La Ciudad de México es perfecta para vivir...si teletrabajas. Pero los jefes mexicanos han decidido volver a la oficina

En la capital viven más de 9 millones de personas y en todo el área metropolitana hay más de 22 millones de personas

La pandemia dio la oportunidad de probar que se puede teletrabajar y evitar tantos atascos en las ciudades, pero muchas empresas quieren que vayamos a la oficina

Roger Ce J5yyaiqhlqg Unsplash
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Yo, siendo una amante de las montañas, la naturaleza, las aldeas y la vida tranquila, soy una profunda enamorada de la Ciudad de México... una de las mayores urbes del mundo. Cuando me surgió la oportunidad de ir a vivir a la capital mexicana en el año 2014 lo rechacé. Tenía muy buenas amistades en la ciudad y había escuchado cosas muy bonitas del lugar pero yo decía: ¡cómo voy a poder vivir en una ciudad tan grande!

En 2016 acabé sucumbiendo. Tenía la oportunidad de ir. Ni siquiera la obligación de quedarme en la ciudad, sino que podía moverme de un lugar a otro del país, pasando a veces por la capital. Pero me encantó tanto, tantísimo, que acabé pasando allí una temporada. Y acabé volviendo otros seis meses más adelante. Y otros seis más en 2021, época de postpandemia, en la que la mayoría de mis amistades ya teletrabajaban, entre ellas y ellos mis "roomis" o compañeros de departamento. En ese año, nuestro salón pasó a ser una oficina de varias personas realizando sus tareas cada quien para una entidad diferente.

Amo la Ciudad de México, pero soy muy consciente de que mi capacidad de amar esa urbe es, en gran parte, porque siempre teletrabajé viviendo en la ciudad. Como ya os conté en otros reportajes llevo teletrabajando desde antes de que esto se extendiera (desde 2010-2011). Pero en la ciudad capitalina, muchas veces, me ha tocado tomar el transporte en hora punta y realmente es agotador (y también fuera de la hora punta), porque realmente es una ciudad enorme. Creo que quien no la conozca, no puede imaginar la cantidad de personas que puedes encontrar siempre en la ciudad capitalina.

Hay una palabra que aprendí en México que me encanta: "engentarse". Su definición es "dicho del movimiento de la gente en una ciudad grande: Causar aturdimiento". Probablemente este verbo no pudo haber nacido en un lugar más idóneo que en México porque la cantidad de gente que te puedes encontrar en muchos sitios del país, es impresionante,

En el siguiente reportaje contaré mis experiencias viviendo en la Ciudad de México, la experiencia de mis amistades mexicanas que viven allí, cómo muchos pueden teletrabajar pero sus jefes no quieren porque el presentismo laboral está muy anclado y los retos de la ciudad a este respecto. Como contexto, soy consciente de que cómo los "nómadas digitales" han encarecido muchísimo la ciudad en estos últimos años, de la gentrificación que se está produciendo salvaje.

Un paréntesis: No me echen mucho "hate", soy muy consciente de estos problemas que la movilidad entre países, de cómo mucha gente llega con salarios altísimos a CDMX y cómo esto lleva años afectando a pasos agigantados y actúo consciente de ello. Viví allí con un salario normal, más bien bajo, con gente mexicana, comiendo local, comprando en tianguis... tratando en lo posible de que mis acciones no contribuyeran de algo que me horroriza: la expulsión de la gente local de sus colonias.

Moviéndonos por la Ciudad de México

Tengo que decir que, habiendo vivido en otras grandes ciudades como Ha Noi o Bogotá, considero que el transporte público en la Ciudad de México no está nada mal. Hay muchas alternativas, llega a muchos lados y tiene precios asequibles en muchos casos. Metro, bicicletas públicas y las ciclovías, 'peseros' (busetas), el metrobús, una enorme flota de taxis y vehículos VTC de diferentes apps, zonas donde se puede ir andando, porque la ciudad está llena de aceras o banquetas... El problema es que la inmensa cantidad de gente que vive en la ciudad y toda la movilidad que se produce a diario hace difícil que sea suficiente.

