Noticias de Google Play en Genbeta

Montar un mercado de aplicaciones no es cosa fácil. Desarrolladores de todo el mundo querrán publicar en él sus creaciones, y tú tienes que plantearte cómo pagarles de acuerdo a la legalidad en sus países correspondientes. Como todo lo que tiene que ver con impuestos y transacciones, no es trivial.

Apple y Microsoft han conseguido resolver con soltura este problema. La App Store permite a los desarrolladores de 155 países vender y distribuir sus aplicaciones. Las tiendas de Microsoft funcionan con 127 países desde los que los desarrolladores pueden vender sus aplicaciones. Desde el resto, los desarrolladores sólo pueden distribuirlas sin poder cobrar por ellas. El tercer actor, Google, cuenta con números mucho más bajos.

La compañía de Mountain View sólo soporta 33 países para los desarrolladores que quieran vender aplicaciones de pago. Varios países de la UE no están dentro de esa lista. Si vives en Luxemburgo, Chipre o Lituania, por poner tres ejemplos, no puedes vender aplicaciones. Tampoco si estás en ciertos países de Latinoamérica, como Colombia, Ecuador o Chile.

Los desarrolladores en países no soportados recurren a alternativas que Google no permite.

Obviamente, los desarrolladores de esos países quieren ganarse la vida con sus aplicaciones, así que recurren a otras alternativas como implementar pasarelas de pago propias para compras in-app o vendiendo códigos de registro sin contar con Google Play.

Sin embargo, hay un problema si siguen por este camino. El problema tiene nombre: es el acuerdo de distribución para desarrolladores, que en su sección 3.3 dice lo siguiente:

No está permitido cobrar ningún importe a los usuarios por las copias de los Productos que dichos usuarios pudieron descargar inicialmente de forma gratuita [...] El Procesador de pagos de Market debe procesar todas las tarifas recibidas por el Desarrollador por los Productos distribuidos a través de Market.

A grandes rasgos, Google prohíbe cobrar por tus aplicaciones si no es a través de Play Store. No puedes implementar otra forma de pago alternativa en tus aplicaciones.

Parece una cláusula razonable (aunque no todas las tiendas de aplicaciones la tienen). Pero también parece razonable esperar que, en países donde Google no ofrece a los desarrolladores la posibilidad de recibir pagos por Play Store, la norma se aplique con menos dureza. Al fin y al cabo, esos desarrolladores no tienen otra opción.

La realidad no es tan bonita. Google actúa como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer a su amo. Y lo peor es que además lo hace con su estilo tradicional: de forma arbitraria y sin ofrecer un soporte decente.

Es el caso de Goran Kukurin. Este desarrollador tenía una aplicación en Google Play con casi un millón de descargas y 11.000 reseñas de usuarios. Sin previo aviso, Google retiró su aplicación porque ofrecía comprar códigos a través de PayPal para eliminar los anuncios. El proceso de pago ni siquiera tenía lugar desde la aplicación, que sólo permitía introducir el código ya comprado.

Como suele ser habitual, las preguntas al soporte de Google fueron infructuosas:

Gracias por su mensaje. Hemos revisado su apelación y no vamos a restaurar su aplicación. La decisión es final y no responderemos a más correos sobre esta eliminación.

En este caso uno se hace varias preguntas. En primer lugar, ¿por qué una aplicación que incumple los términos del acuerdo de desarrolladores pasa cuatro años en la tienda sin ningún aviso? Es muy curioso además que Google retire la aplicación definitivamente sin dar opción al desarrollador a corregir la infracción. Si Kukurin quiere volver a publicarla, tendrá que partir de cero perdiendo todas las reseñas y descargas que tenía.

También llama la atención el hecho de que otras aplicaciones como Whatsapp puedan vender sus servicios sin tener que pasar por la Play Store. CamScanner es otro ejemplo: puedes comprar licencias de la aplicación sin pasar por la caja de Google.

Aquí se juntan varios problemas. Primero, el limitado conjunto de países que Google soporta (llevan más de un año y medio sin añadir ninguno nuevo). Segundo, una regla absurda que no da ninguna opción a los desarrolladores fuera de los países "VIP"; y tercero y último la arbitrariedad de la eliminación sin aviso previo y la falta de soporte adicional.

Google tiene varias soluciones, de tal forma que aunque les resulte difícil dar soporte a desarrolladores en otros países (aun así, bastante incomprensible viendo el soporte de otras tiendas de aplicaciones) pueden ser más flexibles y dejarles ganarse la vida con sus aplicaciones que, al fin y al cabo, están enriqueciendo el ecosistema de Google. De momento los de Mountain View no ha comentado al respecto, y conociéndoles es de esperar que no haya ninguna respuesta ni reacción.

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