Uber no quiere estar exento de polémica ni en navidad: la compañía envió ayer por la tarde un correo sigiloso informando de que, a partir de ahora, cualquier persona que use Uber para llamar a un taxi de Nueva York pagará 2 dólares más. No hablamos de una subida de precio, ojo: se aplica simplemente a los taxis de la ciudad estadounidense.
Porque sí, Uber puede usarse también para llamar a taxis tradicionales en esa cudad, aunque al mismo tiempo coloca sus coches UberX a un precio que ronda el 20% menos que esos taxis. Es una forma de hacer competencia, aunque esto puede er una espada de doble filo.
Una ciudad como Nueva York tiene docenas de aplicaciones disponibles para usar taxis, de modo que los usuarios de Uber pueden decantarse por los coches del mismo servicio (que es la intención) o por otro lado pueden irse hacia esas otras aplicaciones de taxis tradicionales.
De hecho no dudo en que los mismos taxistas animarán a los clientes a hacerlo, porque ellos no verán ni un céntimo de esos dos dólares extra. Se trata de Uber apretando las tuercas, subiendo el precio de los taxis si los llamamos desde su aplicación. Sí, ellos son más baratos, pero llevamos ya demasiadas anécdotas de dudosa ética para que los clientes sigan aceptando esto sin pensarlo dos veces. Todo es ver la reacción.
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