En la capital viven más de 9 millones de personas pero en todo el área metropolitana hay más de 22 millones de personas. Y muchas de estas personas, que viven en el Estado de México que rodea la urbe, tienen que ir a diario a la capital. Hace unas semanas, en El País salía la noticia de una mujer que pasa 5 horas diarias entre ir y volver al trabajo. En 2018, era pre covid cuando el teletrabajo era una utopía que se daba en pocos casos, las cifras apuntaban a que al día se realizan 34,5 millones de viajes en la zona metropolitana del Valle de México y muchísimas eran las personas que pasaban 4 horas diarias desplazándose.

Incluso, aunque no vivas en el Estado de México, hay que pensar que muchas grandes empresas que ofrecen trabajo de oficina (y en ese nos vamos a centrar porque es el que puede permitir teletrabajo), tienen sus oficinas en zonas como Polanco, Reforma, Santa Fé... en las que la vivienda es carísima y no se ajusta a los salarios que puedes obtener. Más ahora, con el encarecimiento de la ciudad en los últimos años, colonias como Escandón, la del Valle, la Nápoles o la Narvarte, donde hace unos años podías compartir departamento con amigos a un precio asequible, se ha hecho casi imposible también vivir y la gente se ha tenido que mudar a otros colonias más alejadas de los sitios donde normalmente están las oficinas.

Según datos de QuintoAndar, considerando los precios publicados en los avisos de plataformas online, entre marzo de 2022 y marzo de 2023, el costo promedio de arrendar un departamento subió en Ciudad de México un 12%. La tendencia de subida ya estaba acentuada desde 2018. Esto se traduce a que no solo las personas que viven en áreas periféricas sufren los desplazamientos, sino que dentro de la ciudad también es difícil.

Cuando yo vivía en la ciudad, casi siempre me movía en bicicleta. A veces he pasado miedo, porque no todo el mundo respeta la ciclovía pero en muchas de las horas del día avanzaba mucho más rápido que lo hacían los coches a causa de los atascos que se creaban. Eso sí, cuando tenía que irme a ruedas de prensa que se organizaban en Santa Fe o en Polanco, sí tenía que recurrir al metro en horas pico. Madrugar mucho, salir de casa con mucho tiempo y saber que vas a estar un rato largo en movimiento. Y, para quien no conozca la CDMX, tanto el metro como los andenes se llenan muchísimo. Pasan trenes y tú tienes que esperar mientras el andén se sigue llenando y cuando te consigues acercar a la puerta, debes acceder apretándote a la gente. No hay alternativa.

Personalmente, el coche y el taxi me parecen todavía más pesados para los traslados. Vas con tu espacio personal pero los atascos pueden ser inmensos, y puedes pasar muchísimo tiempo sin avanzar. Ciudad de México se encuentra en la 13ª posición en el ranking mundial de ciudades con mayor congestionamiento vial, realizado por TomTom. El estudio menciona que, en promedio, un automovilista tarda 25 minutos por cada 10 km de viaje, como recoge Motorpasión.

Llegó la oportunidad del teletrabajo

En 2021 fue la última vez que viví en la capital. Y en ese momento muchas eran las personas que ya teletrabajaban. Entre ellas, mis amistades. Aunque, ante una oportunidad tan enorme como esa, ya en 2021 los jefes de gente conocida ya estaban presionando con la idea de volver a la oficina o comenzaron con una fórmula híbrida de ir unos días a la semana, aunque estábamos sin vacunas (de hecho, mis roomis y yo decidimos acortar muchísimo nuestras interacciones sociales para cuidarnos, porque la pandemia todavía causaba estragos).

Desde Genbeta hemos recogido muchos estudios sobre las paranoias de los directivos respecto a tener a la plantilla en oficina y dejar a la gente hacer sus cosas desde casa. A muchas empresas e instituciones les ha ido muy bien con el teletrabajo, pero se empeñan en volver al formato presencial de siempre. Hemos visto, por ejemplo, un estudio que dejó en evidencia a los jefes que imponen oficina y que concluía que lo usan para "controlar a los empleados y culparlos" de las pérdidas.

