Dos profesores universitarios de sociología han publicado un estudio luego de pasar un año observando varios hackatones en Nueva York, mayormente promocionados por corporaciones. Luego de entrevistar participantes, organizadores y patrocinadores llegaron a la conclusión de que muchas instituciones utilizan el atractivo de estos eventos para hacer que la gente trabaje gratis.
Los hackatones son eventos que llevan algunos años bastante de moda en el mundo de la tecnología y las startups. Suelen ser maratones en los que desarrolladores pasan muchas horas trabajando sin parar buscando resolver un problema o generar nuevas ideas para futuros proyectos. Y no es primera vez que alguien se cuestiona su verdadera utilidad.
En el caso de este estudio, titulado "Los hackatones como ritual de cooptación: socializar a los trabajadores e institucionalizar la innovación en la 'nueva' economía", sus autores argumentan que los hackatones crean expectativas ficticias de innovación que beneficia a todos.
Cuando la norma alabada es la de empleo menos estable y seguro
La cuestión es que estos hackatones, usualmente patrocinados por alguna empresa, tienen docenas de personas trabajando por 24, 36, hasta 48 seguidas a base de pizza y café con la promesa de posibles premios o algún avance en sus carreras mientras simplemente están trabajando sin cobrar en condiciones nada ideales.
Los investigadores explican como los hackatones se convierten en una estrategia muy poderosa para fabricar el consentimiento de los trabajadores en la llamada "nueva economía". Para los sociólogos esto es un problema porque estos eventos hacen que esa "subcultura hacker" que promueven se convierta en la nueva norma de trabajo.
Esa norma es peligrosa porque promueve una tendencia de empleo menos seguro. Empuja a los profesionales a adoptar carreras de "emprendedores" y a venderse a sí mismos como gente que constantemente cambia de trabajo, y hasta motivan a los trabajadores con propaganda de estilo soviético que venera los placeres del trabajo.
Los investigadores estaban sorprendidos de encontrar que la mayoría de los participantes en hackatones ven esos eventos como algo sumamente positivo. Y el detalles es que se trata usualmente de eventos sociales en los que se participa con mucha emoción y que se ven como una forma de aprender.
El problema es que mientras muchos de estos eventos se patrocinan como un "romance de innovación digital", la realidad es que en la mayoría de los casos promueven condiciones precarias de trabajo, a cambio de una ilusión de posible recompensa financiera en el futuro.
Aunque estos investigadores atendieron solo a hackatones que estaban abiertos al público, también hablan de empresas como Facebook, que tienen hackatones internos los fines de semana. En esos casos hacen notar que son eventos a los que probablemente los empleados se sienten obligados a asistir, y que básicamente lo que hacen es tratar de exprimir la innovación de sus trabajadores.
De los hackatones pueden obtenerse buenos resultados y grandes ideas, su espíritu colaborativo es uno de sus grandes atractivos, y se llevan a cabo en escuelas, universidades, instituciones, y empresas. Pero tienen un grave problema en la distrubución de poder entre las corporaciones que los patrocinan y la gente que participa en ellos.
Muchos desarrolladores atienden estos eventos con la idea de invertir en sí mismos y aprender cosas que no podrían aprender en otros lados, pero al mismo tiempo se autoexplotan porque es la mentalidad de "cultura hacker" que han venido promoviendo este tipo de actividades como lo ideal, cuando en la práctica sus beneficios a largo plazo para quienes participan en ellos suelen ser una mera ilusión.
Foto de portada | Pacific Northwest National Laboratory - PNNL
En Xataka | ¿Sirven para algo los hackatones?
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