esta ola de ciudadanos que emigran está siendo un problema de máxima preocupación. La nación tiene algo más de 5 millones de habitantes y. Cuando hace un par de años se fueron un récord de 127.800 personas se analizaron las causas para esta decisión: el alto costo de la vida y la falta de oportunidades laborales llevó a los neozelandeses a buscar nuevos lugares donde trabajar y vivir. No todos eran nacidos en el país, muchos también eran inmigrantes que se cansaron del país, donde la ley tampoco los acoge fácilmente.
Pero es un país con una gran ventaja según un estudio reciente. El Índice Global de Equilibrio Vida-Trabajo reveló que Nueva Zelanda fue coronado como el mejor país en cuanto a equilibrio vida-trabajo por tercer año consecutivo, mejorando su puntuación de 2024, gracias en parte a un ligero aumento en el salario mínimo. La plataforma global de RR. HH. Remote estudió los 60 países con las economías más grandes del mundo para medir cuáles permitían a los trabajadores "vivir y trabajar bien".
El índice midió factores como los descansos remunerados, el pago por enfermedad, las políticas de maternidad, el salario mínimo, la atención médica, la felicidad, el horario laboral, la inclusión LGBTQ+ y la seguridad en general. Cada país se clasificó sobre 100. Los trabajadores pueden disfrutar de 32 días de vacaciones pagadas, seis meses de licencia de maternidad recibiendo el sueldo completo y tiene uno de los salarios mínimos más altos del mundo: 16,42 dólares por hora.
Por su parte, en la otra punta del ranking, "con la disminución de la seguridad pública y la inclusión LGBTQ+, Estados Unidos ahora tiene el segundo peor equilibrio entre vida personal y laboral, según los datos. Estados Unidos cae al puesto 59 de 60, tras haber ocupado el puesto 55 el año pasado". Se suman la inflación en el país y un salario mínimo muy bajo. EE.UU está por encima de Nigeria que cierra la lista y por debajo de Bangladesh, Egipto o Etiopía.
Es curioso que cuando los "kiwis" (una forma de autodenominarse entre los nativos de Nueva Zelanda) deciden emigrar se van a lugares donde hablan el mismo idioma, países grandes de la Commonwealth: Australia como primer destino, luego Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y, un poco más diferente, Singapur. Por su parte, se calcula que un 27% de su población son inmigrantes siendo la gran mayoría del Reino Unido, y también de China o de India.
Imagen | Foto de Daniel Tran en Unsplash y Foto de Pin Adventure Map en Unsplash
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