Se suceden ataques contra las webs de todas aquellas corporaciones o instituciones que han decidido participar de la cacería contra WikiLeaks. MasterCard, por ejemplo, ha reconocido estar experimentando un tráfico intenso, eufemismo de web innacesible durante no pocos momentos del día de hoy. Operation Payback (is a bitch!).
MasterCard cortó su relación con WikiLeaks este martes y VISA anunció una investigación para cancelar el servicio. No consta una acción similar sobre organizaciones racistas como el Ku Klux Klan y otras.
Los ciberataques, obviamente, son parte de una oleada de apoyo a WikiLeaks y a su fundador Julian Assange que se exiende de una u otra forma por toda la red. Twitter se desbordaba horas después del arresto de Julian Assange de mensajes de solidaridad, mientras la página del sitio en Facebook alcanzó el millón de seguidores.
Por cierto que hay polémica sobre la posible manipulación que haría twitter de los Trending Topics para evitar que aparezca muy destacada cualquier referencia a WikiLeaks.
También han expermientado “tráfico intenso” la web de la Fiscalía sueca, el despacho de abogados que defiende a las dos mujeres que han denunciado a Assange, PayPal y la caja de ahorros suiza (PostFinance) que ha bloqueado la cuenta de Julian Assange en el país alpino. La meta de los ciberpiratas no es otra que la web de la Interpol, palabras mayores.
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