Al mismo tiempo, hay expertos en recursos humanos que dicen, que más que culpar al teletrabajo, hay otros aspectos que llevan a esa caída de la productividad: desmotivación del personal,  problemas por parte de la gestión... hay quienes dicen que no asumen sus responsabilidades como líderes culpando al teletrabajo en vez de a sus políticas empresariales y dinámicas de trabajo.

Muchas veces cuando me ha tocado recoger estudios y realizar reportajes sobre este tema, me han venido a la mente casos de muchas de mis amistades y las excusas de sus jefes cuando comenzaron a meter presión con la idea de volver a la oficina, con una gran desconfianza ante sus trabajadores, cuando ellos, los superiores no estaban viendo lo que hacían (algo que ya hemos visto que no es exclusivo de México, de todos modos).

De hecho, ya casi todo el mundo que conozco de México ha tenido que acabar volviendo al formato presencial. Es como una oportunidad perdida de descongestionar esa gran ciudad, de evitar desplazamientos de muchas personas, de dar calidad de vida a gente que podría evitar pasar horas al día en transporte para desplazarse de casa al trabajo.

Un estudio de Deloitte México concluyó que durante mayo de 2023, 51% de personas entrevistados indicó tener la opción de laborar en el hogar, mientras que, en septiembre de 2021, eran el 68% quienes tenían esta alternativa. En agosto de 2023, Expansión.mx publicaba que más de la mitad de los empleados encuestados por OCC afirmaron estar trabajando en modalidad presencial y solo 17% trabajaba bajo la  modalidad home office al 100% o en modelo híbrido.

A todo esto hay que sumarle que México es uno de los países de la OCDE donde las personas más tiempo pasan en la oficina. Casi siempre por una cultura laboral en la que los superiores consideran que el presentismo laboral ayuda a sacar mejor adelante una empresa, cuando en la práctica, la realidad muestra que cuando estamos agotados somos mucho menos productivos.

Cuando en 2021 vivía en la CDMX y convivía con varias personas que teletrabajaban era casi un sueño. Nuestro salón era como una oficina. Cada persona hacíamos las tareas para nuestras empresas pero los momentos que uno puede necesitar para un pequeño descanso, nos teníamos entre nosotros, que nos llevábamos estupendamente bien para desconectar unos minutos, salíamos a comer juntos (porque, además, ahorrarte el dinero de transporte te permite darte a veces estos pequeños placeres)...

Hay estudios que hablan de cómo los jefes alegan que cuando los empleados están en casa pueden distraerse más. Como si en una oficina nada nos pudiera distraer. Nosotros, desde aquel salón oficina de casa sacábamos adelante a diario todas las tareas que eran necesarias entregar, pero sin tener que subirnos a un metro o a un autobús y compartiendo los pequeños descansos, simplemente éramos felices. En Reddit hay una conversación a este respecto con puntos de vista muy interesante de personas que viven la Ciudad de México y teletrabajan.

Regulaciones en México

De todos modos, esfuerzos por el teletrabajo siguen existiendo en México. Por ejemplo, hace unos meses que se aprobó una nueva ley a este respecto. Un respaldo legal siempre ayuda. La Norma de Teletrabajo (NOM-037) entró en vigor el pasado 5 de diciembre en México. Establece obligaciones y derechos puntuales para  las empresas y trabajadores que mantienen una relación laboral bajo estos términos. Las autoridades dieron a conocer los mecanismos que se utilizarán para garantizar su cumplimiento.

Hablando de esta normativa, precisamente las autoridades mencionaron las “horas invisibles” de una jornada laboral, donde se encuentran los enormes tiempos de traslado en grandes ciudades, como Ciudad de México. De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, el promedio de tiempos de traslado al trabajo en Ciudad de México es de 45.9 minutos. Es decir, 7 horas y 39 minutos considerando trayectos de ida y vuelta cada semana.

Hay también que mencionar aquí que la Cámara de Diputados ha analizado reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana.

Imagen | Foto de Roger Ce en Unsplash

En Genbeta | En   unos años trabajaremos 3,5 días a la semana y la inteligencia    artificial hará el resto: esto cree el CEO del mayor banco de EE.UU

Comentarios cerrados
Inicio