La ambición callada o 'quiet ambition' es la tendencia entre la generación Z y es un problemón para las empresas

  • Muchos trabajadores jóvenes ya no tienen como prioridad en la vida escalar profesionalmente dentro de su empresa

  • Si los empleados no están motivados por trabajar duro para ascender a nuevos puestos, entonces las empresas tienen que buscar otros métodos motivacionales

Bruce Mars Fwvmhua Wby Unsplash
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La gente joven, la generación Z está entrando de lleno en el mercado laboral con sus pocas reglas. Además, llegan en un momento clave. Tras la pandemia y los cambios que esta trajo a nuestras vidas, las demás generaciones ya hemos allanado mucho el camino para exigir nuevas dinámicas laborales fuera de las establecidas en décadas.

Hoy vamos a hablar de un fenómeno en auge. Es la ambición silenciosa, más conocida por su término en inglés 'quite ambition' que habla de que aceptar promociones a roles de liderazgo y dirección en las empresas ya no es una decisión obvia, que se cree que todo el mundo va a querer.

Los y las trabajadoras empiezan a priorizar otras cosas. Se empezó a hablar de este fenómeno hace apenas unos meses y ya se ve como un reto para las empresas: si los empleados no están motivados por trabajar duro para ascender a nuevos puestos, entonces ¿qué?.

Redefinir el éxito

Hay estudios que han comprobado que la población activa está redefiniendo lo que significa tener éxito profesional. Los trabajadores están reorientando silenciosamente su ambición hacia su vida personal en lugar de subir ciegamente la escalera corporativa como muchos han hecho en el pasado, tal y como recogía hace unos meses Forbes.

Un artículo publicado hace ahora un año en Fortune hablaba de este cambio de rumbo la era de la "ambición silenciosa", ya que los trabajadores más jóvenes se niegan a "perseguir el logro por el logro". Un estudio de Visier de agosto de 2023, este cambio, obviamente, provoca el desmoronamiento de la escalera corporativa, mientras los trabajadores rehúyen la gestión en favor del tiempo libre.

Visier encuestó recientemente a 1.000 empleados estadounidenses a tiempo completo sobre sus ambiciones y prioridades laborales. Descubrieron que sólo el 4% de los empleados considera que ascender a la dirección ejecutiva es uno de sus principales objetivos profesionales, lo que supone una amenaza real para la estructura corporativa de una organización. Sólo el 38% de los colaboradores individuales está interesado en convertirse en gerente en la empresa donde están.

La ambición silenciosa en realidad no deja de ser ambición, pero no por un futuro corporativo de títulos y salarios y horas extra. Si no la ambición por una vida tranquila, donde poder compaginar su vida personal con la profesional sin sufrir estragos. Además, según recoge la Mente es Maravillosa, estos jóvenes ya no se sienten atraídos por llegar a ciertos objetivos o estatus si no están en  línea con sus valores y aspiraciones genuinas.

De esto ya hemos hablado y hace muy poco vimos cómo la Generación Z se muestra la más infeliz de todas y, al mismo tiempo, afirman que para ser más felices necesitan objetivos positivos en la vida y en su trabajo. Es decir, que el sistema actual donde se da por sentada la importancia del dinero, de la ambición económica, crecer en las empresas a posiciones de poder, les genera esa infelicidad.

Ambiciones muchas, pero de otra forma

Al hablar de ambición silenciosa vemos que sí hay ambición, solo que se toma de un modo diferente. Otros estudios y experto ya han advertido de que para atraer a trabajadores jóvenes y retenerlos en las empresas es necesario fomentar que puedan seguir formándose dentro del espacio laboral o que sientan que hacen algo.

También muchos de los jóvenes valoran que haya flexibilidad a la hora de escoger dónde trabajar (oficina o a distancia). Un artículo que publicamos en Genbeta hablaba de una experta que decía que los jóvenes que no vayan a la oficina tendrán menos opciones de crecer profesionalmente que los que sí van.

Ese artículo se hizo polémico en redes sociales como X acusando a la que aquí escribe de defender con todas el trabajo de oficina, pero se olvidaron de leer que la experta también afirmaba que probablemente ese sea más un pensamiento 'boomer' que una real ambición de una persona millenial o de la generación Z que priorizan mucho más tener tiempo para su vida privada.

La mencionada investigación de Visier afirma que entre las aspiraciones de las personas se encuentran pasar tiempo con la familia y amistades, tener buena salud y viajar. Incluso voluntariar por una buena causa es más interesante para los trabajadores que ser gerente.

Imagen | Foto de bruce mars en Unsplash

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