Las aplicaciones de subasta de plazas de aparcamiento públicas, en guerra con las autoridades

Las aplicaciones de subasta de plazas de aparcamiento públicas, en guerra con las autoridades
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A principios de mayo os hablábamos por aquí de MonkeyParking, una aplicación que sabíamos que traería polémica. ¿El motivo? Su funcionamiento: permite que cualquiera "subaste" el lugar donde está aparcado, incluso si se trata de un lugar público de aparcamiento. El usuario simplemente lo marca como disponible y, si hay alguien en los alrededores que quiere aparcar y usa la app, puede "comprar" el sitio.

¿Por qué es esto polémico? La razón es evidente. Estamos hablando de espacios públicos. ¿Cómo puedes comercializar y sacarle partido a algo que no es tuyo en primer lugar? ¿Por qué alguien te va a hacer pagar por algo que ya es de todos? ¿Qué derecho tiene una persona a reservar una plaza para alguien que ya ha pagado si otro usuario que está cerca desea aparcar en ese sitio y ha llegado antes? Las mismas preguntas se han hecho las autoridades de San Francisco a comienzos de esta semana y no han dudado a la hora de llegar a una conclusión: han pedido a estas aplicaciones que cesen su actividad de forma inmediata.

Según el fiscal de la ciudad, el alquilar o realizar cualquier tipo de contrato sobre una plaza de aparcamiento pública es ilegal. Si bien el abogado asegura que los usuarios son libres de comercializar y alquilar sus propias plazas de garaje, no tolerarán negocios que "toman como rehenes plazas de aparcamiento públicas para su beneficio personal". Además, advierte que los conductores que estén dispuestos a utilizar este tipo de servicios podrían llevarse 300 dólares de multa y ha pedido a Apple que retire la app de su tienda (algo que, de momento, Apple no ha hecho).

¿Qué van a hacer los responsables de MonkeyParking? Ellos siguen defendiendo la legalidad de su app y aseguran que ellos venden información, no el espacio para aparcar en sí. "Tengo el derecho de decir a la gente si voy a dejar libre una plaza de aparcamiento y ellos tienen el derecho de pagarme por esa información", aseguraba el CEO de la compañía en un comunicado. Uno de los portavoces del Gobierno no tardó en responder con otra "metáfora": "Seamos sinceros. Es como si una prostituta dice que no vende sexo, sino que sólo está vendiendo la información de si está interesada en tener sexo contigo. Es cuestión de semántica y es absurdo".

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De no cumplir con lo que piden las autoridades, MonkeyParking podría llegar a acumular multas de hasta 2500 dólares por cada infracción, entendiendo como tal la acción de poner a la venta una plaza pública de aparcamiento (o la información de su disponibilidad, como dicen ellos). Pero MonkeyParking, si bien es quizás la aplicación más conocida, no es la única a la que se refieren las autoridades de San Francisco: hay otras dos apps en el punto de mira.

Parkmodo y Swetch, las alternativas

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Si recordais, el funcionamiento de MonkeyParking es el siguiente: el usuario sabe que va a dejar libre un sitio de aparcamiento a X hora y lo lanza a subasta desde 5 dólares, mientras que otros usuarios pueden pujar por él. En principio, estaríamos hablando de un servicio entre particulares que simplemente quieren llevarse un dinero extra. ¿Y qué ocurre si alguien quiere dedicarse a tiempo completo a ir aparcando por las zonas más cotizadas de la ciudad y vendiendo las plazas a conductores desesperados?

Eso es lo que quiere hacer ParkModo, un servicio cuyo lanzamiento estaba previsto para estos días pero que de momento no ha llegado a producirse. En este caso, la compañía buscaba conductores que, por 13 dólares la hora, estuvieran dispuestos a ocupar plazas de aparcamiento y venderlas a través de la aplicación. ParkModo se defiende de la misma forma que MonkeyParking: ellos venden la información, no la plaza en sí. Sin embargo, queriendo organizar un grupo de conductores para acaparar plazas... digamos que su defensa no se ve demasiado bien.

Swetch, también disponible en San Francisco, podría englobarse dentro de la misma temática aunque funciona como una especie de club privado: no sólo ofrece a sus usuarios la posibilidad de "alquilar" una plaza pública por 5 dólares sino que además les devuelve 4 dólares si al irse se la ceden a otro miembro de la aplicación. ¿El movimiento de Swetch tras el cease & desist que han recibido? Hacer su proyecto open-source bajo el nombre de Freetch.

Comercializar con aparcamientos, la última moda...

Si bien, como decimos, desde hace tiempo existen multitud de iniciativas que permiten el alquiler de sitios de aparcamiento entre particulares, parece que la última moda en San Francisco es querer aprovechar las plazas públicas para sacarse un dinero. Cuando hablábamos por primera vez de esta iniciativa, muchos la calificasteis en los comentarios como los Gorrillas 2.0 y lo cierto es que, en mi opinión con razón, reciben más críticas que halagos.

No es casualidad que la mayoría estén operativas o quieran lanzarse en San Francisco, la ciudad de las startups por excelencia, y tampoco es casualidad que las autoridades hayan tardado tan poco en reaccionar e intentar ponerle fin a estas prácticas. En la actualidad, la ciudad sufre cada vez más protestas de ciudadanos indignados contra lo que consideran la "élite económica y tecnológica". ¿Qué pasaría si la gente comenzara a acaparar plazas públicas, de todos, para sacarles beneficio propio? ¿Y si después de estas tres startups aparece otra, y otra, y otra, y...? ¿Y si lo siguiente es comercializar con parques u otros recursos públicos? Simplemente, parecen querer erradicarlas antes de que sea demasiado tarde.

En Genbeta | ¿Subastar el sitio donde has aparcado cuando te vas? Con MonkeyParking ya es posible

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