Google versus Microsoft: todas las claves

Google versus Microsoft: todas las claves
15 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Microsoft y Google son empresas muy importantes para todos los que somos usuarios de la informática. Todos utilizamos aunque sea solo uno de sus productos y servicios: buscador, webmail, navegador, sistema operativo, mensajería instantánea...

Y estos días estamos asistiendo a manifestaciones de algo que ya conocíamos. Google y Microsoft, como empresas rivales en varios ámbitos, no son precisamente amigos. Analicemos algunos de los frentes abiertos entre ambas empresas y sus filosofías actuales.

Don't be evil: la política de Google en el pasado y el presente

Google HQ

Si hay un lema con el que identifiquemos a Google es Don't be evil. Adoptado prácticamente como eslogan de la compañía, significa que "a la compañía le vendrá mejor, a largo plazo, hacer cosas buenas por el mundo aunque implique perder ganancias a corto plazo".

Y hasta hace relativamente poco tiempo parecía que lo estaban cumpliendo. Empezaron por diferenciar claramente publicidad de resultados de búsqueda (aunque sea algo requerido por ley) y por apoyar la Internet abierta.

Muchos usan Google como página de inicio. Eso tiene un significado, desde luego.
Hoy Google es prácticamente un imperio que busca controlar todo Internet, anteponiendo (como empresa que es, todo hay que decirlo) la economía a sus usuarios y adoptando en cierto sentido la política de la triple E de Microsoft: embrace, extend, extinguish.

Adoptan o lanzan proyecto/producto/estándar abierto, lo modifican (¿mejoran?) y acaban por imponerlo ante el proyecto del que surge. De ese modo la alternativa que acaba prevaleciendo casi siempre es la suya. Puedo poner un ejemplo: Chrome y su próximo motor de renderizado.

Microsoft: monopolio en el pasado, actualmente pivotando

Microsoft Way

Si damos un salto temporal hasta hace casi dos décadas veríamos a una Microsoft demasiado confidente de sí misma luchando contra Internet. Además de fracasar en esta gesta, veríamos cómo Internet Explorer se acabó integrando muy dentro de su sistema operativo.

También vimos que esto supuso importantes problemas legales para Microsoft, dado que Estados Unidos acusaba a la gigante de Redmond de practicar monopolio abusivo. Años más tardes la Unión Europea tomó cartas contra Microsoft en lo relativo a Windows Media Player, lo que propició el lanzamiento de las ediciones _N_ (sin el reproductor multimedia incluído por defecto).

La posición privilegiada de los sistemas operativos de Microsoft en ordenadores, desde luego, es envidiable. Aunque lo llamativo es que era envidiable antes; hoy las miradas se dirigen más a otro tipo de dispositivos cuyos mercados no atacó con suficiente tino (porque no, Windows Mobile y las Tablet PC no fueron tiros certeros, desde luego, sobre todo de cara a los consumidores): los smartphones y las tablets.

Microsoft cómoda es Microsoft inmóvil.
Ahora se ha dado cuenta de que ha estado demasiado tiempo anclada en el pasado; Microsoft era una compañía que se encontraba muy cómoda dominando el mercado más importante (el de los PC). Y ahora es la competencia quien está ganando dinero al haber aparecido dos mercados que han hecho pasar al PC a un segundo plano. Es ahora cuando Microsoft mueve ficha, y se nota.

Las claves de la batalla

Google Apps, Office 365

Usando un ordenador

Procesador de textos era, para muchos, sinónimo de Microsoft Word.
El rey de la ofimática, para muchos, siempre ha sido Microsoft Office. No fue el primer producto en llegar al mercado (de hecho no apareció como una suite desde el principio, sino que muchas de sus aplicaciones fueron apareciendo por separado en distintos años). Office era un _producto_ empaquetado y que podíamos adquirir en las estanterías de los centros comerciales. Hoy ya no; luego veremos una posible razón del por qué.

Google lanzó, tras la compra de Writely, lanzó allá por 2006 lo que en aquel momento se llamaba Google Docs and Spreadsheets, que más adelante se simplificó como Google Docs. Su principal característica era el funcionamiento en la nube: era totalmente gratuito y solo necesitábamos un ordenador que tuviera acceso a un navegador y a Internet.

Febrero de 2007 fue el momento en el que Google decidió incluir Google Docs en Google Apps, su sistema de aplicaciones para que empresas (y particulares) con su propio dominio puedan utilizar las aplicaciones de Google.

Desde entonces no ha hecho sino crecer hasta llegar a plantarle cara a la suite de Microsoft, sobre todo por tener algunas cuestiones bastante mejor tratadas (como la edición multiusuario en tiempo real). Tanto es así que Microsoft lo empezó a ver como una amenaza, y decidió lanzar su propia plataforma.

Office 365 fue presentado en octubre de 2010, publicado como beta pública en abril de 2011 y puesto a disposición de todos a finales de junio de ese año. No se trataba de otra cosa que de un producto que integraba todos sus servicios online para empresas (SharePoint, Exchange, Lync) en un portal Web con soporte para las Office Web Apps (que ya estaban también disponibles para que los usuarios las utilizaran).

