¿Tiene Microsoft la innovación necesaria para la era post PC? Parte I

¿Tiene Microsoft la innovación necesaria para la era post PC? Parte I
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Microsoft es, con toda probabilidad, el gigante empresarial al que más analistas han “matado” en los últimos años. Que si está anticuado, que si sus productos estrella ya no tienen recorrido, que si en la web nunca lo han hecho bien, que si la tras la salida de Gates… una batería de argumentos que viene chocando año tras año con la tozudez de los resultados de la empresa de Redmond, que a fecha de este artículo goza de una más que envidiable salud financiera.

Hace apenas unas semanas Genbeta estuvo en pleno corazón de Redmond, accediendo a expertos de primera línea de los nuevos productos de Microsoft, momento especialmente interesante para tomar el pulso a la empresa creadora de Windows: ¿estamos ante un gigante de una época pasada – la del PC como centro de la vida digital – o ante una compañía con cintura suficiente para adaptarse a los nuevos tiempos y a la que mejor no subestimar? En una serie de artículos vamos a intentar arrojar luz sobre este asunto, empezando por intentar poner un poco de contexto en ello

Steve ballmer

Un vistazo a…
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Cuando Microsoft era el rey indiscutible

Dos son los productos que siguen siendo culpables de los buenos resultados financieros de Microsoft, Office y Windows. La venta de licencias de software para PC en los mercados de consumo y corporativo son su principal negocio, con un fuerte crecimiento en los últimos años de la división de ocio liderada por XBox. Nótese que estamos ante líneas que nacieron en los años 80 y 90, antes que buena parte de los lectores de Genbeta, en una época en la que la conectividad móvil y los interfaces táctiles apenas eran elucubraciones futuristas.

Es en esta época cuando Microsoft fragua su leyenda negra, una vez constituida su posición dominante, hacen uso y abuso de la misma: integración en Windows de sus productos para arrasar en otros mercados (desde Messenger hasta Explorer y Windows Media Player), apuesta por los formatos cerrados para evitar la competencia con Office y continuos ataques FUD a todo lo relacionado con el software libre. Si les sumamos continuos problemas de seguridad, tenemos la imagen que Microsoft ha heredado de esta época.

Microsoft se erige en el gran líder del sector de las tecnologías de la información, superando con mucho a IBM y aplastante a cualquier rival que se cruzaba por su camino, desde Apple hasta Netscape. De hecho, de estos años, se recuerda el miedo de las nuevas empresas, ¿Y si Microsoft acaba entrando en nuestro negocio? Gestores de bases de datos, mensajería instantánea, navegadores web, servicio de correo online, ofimática, lenguajes y herramientas de desarrollo… al final Microsoft siempre llegaba y aplicaba su rodillo hasta conseguir situarse como uno de los líderes de cada mercado. Si a algo podemos comparar esta situación es a la que se vive ahora respecto a Google.

Es en la época en la que genera una oleada de antipatía, en gran parte merecida. No sólo por ser un gigante, sino por cómo lo era, Microsoft aterriza en el comienzo del siglo XXI con un liderazgo sólido en muchas áreas pero perdida en su arrogancia (que le valió severas multas de la Unión Europea) y en su burocracia, que desembocaría en productos desastrosos, como fue el caso de Windows Vista.

Las tendencias que Microsoft no detectó y que le superaron

Y es en esta década, desde el efecto 2000 y la burbuja “.com” a nuestros días, cuando se han fraguado las tendencias que han cristalizado en una evolución imparable del sector de las tecnologías de la información. Nadie entiende un PC sin conexión a internet, gran parte del negocio se traslada a la web (donde Microsoft lleva años perdiendo dinero) y el ordenador personal empieza a perder protagonismo (y, lo más importante, negocio) frente al nuevo ecosistema móvil y tanto para empresas como para particulares asistimos a la explosión en el uso del cloud computing.

En todas y cada una de estas áreas Microsoft ha visto como nuevos actores han crecido a una velocidad sorprendente y, lo que es más importante, empieza a haber dudas de que su vieja fórmula (con la primera versión entramos en el mercado, con la segunda ya somos competitivos, con la tercera tenemos que estar en el top-3 del sector) siga vigente. Lo que le valió en la ofimática, en los navegadores web, en los servidores y hasta en las consolas no parece estar funcionando en buscadores, sistemas operativos para móviles, soluciones basadas en cloud computing y servicios en la web.

Y esta es la gran pregunta respecto a Microsoft y la innovación en la era post-PC. Tienen músculo financiero, son capaces de captar talento como el que más en la industria, tienen canales de distribución y capacidad de marketing casi inigualables… pero a pesar de todo ello hay una desconfianza bien fundada de que sean capaces de “volver”. ¿Es un problema de cultura de empresa? ¿de exceso de burocratización? ¿de proteger los negocios actuales y su modelo de pago por licencia no promoviendo sistemas que son competidores (como la ofimática gratis como servicio)? ¿De entender que la experiencia de usuario ahora prima sobre cualquier otro elemento a la hora de tener éxito con el usuario final? ¿de aplicar el “not be evil”? ¿Por qué parece impensable que productos como el buscador de Google (el buscador y AdWords), iOS y su App Store, Android, Facebook, Youtube, los web services de Amazon, Paypal, Dropbox y un largo etcétera hubiesen nacido dentro de la empresa de Redmond?

Microsoft ingresos web

Las empresas que no se adaptan, desaparecen

Con este escenario, varias son las preguntas con las que llegamos a Redmond y que nos ayudarán a responder a la principal, ¿tiene Microsoft la innovación necesaria para la era post PC?. Empezamos por la capacidad de crear productos y servicios basados en una gran experiencia de usuario como prioridad número uno, que vayan más allá de llegar a un mercado y tratar de imitar a los líderes del mismo; seguiríamos con el enfoque hacia el cloud computing, tanto en el ámbito de la empresa (vital) como para el usuario final; a eso habría que añadir entender si han superado prejuicios y defectos tradicionales en sus propuestas, todo lo relacionado con los estándares abiertos, la seguridad y la apertura a licencias libres y al valor de la comunidad de desarrolladores más allá de usar sus herramientas y hacer software para Windows; saber si se han creído finalmente la naturaleza de la web, multiplataforma y multidispositivo…

Para todo ello os traeremos algunas reflexiones obtenidas a partir de nuestra visita a su cuartel general – ya anticipo, habrá división de opiniones – pero no quería finalizar esta primera parte sin añadir una puntualización sobre lo que entiendo como era post-PC: no se trata de que ya no usemos ordenadores y todo se haga con móviles y tablets, no es eso, se trata de que el centro de la actividad del usuario se desplaza al universo móvil y, sobre todo, de que se desplaza el negocio. Hay más dinero en el móvil – desde el fabricante a la teleco pasando por quienes hacen software y servicios – que en el ordenador personal, y por eso todas las compañías tecnológicas con vocación de liderazgo necesitan una estrategia “post PC“ para abordar este cambio.

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Antonio Ortiz es cofundador de WeblogsSL, la empresa que hace Genbeta y en la que ejerce el cargo de director de Estrategia Online. Escribe habitualmente en su blog Error500 sobre internet y tecnología.

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