La inquietud por nuestra ciberseguridad ante la multitud de estafas online que pueblan Internet no deja de crecer. Pero, a pesar de ello, el porcentaje de usuarios que toman medidas necesarias para protegerse frente al robo de identidad y otros ciberdelitos relacionados no crece en la misma proporción.
Llamamos 'robo de identidad' al acto ilegal por el cual alguien obtiene y utiliza la información personal de otra persona sin su permiso, generalmente con la intención de cometer nuevos fraudes o delitos. Esto no afecta sólo a las finanzas de las víctimas, sino que también puede tener consecuencias legales y dañar su reputación.
Pues bien, según una investigación realizada hace unos meses por la empresa Gen, aproximadamente el 80% de los españoles encuestados expresaron preocupación por la seguridad de su identidad digital... pero sólo un modesto 14% de ellos toma medidas activas para proteger su identidad.
Unas cifras que reflejan una brecha preocupante entre acción y concienciación en materia de ciberseguridad. Podemos elaborar una hipótesis de dónde reside el problema comparando dos datos:
- El 64% de los encuestados creen estar tomando "medidas suficientes" para proteger su identidad.
- Sólo el 32% confía en su capacidad para detectar si han sido víctimas de robo de identidad.
Esta diferencia entre ambos datos sugiere una falta de comprensión sobre las amenazas reales a las que nos enfrentamos en Internet. Y si eso es así, tenemos un problema, porque ahí fuera los intentos de robo de identidad (mediante phishing, mediante ingeniería social, mediante ciberataques de fuerza bruta) no dejan de crecer.
Y no sólo a los usuarios individuales: de hecho, según el informe 'State of the Phish' 2023 de Proofpoint, el 90% de las organizaciones españolas experimentaron algún intento de phishing en 2022, y más del 40% de los intentos terminaron en robo de credenciales.
Unos consejos
Entonces, con ese panorama, ¿cómo podemos (empezar a) proteger nuestra identidad online?
- Sé cauteloso con la información que compartes en redes sociales: Evita publicar detalles personales que puedan ser utilizados para hacerse pasar por ti. Recuerda que los delincuentes pueden usar esta información para responder preguntas de seguridad o para engañarte más fácilmente.
- Protege tu información física y digital: Evita acumular estados de cuenta o documentos sensibles en formato físico. Si decides desecharlos, destrúyelos adecuadamente. Digitalmente, guarda tus documentos importantes bajo contraseña y prefiere los estados de cuenta electrónicos para reducir el riesgo de interceptación.
- Desconfía de llamadas y mensajes sospechosos: Si recibes una llamada o un mensaje que supuestamente es de tu banco, pero te solicita información confidencial, cuelga o ignora el mensaje. Los bancos nunca piden datos sensibles de esta manera.
- Mantén tus dispositivos y cuentas seguros: Utiliza contraseñas fuertes y cambia regularmente. Considera el uso de un gestor de contraseñas para administrarlas de manera segura.
- Vigila de cerca tus transacciones y estado de cuenta: Revisa periódicamente tu estado de cuenta para detectar cualquier movimiento extraño. Activa las alertas de tu app bancaria para que te notifiquen inmediatamente cada nueva transacción.
- Realiza compras online de forma segura: Asegúrate de que los sitios web donde hagas compras sean legítimos y seguros, y utiliza gestores de pago o tarjetas virtuales/CVV dinámicos para proteger tus datos financieros.
- Utiliza conexiones seguras a Internet: Evita conectarte a redes públicas de Wi-Fi cuando realices operaciones bancarias o transacciones online, ya que estas redes suelen ser menos seguras y más susceptibles a ataques.
- Permanece atento a las señales de advertencia: Además de las transacciones no autorizadas, las notificaciones de inicio de sesión no reconocidas también son un indicativo de problemas.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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