El ministro australiano de Asuntos Exteriores, Bob Carr, asegura que su Gobierno carece de evidencias que sugieran que Estados Unidos persigue la extradición del ciudadano australiano Julian Assange. Pues bien, el Sydney Morning Herald ofrece hoy una exclusiva que deja al señor Carr por mentiroso.
Según cables diplomáticos del propio ministerio del señor Carr, a los que ha tenido acceso el prestigioso periódico australiano, Estados Unidos tiene desde hace tiempo la intención de pedir la extradición de Julian Assange, y ni el señor Carr, ni la primera ministro Gillard, se opondrán.
La embajada de Australia en Washington llegó a conocer los cargos criminales de los que EE.UU. acusará a Assange (espionaje, conspiración, acceso ilegal a información confidencial y fraude informático) y hasta detalla que se pretende ser "cuidadoso" en las acusaciones para evitar un conflicto con la Primera Enmienda. No hay que olvidar que el New York Times ha publicado los cables de WikiLeaks.
El embajador australiano en Washington, Kim Beazley, ya había buscado asesoría de alto nivel en EE.UU. (ni a los acusados de traficar con droga o de abusos sexuales a niños les suelen dejar sin asistencia legal y diplomática sus embajadas), pero el viaje de Assange a EE.UU. (con escala en Suecia) parece que se ha truncado, por ahora, con la "Operación Ecuador".
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