¿Qué necesita un buen reproductor de música para triunfar?

¿Qué necesita un buen reproductor de música para triunfar?
17 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Winamp se nos va. Si AOL no recibe una oferta atractiva por este popular reproductor de música (desde hace días se rumorea que Microsoft podría estar interesada tanto en este software como en Shoutcast), se «extinguirá» el próximo 20 de diciembre. Es una lástima, sobre todo teniendo presente que lleva entre nosotros algo más de 15 años, y que muchos hicimos nuestros primeros pinitos en el formato MP3 a través de este reproductor.

La inminente desaparición de Winamp ha sido propiciada esencialmente por dos factores: su pérdida de relevancia en un sector actualmente muy competido, y en el que están presentes compañías con una fortaleza indiscutible, como Apple o Microsoft; y la «sangría» que se produjo el pasado mes de abril en AOL Music, la división a la que pertenece Winamp, que provocó el despido de buena parte de sus trabajadores.

Winamp fue durante casi una década el espejo en el que se miraban los demás reproductores

Durante casi una década esta aplicación fue el espejo en el que se miraban los demás reproductores. Y no solo por haber sido una de las primeras en llegar a un mercado todavía virgen a finales de los 90. Winamp tenía muchas virtudes. Era muy ligera, por lo que funcionaba de maravilla, incluso, en equipos relativamente poco potentes; su interfaz podía personalizarse a través de skins; permitía manipular nuestras propias listas de reproducción con flexibilidad; incluía un ecualizador que los usuarios podíamos manipular a nuestro antojo, etc. Pero, en 2007, después del lanzamiento de la versión 5.5, Winamp se estancó. El resto, es historia.

Lo que hace falta para tener éxito

Destacar en un mercado tan amplio y competido como el actual no es sencillo. Un buen reproductor de música no debe tener solo las cualidades que permitieron a Winamp sobresalir durante su primera década de vida, sino muchas otras propiciadas por la popularidad de las conexiones a Internet de banda ancha y los dispositivos portátiles, como los smartphones y las tabletas. Además, actualmente los usuarios estamos mejor formados en esta materia, y, como es lógico, somos mucho más exigentes.

El primer precedente creado por Winamp, y que todos debemos agradecer, fue su gratuidad. Hubo alguna edición shareware por la que era necesario pagar unos 10 dólares, y también versiones Pro de pago, pero la mayor parte de las entregas «estándar» han sido gratuitas. Por esta razón, hoy en día no es imprescindible pagar para hacernos con un buen reproductor no solo de música, sino de contenidos multimedia, en general.

Winamp

Probablemente las dos cualidades más importantes de un software de este tipo son su ligereza y estabilidad. Aunque los ordenadores que utilizamos actualmente son infinitamente más capaces que los que empleábamos en 1997, cuando Nullsoft lanzó la primera versión de Winamp, no debemos olvidar que habitualmente reproducimos música en segundo plano, por lo que el reproductor debe ceder la mayor parte de los recursos de la máquina a otras aplicaciones más exigentes. Además, cómo no, es imprescindible que el software sea estable y no «agreda» al sistema operativo, minimizando, así, la probabilidad de que se produzcan bloqueos.

Probablemente la siguiente cualidad en la que todos los usuarios nos fijamos antes de decantarnos por un reproductor u otro es su compatibilidad con los formatos multimedia más arraigados actualmente. En esta materia hay muchas aplicaciones atractivas, que, además, pueden ampliarse mediante plug-ins, pero, sin duda, uno de los reproductores más capaces es VLC. No solo es gratuito, ligero y estable, sino que, además, lo lee prácticamente todo, por lo que, sin lugar a dudas, es una de las referencias en este ámbito.

Calidad y capacidad de personalización

No todos los reproductores suenan igual. Apreciar diferencias significativas entre unos motores de descodificación y procesamiento y otros no es fácil, sobre todo si utilizamos un equipo de reproducción convencional en el que el último eslabón de la cadena son unas cajas acústicas o unos auriculares relativamente económicos. Pero si, por ejemplo, conectamos nuestro ordenador a un DAC externo de calidad, que es el dispositivo al que encomendamos la crucial conversión del audio del dominio digital al analógico, e integramos este último elemento en un equipo de sonido de cierta envergadura, sí podemos percibir diferencias, sutiles, pero perceptibles en algunos casos.

Ondas sonoras
Apreciar diferencias entre unos motores de procesamiento y otros no es fácil, pero, aunque son sutiles, existen

Aquellos usuarios que quieren hacerse con un reproductor capaz de leer ficheros con calidad de estudio máster codificados en FLAC, APE, ALAC, AIFF o DSD, entre otros formatos, tienen a su disposición un abanico amplio de herramientas, tanto gratuitas como de pago, que les permitirán disfrutar al máximo su biblioteca musical. JRiver, BitPerfect, Amarra y Audirvana son solo algunas de las opciones más atractivas. La mayor parte de ellas cuenta con un motor de 64 bits diseñado para permitir al usuario ajustar el volumen, e, incluso, manipular la frecuencia de muestreo y la resolución del sonido sin que la calidad se vea mermada.