Tanto Microsoft como Google cuentan, actualmente, con alternativas solventes en el ámbito de la ofimática en la nube. Cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y es responsabilidad del usuario (o del señor que se encargue de la informática en la empresa de rigor) elegir la que mejor se ajuste a sus necesidades.

Scroogled!

Microsoft entró a la ofensiva contra la gran G cuando lanzó su campaña Scroogled!. La campaña se centra, sobre todo, en criticar varios servicios de Google: Gmail, la tienda de aplicaciones, Google Shopping y Google Search.

Seamos justos: la división online de Microsoft va bastante peor que Google, sobre todo en market share.
Las críticas son variadas:

  • En el caso de Google Shopping, afirman que todos los resultados son publicidad, y que se ordenan en función de lo que pagaron los anunciantes.
  • En el caso de Gmail, criticaron el hecho de que un robot revisara cada correo para ofrecer anuncios relevantes al usuario. También criticaron recientemente los anuncios de Google que parecen correos electrónicos.
  • En el caso de la tienda de aplicaciones de Google, denuncian que facilita a los desarrolladores de la aplicación datos personales del usuario.
  • En el caso de Google Search, también criticaron que los anuncios fueran, a juicio de Microsoft, confundibles con los resultados de las búsquedas.

En todos los casos aprovecharon para proponer sus propias alternativas: Bing y Outlook.com, que no cumplen los puntos que critican, incluso ofreciendo ofertas especiales (como la versión sin publicidad del buscador, orientada a escuelas).

Hay que reconocer que la antigua división online de Microsoft siempre ha sido una fábrica de ideas magnífica, así como un inmenso agujero de perder dinero. Es normal que prueben campañas publicitarias novedosas para intentar arañar algo de cuota de mercado a Google. Aunque, desde mi punto de vista, no creo que vayan a ser efectivas.

Las patentes sobre Android

HTC Aria

Por todos es sabido que, de cada dispositivo que equipe Android y Chrome OS fabricado por Foxconn, Microsoft recibe un porcentaje en concepto de royalties. Anteriores a este acuerdo (firmado por la empresa encargada de fabricar el 40% de dispositivos electrónicos que se venden en todo el mundo) son otros similares, firmados por Samsung, Onkyo, ViewSonic, Acer o LG.

Microsoft tiene acuerdos económicos con los principales fabricantes de smartphones con Android.
De hecho, se dijo que en 2011 Microsoft ingresó más dinero gracias a Android que a Windows Phone debido a patentes registradas en territorio estadounidense y que afectarían a los smartphones con el sistema operativo de Android, que parece ser el infractor de propiedad intelectual.

Por estas patentes ya luchó contra Motorola y quedó victorioso (aunque solo en una de las siete patentes por las que se demandó). Estas patentes eran de la época de Windows Mobile.

Que Microsoft gane dinero gracias a Android, desde luego, no debe ser plato de buen gusto para el Android Open Source Project, y particularmente para Google. Aunque poco hay que hacer aquí, más que esperar a que las patentes sean revocadas o firmar acuerdos para evitar que sean utilizadas como armas arrojadizas.

Juego sucio contra Windows Phone

Nokia Lumia 820

Precisamente Microsoft tiene el tercer lugar del mercado de los sistemas operativos móviles, con un Windows Phone bien situado que hace que Nokia vuelva a ser relevante (aunque con unas ventas ínfimas si comparamos los números con los Samsung o LG vitalizados por Android).

Por poner números, en el primer trimestre de 2013 Android se alzaba con el 75% de market share a nivel mundial, mientras Windows Phone se quedaba con un 3,2. Al menos esas son las cifras que expone un informe de IDC publicado el 16 de mayo.

Windows Phone, actualmente, no es una amenaza para Android (si bien en ciertos mercados tiene una presencia bastante relevante). Aunque eso no evita que Google haya abierto una auténtica ofensiva contra esta plataforma. Primero retirando el soporte para Exchange ActiveSync (aunque prorrogándolo durante lo que queda de 2013), posteriormente bloqueando dos veces la aplicación de YouTube desarrollada por Microsoft en un afán de ofrecer a los usuarios de Windows Phone una experiencia de calidad.

Una guerra de titanes sin final a la vista

Estamos asistiendo a una especie guerra entre titanes sin bayonetas, bombas ni más víctimas que nosotros como usuarios. Guerra que, además, no tiene ningún viso de terminar. Las dos compañías tienen un colchón financiero suficiente para aguantar luchando durante muchos años.

No obstante, tampoco podemos decir que este tipo de "guerras" sea algo reciente. Únicamente se ha recrudecido la eterna batalla entre gigantes de la informática y de Internet, y se ha enfocado en dos de los contendientes.

Sea lo que sea, la competencia sana nos beneficia. No es el caso. Las pataletas de patio de colegio y los bloqueos que inutilizan aplicaciones ajenas no son competencia.

Imágenes | Shawn Collins | ToddABishop | Ed Yourdon | Cheon Fong Liew | John Karakatsanis

Comentarios cerrados
Inicio