Parallels

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Si ya hemos dado un par de soluciones genéricas para crear máquinas virtuales, como son VirtualBox y VMware hoy vamos a comentar la solución que mejor se integra en los sistemas de Mac. La virtualización con Parallels es una opción perfecta para Mac. Es un programa diseñado casi a medida para estos equipos y que nos ofrece buenas opciones en cuanto a su rendimiento e integración en el sistema.

¿Cuál es el principal problema respecto a sus dos competidores? Pues en mi opinión, el precio. Parallels no ofrece versiones gratuitas, y para virtualizar en escritorio tal vez nos sirva con las opciones de VirtualBox o VMware. Éste último nos ofrece buen rendimiento quizás mejor aún que el de Parallels, aunque en este aspecto hay disparidad de criterios dependiendo de quién realice las pruebas. VMware no se integra tan bien con Mac y paga el peaje por ser un sistema general que se puede instalar en Mac, al contrario que Parallels que es un sistema pensado para Mac, que se puede instalar en otras plataformas. En los sistemas operativos de Apple, una vez arrancada la máquina virtual podremos utilizarla con las aplicaciones del sistema operativo invitado como si de cualquier aplicación del sistema anfitrión estuviéramos hablando, sobre todo a efectos visuales.

Parallels en Mac

No tenía un Mac amigo a mano, así que me he tenido que conformar para las pruebas con la versión de este software para Windows. Y lo primero que me ha sorprendido es su interfaz gráfico, bastante más trabajado que los de sus competidores que habíamos analizado anteriormente. Se nota en este aspecto que es un software orientado a Mac, donde por lo general, el usuario es mucho más exigente con estos aspectos.

Otro aspecto que me ha sorprendido gratamente es el de la posibilidad de encontrar distintas máquinas virtuales ya preparadas para descargar en la página oficial de Parallels, donde tenemos enlaces que nos dirigen hacia ellas. Hay que tener en cuenta que estas serán de software que tenga licencia libre, puesto que si virtualizamos productos sujetos a derechos de licencia nos la pedirá para activarlos. Tiene una buena colección de máquinas virtuales de distribuciones Linux preparadas para su descarga.

Inicio Parallels

Otra opción que me ha parecido muy acertada es la posibilidad de migrar máquinas virtuales ya existentes creadas con otras plataformas, ya sea VMware o VirtualBox. Esto se realiza a través de la herraminta Transporters, que también nos da la posibilidad de virtualizar otros ordenadores de nuestra red, lo cual resulta de gran ayuda a la hora de pasar de un entorno real a uno virtualizado, de modo que el usuario prácticamente no notará el cambio puesto que seguirá teniendo su propio ordenador virtualizado.

Aprovechando esta funcionalidad hemos convertido la máquina virtual que creamos con VirtualBox para poder utilizarla con Parallels. En este caso hemos optado por virtualizar un clásico Windows XP, y aunque tarda en la conversión, se ejecuta sin problemas y totalmente funcional. Una de las opciones que me gusta de Parallels es la sencillez en la configuración de las distintas opciones de la máquina virtual, con un panel sencillo y que supone una muy buena herramienta.

Durante la creación de la máquina virtual nos ofrece múltiples posibilidades, desde hacerlo todo con los valores por defecto, a una configuración típica en la que elegimos determinados parámetros como donde guardamos nuestra máquina virtual o de donde cogemos la imagen para instalar el sistema operativo. La última opción la que el usuario define todos los parámetros, desde cuanta CPU le deja al invitado, memoria o espacio en disco. Lo bueno es que los podemos modificar una vez creada la máquina virtual.

Parallels para windows

El funcionamiento ha sido bueno en todo momento, pero no creo que tampoco sea superior al que nos puede ofrecer VMware o VirtualBox, en un sistema Windows o Linux. Otra cosa es en Mac donde visto en acción la verdad es que llama la atención como funciona en este sistema. Por otro lado una de las notas negativas es que a la hora de virtualizar Windows 7 nos podemos encontrar con problemas, puesto que todavía tiene un soporte experimental y no completo.

Por todo ello, me he quedado con un sabor agridulce probando este software de virtualización. Por un lado, no nos ofrece mayor rendimiento que otras soluciones analizadas, aunque las pruebas encargadas por Mac y Parallels digan otra cosa, desde luego a mí no me ha dado la sensación de rendir mejor. Por otro lado, al verlo en funcionamiento en un Mac me ha sorprendido su integración con el sistema nativo. Visualmente me parece mucho más trabajado y completo que sus principales rivales.

Y ahora viene la pregunta del millón, ¿pagaría los 80 euros que nos cuesta este programa o elegiría otras alternativas gratuitas? Pues creo que si tuviera un Mac dudaría bastante, todo ello en función de nuestras posibilidades económicas, pero para otros sistemas creo que no invertiría el dinero en este software. No me ha acabado de convencer respecto a lo que nos ofrecen sus rivales, ni en funcionalidad ni en rendimiento.

Para el próximo software que analizaremos será Virtual Pc, la opción de Microsoft para virtualizar en entornos de escritorio y en la cual se basará el modo XP de las versiones empresariales de Windows 7. Una solución que funciona de forma solvente en los sistemas Windows y que veremos que nos ofrece respecto a el resto de sistemas analizados.

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