Cuando hacemos un pedido online pueden darse dos situaciones: o que todo salga bien con la empresa de reparto y te llegue el paquete en tiempo y forma, o que tengas muchos problemas y no llegue tu paquete. Esto último es lo que pasó a dos individuos tras comprar cada dos dispositivos móviles que debían ser entregados por la empresa GLS.
El problema llegó cuando la empresa de manera unilateral y sin informar a los receptores de ese paquete cambia el lugar de entrega del producto y lo entrega sin realizar las comprobaciones de identidad necesarias. Esto es lo que ha determinado la AEPD que ha impuesto una gran sanción a GLS por violar el artículo 6 del RGPD.
Multa a GLS por entregar de manera incorrecta dos paquetes
En la resolución de la AEPD a la que hemos tenido acceso se manifiesta como antecedes que estos dos individuos habían comprado dos móviles para ser entregados en su domicilio. Pero al no recibirlos y contactar con GLS se informó que había sido retirada en una de las sedes por alguien no autorizado, pensando que se ha suplantado la identidad de los receptores. Y es por ello que achacando la situación a una estafa por SIM Swapping se terminaron lavando las manos.
Tras recibir la reclamación, la AEPD comenzó a solicitar documentos a la empresa de reparto para justificar esta entrega. De esta manera se pudo comprobar que uno de los envíos se recogió con un documento falso. Y esto se debe a que contaba con el formato de documento de identificación extranjero cuando la numeración era un DNI y no un NIE..
Además de este fallo en la identificación también se determina que se han modificado las condiciones del contrato de los reclamantes sin contar con su consentimiento para cambiar el lugar de recepción. Y es que la empresa únicamente presentó un pantallazo de sus sistemas donde se ve que el cliente que había solicitado esto, pero no ha sido suficiente para justificarlo.
Y pese a que GLS sostiene que se basa en una "solicitud externa y legítima para cambiar el lugar de entrega" que no ha podido quedar comprobada por la compañía desde donde se enviaron los terminales ni por GLS. Esto sumado a los problemas a la hora de identificar a los clientes (y que derivó en entregar el dispositivo a un tercero) ha llevado a importantes sanciones.
En concreto por cada uno de los clientes se impone una multa de 70.000 euros, haciendo una suma de 140.000 euros en total que deberá abonar GLS. En definitiva, cambiar el lugar de entrega un pedido y sobre todo no identificar correctamente a los usuarios no ha salido nada barato para esta compañía.
Vía | Alba del Campo
Portada | Radosław Zmudziński
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