Qué fue de la empresa que megadespidió por Zoom hace un año (y de su polémico CEO)

Qué fue de la empresa que megadespidió por Zoom hace un año (y de su polémico CEO)
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"Si estás en esta videollamada, eres parte del grupo desafortunado que va a ser despedido. Tu empleo aquí finaliza con efecto inmediato. Recibirás un correo electrónico de Recuersos Humanos".

Estas fueron las tres frases con las que Vishal Garg, CEO de Better.com, despachaba a través de Zoom el despido de nada menos que 900 empleados indios y estadounidenses de su compañía (el 15% de la plantilla) hace ahora poco más de un año. El vídeo de lo ocurrido (de menos de tres minutos) se viralizó en redes sociales...

...y las acciones de Garg coparon titulares en los medios de comunicación, convirtiéndose en paradigma de la falta de tacto a la hora de gestionar un despido masivo. Por supuesto, que el despido tuviera lugar tan sólo tres semanas antes de Navidad y un tan sólo un día después de que la compañía lograra recaudar una inversión de 750 millones añadió leña al fuego de la viralidad.

Lágrimas de cocodrilo

"Ha sido una decisión muy, muy difícil de tomar", afirmaba al comienzo del vídeo; "es la segunda vez en mi carrera que hago esto y no quiero hacer esto. La última vez que lo hice, lloré".

Pese a ese torpe intento de empatía, la tormenta mediática en torno al despido se agravó días después, cuando se supo que el CEO había publicado un mensaje supuestamente anónimo en la red social profesional Blind en el que se ensañaba con casi una tercera parte de los empleados despedidos:

"al menos 250 de las personas despedidas trabajaban dos horas al día en promedio, aunque registraban más de ocho horas diarias en el sistema de nóminas. Estaban robándonos y robando a nuestros clientes, que pagan las facturas que pagan nuestros sueldos".

El CEO de Better.com es todo un personaje: un antiguo socio en un proyecto empresarial previo le denunció por amenazarle con "graparle a la pared y quemarlo vivo".

Él mismo confirmó la autoría del mensaje a la revista Fortune. Al fin y al cabo, un año antes no había tenido impedimentos en firmar mensajes como en siguiente, en otro envío masivo a sus empleados:

"Sois un montón delfines tontos que van a ser devorados por los tiburones. Parad ahora mismo porque me estáis avergonzando".

Al rincón de pensar (durante un ratito)

Sin embargo, en esta ocasión el foco mediático estaba ya sobre la empresa, y esta vez no sólo se vio obligado a pedir perdón "por la forma en que manejé los despidos, no mostré el respeto ni el pareció suficiente por los afectados ni por su contribución a la empresa" (una solicitud de perdón no dirigida a los 900 despedidos, sino a la plantilla restante)...

...sino que sus socios del banco japonés Softbank lo mandaron al rincón de pensar, obligándole a abandonar su labor en primera línea de la compañía antes de que terminase el año. Para el 19 de enero ya se había reincorporado a su puesto, tras tomarse "un tiempo libre para reflexionar sobre su liderazgo". En este caso, su email masivo a su plantilla tenía un tono muy diferente:

"Entiendo lo difíciles que han sido estas últimas semanas. Lamento profundamente la angustia, la distracción y la vergüenza que han causado mis acciones".

Dimisiones, (muchos) más despidos y pérdidas millonarias

Durante sus 'vacaciones forzosas', tres altos directivos de la compañía dimitieron, y el resto de la dirección de la compañía inició una auditoría para analizar la cultura empresarial y el modelo de liderazgo de Better.com.

No sabemos cuáles fueron las conclusiones, si las hubo, pero lo cierto es que para marzo de 2022, la empresa realizó otro despido masivo (esta vez, sin videoconferencias de por medio), procediendo a despedir esta vez a 3.000 empleados (equivalente al 50% de los que tenía justo antes de despedir a los primeros 900).

La razón es que la empresa venía perdiendo alrededor de 50 millones de dólares al mes, según reveló una fuente interna, quien también informó de que la empresa iba a ofrecer a los empleados que le quedaban en varios departamentos la posibilidad de marcharse voluntariamente, pagándoles una indemnización de 60 días y un plan de seguro médico privado.

No sabemos si Vishal Garg fue capaz de aguantar las lágrimas también cuando despidió a otros 3.000 empleados. Sí sabemos que se acordó de no usar Zoom para hacerlo

Según los directivos de Better.com, la inestabilidad de los mercados hipotecarios, con tasas de interés en aumento y condiciones cambiantes, llevaban tiempo perjudicando a la compañía, especializada en la concesión de hipotecas inmobiliarias. No es descartable, tampoco, que la crisis de reputación diera otro empujón hacia el precipicio a la compañía.

Pocos días después, salió a la luz otro vídeo en el que Garg reconocía que la culpa de esos 3.000 despidos había sido suya:

"Hoy reconocemos que contratamos en exceso y contratamos a las personas equivocadas. Y al hacerlo fallamos. Fallé. No fui disciplinado en los últimos 18 meses. Hicimos 250 millones de dólares el año pasado, y ¿sabes qué?, probablemente desperdiciamos 200 millones".

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