Fodor es una web creada para inspirar viajes pero ahora también ha publicado una "No Lista" anual, que desalienta activamente el turismo en, concretamente, nueve lugares del mundo. Destaca mucho que el primer destino al que recomiendan no ir es a la preciosa Venecia.
Pero es que, dice Foro que "no es un resumen de lugares que denigramos, sino una declaración de lugares que reverenciamos. Nos encantan estos destinos. Y sabemos que tú también los amas. Pero nuestra frenética admiración y nuestra incesante necesidad de experimentarlos –ya sea motivadas por el “efecto Instagram” o por el rebote de la lista de deseos– no son sostenibles".
Es decir, que habla de lugares explotados por el sobreturismo, que están viviendo consecuencias negativas por su enorme atractivo. La Lista de No visitables en 2024 se centra en tres áreas principales de impacto turístico: sobreturismo, producción de basura y calidad y suficiencia del agua. Y recuerda que un mal uso de ciertos recursos afecta negativamente a las comunidades locales.
Dice algo muy interesante que es que el turismo puede ser enormemente positivo ya que puede unir culturas, crear conciencia, mejorar las economías, "pero sólo cuando se hace con cuidado" y respeto. Los destinos a los que no viajar en 2024 serían:
Venecia
La razón de que esta maravillosa ciudad (yo conozco muy bien esta ciudad y la adoro, sobre todo fuera de las atracciones más turísticas) lidere la lista es porque, dice la web, ha estado plagada de sobreturismo durante años y sigue sin poder resolver sus problemas.
Preocupada durante mucho tiempo por la posibilidad de quedar sumergida en el agua y el año pasado recibió una enorme proporción de visitantes por cada residente. A pesar de las medidas adoptadas por el ayuntamiento de Venecia, las cosas no han mejorado.
Hay, por ejemplo, un impuesto turístico de 5 euros para los visitantes que se quiere probar. Los visitantes deberán reservar los billetes con antelación. También ha habido propuestas para erigir torniquetes en los concurridos puntos de acceso a la ciudad para mejorar los problemas del flujo turístico. Muchos venecianos han considerado insuficientes las medidas de lucha contra las multitudes, lo que ha dado lugar a protestas masivas.
Entre los problemas: muchos turistas que no contribuyen a la economía local, la creación de muchísimos hoteles en Mestre, lo que"ha aburguesado la zona", el aumento del tráfico o que la gente local se está yendo por todos los problemas y el costo de vida que no ha parado de subir, pensando en los turistas. Muchos propietarios priorizan el alquiler por noche a los viajeros que pagan más, que a alguien que quiera vivir en la ciudad.
Atenas
Dice Fodor que el turismo excesivo y la falta de planes de gestión aprobados están causando daños a la Acrópolis y la pérdida de formas de vida tradicionales en los barrios circundantes. Después de la crisis económica, el malestar político y la pandemia, la oficina de turismo griega usó el marketing para atraer viajeros a Atenas. Existe el temor de que si el aumento de visitantes continúa sin control, los distritos más atenienses se erosionarán culturalmente.
La principal atracción turística de Atenas, la Acrópolis, y sus monumentos emblemáticos y la entrada de los Propileos, han experimentado un aumento récord de visitantes: alrededor de 17.000 personas diariamente. Pero ese número es demasiado para el sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Según World Heritage Watch, una organización no gubernamental que apoya a la UNESCO, la Acrópolis no cuenta con los planes de control turístico requeridos por la Convención del Patrimonio Mundial de la ONU, a pesar de que Grecia es signataria.
La mayor parte de las protestas por el exceso de turismo se han centrado en el número de visitantes que visitan los monumentos, los organismos guardianes del patrimonio también han estado monitoreando los daños a la propia roca viva. Mientras los historiadores intentan proteger el templo de Atenas, los residentes del centro de Atenas intentan proteger sus hogares. Ubicado bajo la Acrópolis, el barrio de Plaka, que se asienta sobre capas de la antigua historia de Atenas y la ladera, está cediendo ante las grandes multitudes de personas.
Monte Fuji, Japón
Dice la web que un problema es que los visitantes no reconocen plenamente los riesgos y efectos perjudiciales de escalar el Monte Fuji y se ponen en riesgo físico mientras abarrotan una cumbre sagrada. Mucha gente deja allí su basura y se ha reportado que muchos escaladores optan por no pagar la tarifa de cooperación voluntaria de 1.000 yenes (6,70 dólares estadounidenses) que ayuda a la seguridad y la conservación.
Escalar la montaña de 3.776 metros (12.388 pies) es una experiencia preciada y cada vez más comercializada. Hay una oficina de correos en la cumbre para enviar postales y cartas, una aplicación oficial para evitar perderse, pero tiene peligros para la gente que no tiene experiencia en la montaña.
Monumento Nacional de las Montañas de San Gabriel
Este lugar de Estados Unidos está compuesto por tierras del Bosque Nacional Ángeles y del Bosque Nacional San Bernardino. El área constituye aproximadamente el 70% del espacio verde abierto disponible para los habitantes de Los Ángeles. Un gran problema es que hay mucha basura y muchos grafitis que la gente va dejando o haciendo. Hay personal voluntario que pasa a limpiar este enclave natural.
Mark Stanley, director ejecutivo de The San Gabriel and Lower Los Angeles Rivers and Mountains Conservancy dice que además de la basura, la enorme cantidad de gente que va es un peligro para la naturaleza.
Bahía de Ha Long, Vietnam
Según los expertos, la gestión de las actividades de navegación turística en la bahía de Ha Long, junto con las crecientes comunidades pesqueras, están contribuyendo a la acumulación de desechos y diésel en el agua. Este paisaje marino comprende 1.600 islas e islotes de piedra caliza envueltos y bosques tropicales.
El número de visitantes a la bahía de Ha Long en 2022 fue de más de siete millones y se espera que rondará los ocho millones y medio en 2023. E
En Vietnam, por ley, los hoteles de tres estrellas y los cruceros deben proporcionar dos botellas de agua por persona y por habitación y luego mucha gente tira esos plásticos al suelo o al agua directamente. Las actividades turísticas producen diariamente 34 toneladas de desechos en total, lo que afecta al ecosistema.
Desierto de Atacama
El desierto de Atacama, a lo largo de la costa del Pacífico de Chile tiene géiseres activos, lagunas color esmeralda, depósitos de sal inmensos, acantilados, está rodeado picos de los Andes occidentales. Pero está amenazado por una fuerza inesperada: el uso masivo de la ropa barata. La industria de la moda rápida genera 92 millones de toneladas de residuos textiles al año y una vez pasada de moda puede acabar en Atacama.
Chile es el mayor importador de ropa usada de Sudamérica y acepta 60.000 toneladas de prendas no deseadas al año, en su mayoría procedentes de Estados Unidos, Europa y Asia. Como el gobierno chileno no permite el vertido de textiles en los vertederos, los comerciantes clasifican las piezas que pueden revender. Todo lo demás (hasta el 85%) se tira a un vertedero en el desierto de Atacama.
En este caso más que el turismo, lo que puede acabar con este desierto es el consumo masivo de la llamada fast fashion.
Otros destinos no recomendados
Para cerrar la lista, Fodors también incluye estos otros lugares que pueden acabar muy mal si siguen recibiendo a muchos turistas: Lake Superior en Michigan, Estados Unidos; el río Ganges en la India; y la isla de Koh Samui en Tailandia.
Vía: https://www.fodors.com/news/news/fodors-no-list-2024
Imagen | Foto de Alicia Steels en Unsplash
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