Ya hemos comentado alguna vez que Julian Assange tiene un "maletín nuclear" cuyas claves conoce Kristinn Hrafnsson y pocos más. “Si algo me ocurre a mí o a WikiLeaks, los documentos de garantía serán difundidos”, avisa el australiano que observa atentamente desde su exilio británico la que por allí se está liando con el "caso Murdoch" que hoy se ha cobrado una víctima de verdad y las dimisiones de los jefes de Scotland Yard.
El fundador de WikiLeaks ha explicado en alguna ocasión que el contenido de estos documentos, tan especiales que con ellos protege su vida, “hablan de la verdad sobre el poder”. Entre esa documentación hay mucha información sobre el interés de EE.UU en beneficiar a unos medios o grupos.
Ya veremos si no estamos ante una versión mediática, brutal y global de la topera que todos hemos visto en España gracias a WikiLeaks pero casi nadie ha querido "ver" porque ya se sabe que ser español es temblar y cuando pasa un León todos se vuelven gatitos ciegos.
Lo que si sabemos es que Julian Assange guarda muchos cables sobre el imperio Murdoch (al que asesora José María Aznar) y los intereses de EE.UU en el reparto mediático en algunos países. Muy gordo tiene que ser para que el australiano haya adjuntado al maletín nuclear una información que probablemente venga a corroborar lo esencial que es para el "eje del mal" ayudar al ciudadano Kane que es Murdoch y alguno más.
Foto | roebot En Nación Red | Murdoch, el hundimiento del corsario que quería romper Internet
