"¿Qué habría dicho Aristóteles?": así imaginaba Steve Jobs una IA como ChatGPT hace 40 años

Steve Jobs Chatgpt
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La popular herramienta ChatGPT lo ha cambiado todo para el público desde finales de 2022, siendo la plataforma que más rápido ha crecido en la historia de Internet.

Aunque la inteligencia artificial haya explotado ahora para el público, de sus implicaciones en la sociedad y en el mundo de la tecnología se ha hablado durante décadas. Tanto que en 1983, hace justo 40 años, Steve Jobs se pronunció sobre las implicaciones del asunto en un discurso en la Conferencia Internacional de Diseño en Aspen.

Aunque se ha hablado mucho del tema desde que en 2012 se publicara la grabación completa de la charla, nosotros hemos recordado el fragmento que nos interesa gracias a la publicación del libro gratuito 'Make Something Beautiful' de manos del Steve Jobs Archive.

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Un ChatGPT con esteroides que todavía no tendremos

Discurso
Transcripción del discurso de Steve Jobs.

Durante el discurso, Jobs tocó muchos temas, entre ellos, cómo en poco tiempo usaríamos mucho más nuestros ordenadores que los coches. Y entonces llegó la hora de hablar de educación, llegando a decir que lo que probablemente le mantuvo alejado de la cárcel fueron los libros, destacando el poder leer a autores clásicos griegos sin intermediarios:

"Cuando iba al colegio, tuve unos cuantos profesores estupendos y muchos mediocres. Y lo que probablemente me mantuvo alejado de la cárcel fueron los libros. Podía ir y leer lo que escribieron Aristóteles o Platón sin intermediarios de por medio. Y un libro era algo fenomenal. Iba directo de la fuente al destino sin nada en medio".

Sin embargo, eso no era suficiente para el fundador de Apple. Quería más, quería poder adentrarse con mayor profundidad en la obra y pensamientos de un autor, como si lo tuvieras delante. Y claro, técnicamente era y es imposible. Pero sí imaginó cómo la tecnología podría acercarnos mucho a ello:

"El problema era que no puedes hacerle una pregunta a Aristóteles. Y creo que, al mirar hacia los próximos cincuenta o cien años, si realmente podemos crear máquinas que capturen un espíritu subyacente, o un conjunto subyacente de principios, o una forma subyacente de ver el mundo, entonces, cuando aparezca el próximo Aristóteles, tal vez si lleva consigo una de estas máquinas durante toda su vida, y escribe toda esta información, tal vez algún día, después de que esta persona haya muerto, podamos preguntarle a esta máquina: 'Ey, ¿qué habría dicho Aristóteles?"

Leyendo este fragmento, se me vinieron rápidamente a la cabeza ChatGPT, GPT-4 y los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) en general. Aunque por el momento siguen muy lejos de realmente captar el "espíritu subyacente" de pensadores. Es decir, Steve Jobs imaginaba algo mucho más inteligente, y de hecho daba un plazo de 50-100 años, muy superior a los 40 años que han pasado.

Y es que el actual entrenamiento no persigue esa meta ni está en ese punto, quizá no haga falta que el próximo Aristóteles lleve una máquina encima toda su vida, como afirmaba Jobs, y que en cierto modo, recuerda a la figura de un diario que escribimos en privado, como si algo así hiciera falta para realmente entender el pensamiento de un pensador más allá de su obra.

Steve Jobs parecía imaginar más un diario que un entrenamiento con todos los textos de un autor

Con un repaso a los textos, ChatGPT y otras soluciones entrenadas de formas más específicas pueden ser ya capaces de responder a la pregunta "¿qué habría dicho Aristóteles?". Sin embargo, Steve Jobs parecía reconocer hace 40 años la problemática alrededor de algo así:

"Y tal vez no obtengamos la respuesta correcta, pero tal vez sí. Y eso realmente me emociona. Y esa es una de las razones por las que hago lo que hago".

En el discurso afirmó que tal vez no obtuviéramos no la respuesta, sino la respuesta correcta. Y es ese probablemente el punto en el que estamos, uno en el que los modelos no sienten nada, y en el que "mienten" porque "alucinan". Pero uno en el que hay quien persigue esa respuesta, el "tal vez sí" que emocionaba hace 40 años a Jobs.

No hay que ir muy lejos para encontrar proyectos que ya intentan hacer realidad visiones como esta. Por ejemplo, creando entrevistas ficticias entre Joe Rogan y el propio Steve Jobs, no solo en cuanto a contenidos sino en relación a clonación de voz. O entrevistas como la de nuestros compañeros de Applesfera a ChatGPT, preguntándole "¿qué diría Steve Jobs?". También es lo que buscan los creadores de Superchat.

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