Microsoft sigue sacando con cuentagotas las novedades de Windows 8. Esta vez le toca al control parental, y en Redmond han aportado un enfoque distinto. Hasta ahora, la mayor parte de soluciones para controlar el uso que hacen los niños del ordenador se basaban en el bloqueo: sólo puedes ver estas páginas, ejecutar estos programas…
No se puede negar que sea efectivo, pero sí que puede llegar a ser tedioso configurar todo y dejarlo listo. En Windows 8, el enfoque es el contrario: primero monitorizas el uso del ordenador y después bloqueas los sitios que quieras. Tal y como lo plantean parece bastante fácil: a la hora de crear la cuenta, simplemente indicas que es de uno de tus hijos y Windows prepara todo por ti.
Cada semana recibirás en la cuenta de correo del administrador un resumen como este, con las webs que ha visitado, búsquedas que ha hecho y aplicaciones que ha abierto. Desde ese mismo correo podrás configurar filtros para controlar qué hace tu hijo con el ordenador. Estos filtros son individuales para cada cuenta, así que puede crear una cuenta para cada hijo sin que los filtros interfieran entre sí.
A primera vista parece una buena opción, pero depende de cómo se use. Un monitor de uso directamente incrustado en el sistema no es que me dé muy buena espina, no sólo por la pérdida de privacidad de los niños sino también por posibles problemas de seguridad: ¿qué pasa si una aplicación maliciosa consigue acceder a ese registro? ¿Se guarda el registro aunque no tengas configurada la cuenta como de un niño?
Me surgen muchísimas dudas más, todas relacionadas con la seguridad de este sistema. Espero realmente que Microsoft haya sabido resolver este tema sin fisuras porque podría ser un grave problema de seguridad si no lo hacen. Por lo demás, padres que leéis Genbeta, ¿qué opináis de este nuevo control parental?
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