Los empleados de Facebook se rebelan con un 'parón virtual' ante la inacción de su CEO tras las medidas anunciadas por Trump

Los empleados de Facebook se rebelan con un 'parón virtual' ante la inacción de su CEO tras las medidas anunciadas por Trump
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Cuando Trump puso sobre la mesa hace unos días su orden ejecutiva con la que buscaba dificultar que las redes sociales siguieran "censurando" a los usuarios que mantenían discursos que chocaban con sus 'líneas editoriales', los primeros movimientos de Twitter y Facebook fueron muy distintos entre sí.

Mientras la red de microblogging decidía seguir etiquetando (e incluso ocultando por "enaltecimiento de la violencia") los tuits de Trump, Zuckerberg se desmarcó afirmando no creer que "Facebook o las plataformas de Internet en general deban ser árbitros de la verdad".

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"El discurso político es una de las partes más sensibles de una democracia, y la gente debería poder ver lo que dicen los políticos".

Aunque Facebook, pese a contar también con acuerdos de colaboración con empresas de fact-checking, en los últimos años ha acostumbrado a seguir políticas menos restrictivas en este campo que las de Twitter, muchos interpretaron las palabras del CEO de la compañía como una cesión ante Trump y un modo de evitarse problemas con la Casa Blanca.

El problema es que eso le ha terminado creando problemas por otro lado: con sus propios empleados, que no ven con buenos ojos que su compañía no tome ninguna medida ante lo que perciben como una amenaza por parte de Trump (de tener éxito la medida de éste, Facebook debería abstenerse de censurar mensajes sin orden judicial, a riesgo de ser demandado como corresponsable del resto de millones de mensajes que permanecieran online).

Ryan Freitas, responsable de diseño de producto para la sección de noticias de Facebook, afirmó que su jefe "no lleva la razón en esto" y que se esforzaría por hacerle "cambiar de opinión". Significativamente, realizó esas declaraciones a través de Twitter. Otros empleados de la compañía también optaron por hacer pública su discrepancia con la línea oficial de la empresa, lo que ha terminado desembocando en que se coordinasen para organizar un "parón virtual" este pasado lunes.

Este tipo de iniciativas no son algo extraño en Silicon Valley, cuya demografía es, además, mayoritariamente progresista: los empleados de las empresas tecnológicas organizan de vez en cuando protestas cuando discrepan de decisiones de las mismas que cuentan con un trasfondo político, como ocurrió con Google hace dos años, tras aceptar el encargo de desarrollar IA militar para el gobierno estadounidense (el famoso Proyecto Maven, que la compañía terminó abandonando precisamente a causa de dicha protesta).

En otras ocasiones, estas protestas desembocan en concentraciones de los empleados en los alrededores de las oficinas, como modo de visibilizar el nivel de apoyo a las mismas. Un apoyo que ha sido bastante más difícil de medir en este caso, con la práctica totalidad de los empleados de Facebook trabajando remotamente a causa de la crisis del coronavirus.

Vía | CNBC

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