Especial software control remoto: introducción

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7 Junio 2006

Sacha Fuentes

El software de control remoto de ordenadores siempre ha sido muy popular. El hecho de poder controlar nuestro ordenador y acceder a nuestros datos desde cualquier sitio donde estemos es una comodidad muy grande.

Ya desde los primeros ordenadores, cuando estos eran trastos enormes que ocupaban habitaciones enteras, el software de control remoto cobró importancia. Era imposible tener un ordenador en cada sala o habitación, por lo que se hacía necesario terminales que permitieran el acceso remoto a ese ordenador central.

También puede ser muy útil para administradores de sistemas que necesitan trabajar y arreglar problemas en cientos de ordenadores repartidos por todas las instalaciones de una empresa o, incluso, en diferentes países o continentes.

Existen diversos tipos de software de control remoto. Los más habituales son los que permiten duplicar el escritorio remoto y los que funcionan con escritorios virtuales, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. Con ambos tipos, será necesario siempre tener en cuenta la seguridad que ofrecen, tanto en la protección ante accesos no autorizados como en evitar que los datos que se envían puedan ser capturados mientras están en tránsito.

El software de control remoto funciona con una estructura de cliente-servidor, donde el servidor es un programa residente que está instalado y ejecutándose en el ordenador que queremos controlar, mientras el cliente es otro software que se ejecuta en el ordenador desde donde queremos controlar el otro.

A lo largo de esta serie de artículos, empezaremos haciendo un repaso a algunos métodos y programas clásicos y poco a poco iremos viendo otros más actuales. Veremos programas de todo tipo: código abierto y cerrado, seguros e inseguros, para Linux, Windows y Mac,...

Seréis vosotros los que tenéis que elegir cual es el más adecuado en vuestro caso. Probablemente, no habrá ninguno que sea útil ni adecuado para todo el mundo, por eso cada cual escogerá el suyo en función de sus circunstancias. De todas maneras, esperemos que estos artículos os sirvan para tomar la mejor decisión.