Diez consejos para ser más productivo como desarrollador de oficina (o no)

Diez consejos para ser más productivo como desarrollador de oficina (o no)
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Nunca es mal momento para replantearse cómo organizamos nuestro flujo de trabajo. Para ser un mejor programador es importante optimizar nuestros rutinas y reenfocar la forma de cómo lo realizamos, lo cual nos llevará a ser más productivos, tanto en el número de tareas que podemos realizar como en la calidad de ellas.

A continuación, os mostramos una serie de consejos, intentaré que no suenen a los típicos libros de autoayuda que en este caso son para “programadores estresados”. Por supuesto, podéis sugerir vuestros propios consejos en los comentarios. Simplemente es una enumeración de cosas que todos hemos pensado pero quizás no nos atrevamos a aplicar.

1. Nunca leas el correo como primera tarea

Ojo, tiene sus peros, ya que quizás estés esperando la confirmación de alguna tarea en Jira o alguna incidencia importante que debas resolver (de eso nadie nos puede salvar). No pases desde primera hora del día a una postura reactiva respondiendo emails.

Gestiona tus slots de lectura: dedica un tiempo fijo cada cierto tiempo para revisar y contestar, luego regresa a tu trabajo. Además debes fijar prioridad a los emails entrantes, según su procedencia, asunto, etc.. Abusar de la lectura del correo perjudica a nuestro foco de atención siendo constantemente interrumpido.

2. Evita las reuniones

Las reuniones son uno de los ladrones de tiempo más acuciantes en el entorno empresarial. ¿realmente tienes que asistir a esa reunión? ¿es necesario que esté prácticamente todo el equipo debatiendo con los skateholder?

Las reuniones son necesarias, pero hay que evitar la adicción a ellas y tirar de agenda para reservar una sala y reunirte 1-2 horas.

Siempre que vayas a una reunión acude con una serie de puntos a debatir y no te salgas de ese guión, intenta marcar un tiempo fijo de duración (respetalo) y aprovecha las horas menos productivas del día (mitad de la tarde, etc…)

3. Elimina distracciones. Enfócate en la tarea que estás realizando

Para ello existen distintas técnicas: pomodoros, tareas enfocadas, extensiones que silencian redes sociales, etc… Pero lo mejor es que seas tú el que reorienta tu atención a cualquier atisbo de pérdida de foco en la tarea que estabas haciendo. Aprende a decir no a tus compañeros (educadamente marcando distancia y dejando claro que es por la carga de trabajo), cierra cualquier foco de distracción, relájate y ponte música.

4. Prepara una lista de tareas de cosas que vas a hacer

Todo es más ágil cuando después de terminar una tarea pasamos a la siguiente sin tener que pensar qué hacer. Intenta fijarte una serie de tareas como objetivo del día, aumentará tu motivación viendo las tareas que vas tachando y dejando cerradas.

5. Haz primero las tareas más importantes

Prioriza y no procrastines con las tareas importantes. Márcate el reto de acabar lo más importante que tengas que hacer. Irás más relajado con el resto de tareas, ya que la mente estará liberada sin tener que preocuparte de no tener tiempo para acabar “esa tarea tan importante”.

Aprovecha tu mejor momento del día para hacerlo, quizás si aplicamos el primer punto de no revisar el email como lo primero del día y lo dedicamos a analizar la tarea más importante que tenemos entre manos seamos más eficientes.

6. Agrupa todo lo que puedas

Analiza las tareas que tienes que hacer y agrupalas por similitud. Cuantos más trabajos en lote hagas, mejor. De este modo, no tendrás que cambiar el chip constantemente y fijarás la mente en una acción concreta. Posiblemente te quitarás de un plumazo varias tareas iguales o similares.

7. Optimiza todo lo que puedas

Automatiza, automatiza, automatiza… no pierdas tiempo en tareas manuales que dedicándole un rato de calidad puedas dejarlo en un simple script que te ahorre un preciado tiempo para terminar otras tareas que si te necesiten de verdad y no apretar botones simplemente.

8. Alterna trabajo y juego para recargar energías

Ojala todos tuviéramos una sala de juegos, videoconsolas, ping-pong, etc… como las startups para relajarnos, pero aún así puedes hacer descansos básicos de vez en cuando: dar un paseo, tomar un té, hablar con tus compañeros,etc… un pequeño descanso nos proporciona un importante empujón para seguir con las tareas pendientes.

9. Libera tu mente de tareas y apunta todo lo que tengas en la cabeza

Si mientras estás con una tarea se te ocurre cualquier cosas que hacer, revisar o arreglar, apuntalo. No cambies de tarea, ya que muchas veces vamos dejando tareas abiertas sin sentido y divagando entre una y otra. Tu mente estará más relajada y podrás revisarlo más adelante y repriorizar tu lista de tareas.

10. Trabaja enfocado siempre, lleva al máximo rendimiento tu concentración

No pierdas el foco de lo que estás haciendo. Se disciplinado y, como uno de los mejores maestros zen, reénfoca tu mente hacia la tarea que estás haciendo. Con entrenamiento lograrás que la mente se enfoque cada vez más y no se distraiga. La atención plena nos ayuda a no cometer despistes en lo que estemos haciendo: código con menos errores, mejor estructurado y recordando refactorizar para hacerlo más reutilizable y más sólido.

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