"Con la DSA, la época en que las grandes plataformas online se comportaban como si fueran demasiado grandes para preocuparse está llegando a su fin". Fueron las palabras de Thierry Breton, Comisario de Mercado Interior, tras el anuncio de que la Comisión Europea ha llegado a un acuerdo político sobre la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA).
El Parlamento y todos los estados miembros de la Unión Europea se han puesto de acuerdo en la propuesta que se presentó en 2020: la gran regulación europea del mundo digital, que tiene el potencial de cambiar Internet tal y como lo conocemos, especialmente para las grandes tecnológicas como Facebook, Google y compañía.
De tener que explicar cómo funcionan sus algoritmos, a evitar que la desinformación se haga viral
La DSA es una de las legislaciones más ambiciosas de la UE para regular Internet, pero especialmente a las grandes plataformas que controlan la mayor parte de nuestro acceso a la web. Con la DSA se actualizarán todas las reglas para los servicios online que operan en los países miembros.
Margrethe Vestager ha explicado que "las plataformas deben ser transparentes sobre sus decisiones de moderación de contenidos, evitar que la desinformación peligrosa se haga viral y evitar que se ofrezcan productos inseguros en los mercados".
La DSA no solo le da el poder a la Comisión Europea de supervisar más de cerca a los gigantes tecnológicos, sino de imponerles sanciones más grandes, podrían enfrentar multas de hasta 6% de su facturación mundial.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen dijo:
La DSA actualizará las normas básicas de todos los servicios en línea de la UE. Garantizará que el entorno en línea siga siendo un espacio seguro, salvaguardando la libertad de expresión y las oportunidades para las empresas digitales. Pone en práctica el principio de que lo que es ilegal fuera de línea, debe serlo en línea.
Qué abarca la DSA
La DSA contiene obligaciones que aplicarán en toda la UE y afectarán a todos los servicios digitales que conectan a los consumidores con bienes, servicios o contenidos. También incluirá nuevos procedimientos para una eliminación más rápida de los contenidos ilegales, así como una amplia protección de los derechos fundamentales de los usuarios en línea.
Las obligaciones dependerán del tamaño, impacto y rol que tengan las empresas en el ecosistema online. Aquí entran desde los proveedores de servicios de Internet, hasta quienes venden servicios de alojamiento, tiendas de apps, redes sociales y registro de dominios.
Entre algunas de las nuevas medidas destacadas están la posibilidad para los ciudadanos de apelar las decisiones de moderación que toman las plataformas online, a través de disputas extra judiciales o reparación judicial.
Este tipo de cosas suelen ser gestionadas por algoritmos y los usuarios poco o nada pueden hacer más que apelar a las propias empresas. Justamente esos algoritmos serán sometidos a nuevas medidas de transparencia, incluyendo los que recomiendan contenido y productos a los usuarios.
El siguiente paso tras este acuerdo es someter la DSA a la aprobación del Parlamento y el Concejo. Una vez adoptada, se aplicará en toda la EU 15 meses después de que se vote como ley, o a partir del 1 de enero de 2024, la fecha que llegue más tarde.
Más información | Comisión Europea
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