Muchos entusiastas valoran también especialmente la posibilidad de contar con un ecualizador que les permita adaptar la estética del sonido a sus preferencias personales. Los audiófilos, probablemente, se decantarán por una ecualización plana que no realce ninguna frecuencia del espectro audible, pero a muchos entusiastas sí les gusta tener margen de maniobra. Además, en ocasiones, un ecualizador permite subsanar algunas deficiencias del equipo de reproducción, sobre todo si es sencillo, por lo que es un componente al que debemos prestar atención. Afortunadamente, la mayor parte de los reproductores de música lo incorpora.

JRiver

Pero esto no es todo. Como hemos recordado al principio del post, a muchos usuarios les encantaba que Winamp les permitiese personalizar su interfaz, eligiendo el skin que más les gustase. Y muchos entusiastas siguen apreciando esta prestación. Si quieres elegir con libertad qué aspecto debe tener la interfaz de tu reproductor, cerciórate de que tu elección te permite hacerlo.

Con la flexibilidad por bandera

Al igual que cualquier otra aplicación, un reproductor de música debe ser mejorado continuamente mediante actualizaciones o plug-ins que corrijan sus carencias y lo hagan compatible con nuevos formatos multimedia. De lo contrario, se sumirá en la obsolescencia en poco tiempo. Afortunadamente, hay muchas opciones que salen muy bien paradas en este escenario, desde los grandes, como iTunes o Windows Media Player, hasta otros productos algo más modestos, pero, si cabe, tan interesantes o más que los dos mencionados, como son VLC o Freemake Music Box.

Free Music Box

No podemos olvidar, por supuesto, la necesidad de crear nuestras propias listas de reproducción, así como de importarlas desde otros reproductores. Estas dos características son tan importantes que prácticamente todas las aplicaciones, por sencillas que sean, las contemplan. Y puestos a pedir, no es descabellado exigir que, además, el reproductor sea totalmente compatible con las etiquetas ID3 para la integración de metadatos. No obstante, no solo debe ser capaz de leerlas, sino también de completar la información que nos proporciona sobre nuestros ficheros consultando las bases de datos que existen en la red.

Servicios en Internet: el poder de la recomendación

La integración de servicios on-line en los reproductores de música es relativamente reciente, pero hoy en día resulta esencial. Esta prestación permite a la herramienta analizar la música que reproducimos con más frecuencia para, de esta forma, sugerirnos temas que, a priori, podrían gustarnos. Es una función muy frecuente en los servicios de streaming de música, como Spotify, Deezer, Grooveshark o Xbox Music, entre muchas otras propuestas atractivas, y resulta de agradecer también en los reproductores de música de carácter local.

Antes de elegir un reproductor, comprobad si os permite sincronizar vuestras listas de reproducción con vuestro smartphone

Pero esta no es la única ventaja que nos ofrecen los reproductores de música mediante streaming. Casi todos contemplan una modalidad de servicio gratuita que puede satisfacer las necesidades de muchos usuarios y que nos permite disfrutar miles de temas musicales antiguos y recientes. Y, además de poner a nuestra disposición un reproductor web que podemos ejecutar desde nuestro navegador, cuentan con clientes y apps que podemos instalar en nuestro ordenador, smartphone o tableta, permitiéndonos, así, utilizar nuestras listas de reproducción o canales en todos nuestros dispositivos.

Xbox Music

Los desarrolladores de reproductores de música y servicios de streaming son conscientes de que la mayor parte de los usuarios utilizamos como dispositivo de reproducción no solo nuestro ordenador, sino también nuestro smartphone o tableta, por lo que buena parte de las propuestas que tenemos a nuestra disposición nos permite sincronizar nuestras listas de reproducción en todos estos dispositivos. Si es vuestro caso, cercioraos de que vuestro reproductor favorito contempla esta posibilidad.

Esperamos que los consejos que os proponemos en este post os resulten de utilidad a la hora de elegir vuestro reproductor de música, sea local u on-line. A lo largo del artículo hemos mencionado varias opciones atractivas que merece la pena tener en cuenta, pero, por supuesto, hay muchas más que, sin duda, tienen suficiente calidad para satisfacer a muchos usuarios. En cualquier caso, el objetivo de este post no es enumerar de forma detallada qué opciones tenemos, sino ayudaros a determinar en qué debemos fijarnos los usuarios para elegir el reproductor que mejor se adecua a nuestras necesidades. Esperamos haberlo conseguido.

En Genbeta | ¿Qué ha sido de los reproductores de música clásicos?

Comentarios cerrados
Inicio