Microsoft no quiere que instales nada en TU ordenador sin SU permiso

Microsoft no quiere que instales nada en TU ordenador sin SU permiso
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Por aquí siempre andamos diciendo que cuando uno compra una cosa, le pertenece. Es suyo y puede hacer lo que quiera con ella. Me puedo comprar una cámara de fotos y usarla para hacer fotos, o también puedo partir nueces con ella (lo cual no resulta demasiado saludable para la cámara).

Pues resulta que en Microsoft no tienen esa idea de libertad de uso de los ordenadores ni de lo que viene dentro de ellos. En su historial encontramos ya bastantes casos de restricciones a lo que sus clientes pueden hacer con un software, que han pagado para instalar en un ordenador por el que, también, han pagado.

No será así a partir de ahora, ya que la nueva versión del conocido sistema operativo de Microsoft, en la Tierra de Redmond, parece forjado en las lomas del Monte del Destino, ya que mediante el nuevo software UEFI, (Unified Extensible Firmware Interface) que reemplaza a las antiguas BIOS, se ata a todos los usuarios a Windows 8, impidiendo que en el ordenador se pueda instalar cualquier otro sistema operativo diferente. Ni siquiera cualquier otro de los de Redmond.

Siguiendo con la conocida (y no demasiado clara) práctica de Microsoft de forzar invitar a los fabricantes a “certificar” sus productos para ellos, ahora con UEFI, Microsoft pretende que los fabricantes de hardware que quieran vender Windows 8 incluyan una clave de validación que, con la excusa de mejorar la seguridad del sistema e impedir que se ejecute software malicioso, puede que termine bloqueando el ordenador e impedir que se pueda instalar cualquier otro sistema operativo que no sea Windows 8.

Por si esto no fuera poco, queda el tema del “software malicioso”. ¿Qué se considerará como ‘software malicioso’? ¿Virus? ¿Troyanos? ¿Outlook? ¿Lo que los chicos de Redmond quieran, incluyendo software libre como Libre Office?

Como decía al principio, si yo compro un ordenador a un fabricante, tengo la libertad de instalar en él lo que me venga en gana, (si, incluyendo software de Microsoft). Que un fabricante de software decida que sólamente puedo instalar sus productos en el ordenador de otro fabricante es, cuando menos, poco legal.

¿Qué pasa si me canso del software? ¿Qué pasa si no me gusta? ¿Qué pasa si no cumple mis expectativas o no funciona como esperaba? En situaciones normales, uno desinstalaría el sistema operativo y pondría otro en su lugar. Como siempre y normalmente, el dinero pagado se pierde, pero al menos puedo seguir usando mi ordenador. Todo esto puede desaparecer con Windows 8, que destruye por completo la libertad de, no sólo los usuarios si no también de sus propios clientes, para usar sus máquinas como mejor lo deseen.

Desde el sector GNU/Linux, que se conocen el percal tras años de ingeniería inversa, ya están moviéndose para organizarse y poder salvar el problema de la “carga segura” de UEFI. Fedora, RedHat, Suse o Canonical ya están preparando versiones propias del software que controlará el arranque de los ordenadores, y al parecer, en la próxima versión del núcleo de Linux vendrá con soporte para UEFI.

Por cierto, si en la Unión Europea ya tenían en la mirilla a Microsoft por el tema de los navegadores, a saber qué puede pasar cuando el Comisario Almunia se entere que Microsoft quiere monopolizar todos los ordenadores de cualquier ciudadano de la Unión. Eso si, sino está demasiado ocupado con Google...

Vía | FSF (vía El Blog de Shark)
Imágen | Hack The System

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