"Ya no hace falta aprender a programar. [...] Nuestro trabajo es crear tecnología informática para que nadie necesite hacerlo". ¿Recordáis que hace menos de un mes nos hacíamos eco de estas palabras de Jensen Huang, el CEO de Nvidia? Quizá algún estudiante de las FP de Desarrollo de Aplicaciones (e incluso alguno del Grado de Ingeniería Informática) sintió la repentina necesidad de tragar saliva al leer eso.
Pues bien, como decíamos, no ha pasado ni un mes desde entonces, y ya se ha presentado una innovación que, gracias a la IA, podría cambiar radicalmente el panorama de la ingeniería de software: Devin, la primera IA ingeniera de software completamente autónoma. Desarrollado por Cognition AI, este agente autónomo redefine lo que podíamos de la inteligencia artificial en este ámbito.
Qué aporta Devin
Y es que, según proclaman sus creadores (y muestran las 'demos' en vídeo que han publicado), Devin es capaz de resolver tareas reales de ingeniería sin necesidad de asistencia humana, superando ampliamente a los modelos anteriores tras ser evaluado mediante la comparativa SWE-Bench (que plantea a las IA resolver problemas encontrados en proyectos open source en GitHub).
Así, Devin resolvió correctamente el 13.86% de los problemas de manera autónoma, un logro que eclipsa con creces al anterior modelo de vanguardia, que solo lograba un 1,96% sin asistencia y un 4,80% con asistencia.
"Hemos equipado a Devin con herramientas de desarrollo comunes, incluido el shell, el editor de código y el navegador dentro de un entorno informático aislado: todo lo que un ser humano necesitaría para realizar su trabajo".
Los logros de Devin no se limitan a las pruebas de laboratorio. Su eficacia ha sido probada en el mercado laboral, donde ha completado trabajos reales expuestos en la plataforma online Upwork:
Por ejemplo, depuró código para ejecutar un modelo de visión por computadora, tomando muestras de los datos resultantes y compilando un informe al final, como muestra este vídeo:
Además, su habilidad para integrarse en proyectos ya existentes y contribuir a repositorios de producción maduros lo equipara con la eficiencia de un ingeniero humano.
Además, la capacidad de Devin para colaborar activamente con los usuarios, reportar su progreso en tiempo real, y trabajar conjuntamente en decisiones de diseño, augura, según sus creadores, una nueva forma de colaboración humano-máquina
Mejor aún: este agente IA no está limitado por su programación inicial; puede aprender y adaptarse a nuevas tecnologías con facilidad, entrenando y ajustando sus propios modelos de IA (es capaz de optimizar un modelo de lenguaje con tan sólo un enlace a un repositorio de investigación en GitHub). No es difícil, viendo todo esto, imaginar un futuro en el que la ingeniería de software esté dominada por agentes de IA como Devin.
Vía | Cognition
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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